La historia de los operadores de radio navajos que sirvieron con los Marines en la Segunda Guerra Mundial es muy conocida. Los marines navajos han sido protagonistas de libros, documentales y películas de éxito (Windtalkers, 2002). En cambio, pocos se acuerdan de sus predecesores. Y es que veinticinco años antes que ellos, otro puñado de indígenas norteamericanos fueron los primeros en servir en el Ejército de Estados Unidos como operadores de transmisiones, convirtiendo su lengua nativa en un código indescifrable para el enemigo.
En 1918 todos los contendientes en la Primera Guerra Mundial habían adquirido ya mucha práctica en interceptar las comunicaciones enemigas, tanto por cable como por radio. Conseguir un código seguro para evitar que el enemigo tuviese acceso a sus planes era una prioridad para ambos bandos.
Un día el coronel A.W. Bloor, un oficial estadounidense de la 142ª División de Infantería de los Estados Unidos, oyó a dos soldados hablando entre ellos en una lengua extraña. Se le ocurrió que si él no podía entenderles tampoco lo harían los alemanes, por muy buenos que fuesen sus conocimientos de inglés. Aquellos soldados eran indios choktaw.
La nación choktaw era un pacífico pueblo agrícola del sureste de Oklahoma, mucho menos “cinéfilo” que el guerrero pueblo navajo, con su largo historial de resistencia armada contra los blancos. Puede que sea esa la razón principal por la que la gesta de los "code talkers" choktaw se olvidase y en cambio la de sus sucesores navajos se hiciese tremendamente popular.
Con la colaboración activa de sus soldados choctaw, Bloor ideó y probó un código basado en su idioma. La lengua choktaw nunca había sido escrita. Eso la hacía ideal para usarla como código, ya que era prácticamente imposible que los alemanes pudiesen conocerla. Pero pronto vieron que no servía para expresar completamente la terminología militar entonces en uso. No existían palabras choktaw para referirse a una pieza de artillería o una ametralladora, por ejemplo. Tuvieron que improvisar y utilizar expresiones como "arma grande" o "arma pequeña que dispara rápido".
Destinando Choctaws a cada una de las compañías, los mensajes podían ser transmitidos con seguridad aunque el enemigo pinchase las líneas telefónicas o interceptase las comunicaciones por radio.
El 26 de octubre de 1918 se utilizaron por primera vez telefonistas choktaw para transmitir órdenes. Ese día el coronel Bloor ordenó una retirada de dos compañías del 2º batallón de Chufilly a Chardeny. La prueba fue un éxito. El código choktaw permaneció indescifrado en el poco tiempo que estuvo en uso. Un oficial alemán capturado confirmó que el enemigo estaba confuso por el idioma utilizado en las comunicaciones estadounidenses y que no había conseguido ninguna ventaja de la interceptación de las líneas telefónicas.
En total hubo diecinueve codificadores choktaw conocidos. Su experiencia puso las bases para los códigos basados en lenguas nativas utilizados en conflictos posteriores.
Foto:
http://demons.swallowthesky.org/post/16533382708/by-1918-the-german-forces-had-already-broken-the
Muy socorrido fue siempre recurrir a los nativos en las guerras mundiales por parte de las distintas potencias. Sólo que este caso, además de curioso resulta llamativo.
ResponderEliminarUn saludo.
Sí que lo es, Cayetano. O eso creía cuando lo escribí.
EliminarNo tenia ni idea que los "windtalkers" hubieran tenido unos predecesores. Nunca te acostaras sin saber una cosa mas. Saludos!!
ResponderEliminarPues me alegro de que te haya servido para aprender algo nuevo, furilo. Un saludo.
EliminarSi alguien quiere profundizar en este tema les recomiendo el libro "Code Talker",
ResponderEliminarhttp://www.bookdepository.co.uk/Code-Talker-Chester-Nez/9780425247853
Saludos.
Gracias por la recomendación, Overlord. Yo recomiendo Los códigos secretos, de Simon Sigh. Es una historia general de la criptografía, aunque dedica un capítulo a los codificadores navajos, y está traducido al español.
EliminarUn saludo.