Henry Gunther nació el 6 de junio de 1895 en Baltimore, en el estado norteamericano de Maryland. Sus padres eran hijos de inmigrantes alemanes, al igual que muchos de sus vecinos. Se crió en Highlandtown, un barrio del este de Baltimore con una fuerte influencia de la comunidad germano-americana.
Cuando Estados Unidos entró en la Primera Guerra Mundial, Henry trabajaba como contable en el National Bank of Baltimore. No se presentó voluntario para ingresar en el Ejército, pero en septiembre de 1917 fue reclutado para su servicio militar. Fue destinado al 313º Regimiento, el "Baltimore's Own", que estaba integrado en la 79ª División de Infantería. En julio de 1918 la división desembarcó en Francia como parte de la Fuerza Expedicionaria Estadounidense. El 12 de septiembre llegó al frente. Henry era sargento de intendencia, encargado de la equipación y la ropa de su unidad.
Un día Henry escribió una carta a un amigo suyo de Baltimore, en la que hablaba de las "condiciones miserables" que tenía que soportar en el frente, y le aconsejaba que intentase cualquier cosa para evitar ser reclutado. La carta fue interceptada por los censores. Su contenido se consideró una violación de los reglamentos del Ejército, y como castigo Henry fue degradado de sargento a soldado raso.
El 11 de noviembre de 1918 Alemania firmó el armisticio que ponía fin a la guerra. La firma se había hecho ese día a las cinco de la mañana, pero el alto el fuego no se haría efectivo hasta unas horas después, a las once en punto. La 79ª División estaba desplegada en el frente de la ofensiva Mosa-Argonne. A media mañana el 313º recibió la orden de avanzar hacia Metz. En las cercanías del pueblo de Chaumont-devant-Damvillers, el pelotón de Henry se encontró con una barricada bloqueando la carretera, defendida por dos ametralladoras alemanas. Desde las posiciones alemanas se hicieron algunos disparos sobre las cabezas de los estadounidenses para obligarles a detenerse, y luego cesó el fuego. Nadie se movía. Los dos bandos mantenían sus posiciones a la espera de que llegase la hora en la que el armisticio entraría en vigor. Pero en el último momento, desoyendo los gritos de su sargento (y su mejor amigo) Ernest Powell, Henry se levantó y cargó con la bayoneta calada contra la posición enemiga. Los soldados alemanes le gritaron y le hicieron señales con los brazos para que parase, pero él continuó con su carrera y disparó "un tiro o dos". Cuando se acercó demasiado a las ametralladoras, apenas a unos metros, los alemanes abrieron fuego. Henry murió en el acto. Eran las 10:59. Fueron los mismos alemanes los que colocaron su cuerpo en una camilla y se lo entregaron a sus compañeros.
James M. Cain, que años después se convertiría en un famoso novelista (autor de El cartero siempre llama dos veces), era en aquella época corresponsal del Baltimore Sun. Después de entrevistar a sus compañeros de armas concluyó que "Gunther meditó mucho sobre su castigo, y terminó obsesionado con la determinación de hacerse valer ante sus oficiales y compañeros. Particularmente estaba preocupado porque creía que se sospechaba que era un simpatizante de los alemanes. El regimiento entró en acción un par de días después de que Gunther fuese degradado, y desde el primer momento mostró una voluntad de lo más inusual para exponerse a todo tipo de riesgos ".
Al día siguiente el general John J. Pershing, comandante en jefe de la Fuerza Expedicionaria Estadounidense, mencionó a Gunther en la orden del día, como el último soldado norteamericano muerto en la guerra. El Ejército restauró a título póstumo su rango de sargento. Además fue condecorado con la Cruz de Servicios Distinguidos.
En el último momento, Henry Gunther consiguió demostrar que podía ser un héroe.
Fuentes:
http://en.wikipedia.org/wiki/Henry_Gunther
http://www.findagrave.com/cgi-bin/fg.cgi?page=gr&GRid=16204809
http://articles.baltimoresun.com/2008-11-11/news/0811100097_1_henry-gunther-11th-month-war-i
Se puede hacer una tontería una vez, pero dos... ya es abusar.
ResponderEliminarLa única explicación de esa conducta es padecer una alteración mental grave, teñida de obsesión, por motivo de haber sido degradado.
Un saludo.
Creo que se puede considerar un suicidio. Se juntaron la dureza de la vida en el frente y la sospecha de que era mal visto por sus compañeros por su origen alemán y por sus superiores por el episodio de la carta.
EliminarLo llamativo de esta historia, para mí, es que al final una muerte tan absurda como la suya fue considerada heroica por el ejército. Si lo que pretendía era borrar cualquier duda que pudiesen tener sobre él, está claro que lo consiguió.
Si hubiese sido hoy, los militares intentarían explicarlo buscando algún problema mental. Hace un siglo se limitaban a condecorar al muerto.
Un saludo, Cayetano.
Hace unos meses vi un documental en la televisión sobre esta historia pero tu explicación ha sido mucho más esclarecedora. Enhorabuena.
ResponderEliminarGracias, Luis. Como yo no vi el documental, no puedo saber en qué es esclarecedor mi relato. Tanto el origen alemán de Henry Gunther como el episodio de la carta y el castigo que le impusieron me parecen fundamentales para explicar su comportamiento. Imagino que cualquier documental los tendría que mencionar.
EliminarOtro punto que yo no mencioné, porque sería especular sin datos, es cómo habrían recibido el resto de la tropa a un ex-sargento de intendencia (normalmente considerados privilegiados que se mantenían lejos de las trincheras) convertido de repente en un soldado como los demás. Puede que no tuviese muchos amigos entre sus compañeros de armas. Si se tuvo que enfrentar a la dureza de la vida en el frente él solo, sin el apoyo de sus compañeros, pudo ser otro factor que le empujó a tener un comportamiento suicida.
Un saludo, Luis Alf.