Los Fukuryu ("dragones agachados"), eran equipos de buzos suicidas japoneses:
Fue una de las unidades especiales creadas para hacer frente a la invasión aliada del archipiélago japonés. Había cuatro mil buceadores adiestrándose en un centro de entrenamiento de Yokosuka, en la bahía de Tokio. Con dos botellas de aire comprimido y seis kilogramos de plomo de lastre para mantenerse en el fondo, podían permanecer sumergidos a una profundidad de cinco a siete metros durante un máximo de seis horas. Estaban armados con una mina de 15 Kg de explosivo, situada en el extremo de una pértiga de bambú de cinco metros de longitud. Cuando una lancha enemiga pasase por encima de ellos tenían que colocar la mina bajo la embarcación y hacerla estallar. Se esperaba que cada uno de ellos pudiese hundir una lancha de desembarco de hasta 950 toneladas.
Esquema de la pértiga, con la carga explosiva en su extremo:
Finalmente la rendición japonesa evitó la invasión, por lo que los Fukuryu no llegaron a entrar en combate, aunque hubo dos ataques de buzos suicidas en Palau, a comienzos de 1945.
Equipo de buceo de Fukuryu:
También había embarcaciones de superficie para ataques suicidas. Eran pequeñas lanchas con una carga de explosivos en la proa. Eran los llamados Shinyo (los de la marina) y Maru-ni (los del ejército). Se construyeron en grandes cantidades, unos 6000 Shinyo y 3000 Maru-ni, y estaban preparadas para ser utilizadas durante la invasión de Japón. Sólo se usaron algunos en Okinawa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario