La Virgen de Albert

Una de las ciudades francesas que más sufrió la Primera Guerra Mundial fue Albert. Situada en el departamento del Somme, cerca de la frontera belga, estuvo en plena línea del frente durante casi todo el conflicto. Fue escenario de terribles batallas de desgaste, con sus interminables duelos de artillería, así que la ciudad tuvo que sufrir continuos bombardeos tanto de un bando como del otro.

El principal monumento de la ciudad era la basílica de Notre-Dame de Brebières, la "Lourdes del Norte", uno de los principales centros de peregrinación católica del país. Durante los primeros combates en la villa, en septiembre de 1914, un proyectil de artillería impactó en la torre de la basílica, que estaba coronada por la figura de una virgen con el niño en brazos. La estatua quedó tan inclinada que parecía que iba a caer al suelo en cualquier momento. Pronto comenzó a circular una leyenda que aseguraba que cuando la virgen cayese la guerra se terminaría. Para ayudar a que se cumpliese la profecía, tanto la artillería alemana como la franco-británica disparaban contra la torre siempre que tenían ocasión. Pero fueron pasando los meses, y los años, y la virgen continuaba allí, aguantando en su difícil equilibrio. Tanto resistía que la leyenda acabó variando un poco, y al final se aseguraba que el bando que derribase a la virgen sería el perdedor de la guerra.

Finalmente la virgen cayó en abril de 1918, cuando la ofensiva alemana de primavera obligó a las tropas británicas a retirarse. Antes de abandonar Albert, los británicos derribaron la torre de la iglesia, para evitar que el enemigo pudiese utilizarla como observatorio.

Foto: http://www.ww1westernfront.gov.au/pozieres-albert/index.html

2 comentarios:

  1. Aunque la guerra terminara el 11 de noviembre de 1918, habiendo transcurrido 6 meses desde del derribo de la torre, si lo comparamos desde septiembre de 1814, cuando la estatua estaba peligrosamente inclinada, se puede decir que la leyenda que decía que si la virgen cayera, se terminaría la guerra, no estaba del todo mal desencaminada.
    En el libro “La batalla del Somme” de Martin Gilbert se menciona varias veces esta anécdota.
    Un fuerte saludo,

    http://librosenguerra.blogspot.com.es/

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    1. Pues sí, se podría decir que la profecía casi se cumplió.
      Un saludo, Llorenç.

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