En la tarde del 31 de enero de 1918 casi cuarenta buques de guerra de la Royal Navy dejaron la base naval de Rosyth, en el Firth of Forth, Escocia, con destino a Scapa Flow, en el archipiélago de las Orcadas, para participar el día siguiente en el ejercicio EC1, unas maniobras navales en las que iba a intervenir buena parte de la Great Fleet. Los buques levaron anclas hacia las seis de la tarde y abandonaron el puerto en una formación de una sola línea que se extendía por casi cincuenta kilómetros. Encabezaba la formación el crucero Corageous, y tras él la 13ª Flotilla de submarinos, con el crucero Ithuriel y los sumergibles K11, K12, K14, K17 y K22. A continuación la 2ª Escuadra de Cruceros de Batalla, formada por los cruceros Australia, New Zealand, Indomitable e Inflexible y sus destructores de escolta. Les seguía la 12ª Flotilla de Submarinos, encabezada por el crucero Fearless y formada por los sumergibles K3, K4, K6 y K7. Y cerraban la marcha los tres acorazados de la 5ª Escuadra de Batalla, con sus destructores de escoltas. Los submarinos de las 13ª y 12ª flotillas eran sumergibles de la clase K, diseñados para operar junto a buques de superficie, de dimensiones grandes para la época (más de 100 metros de eslora) y propulsados por dos potentes turbinas de vapor que les permitían alcanzar los 24 nudos en superficie y mantener la velocidad junto al resto de buques de la flota. Cada flotilla estaba comandada por un crucero ligero (la 13ª el Ithuriel y la 12ª el Fearless).
Al anochecer, como medida de precaución, ya que se sospechaba que podía haber submarinos alemanes en aquellas aguas, se ordenó a los buques guardar silencio de radio y navegar sin luces. Tan solo mantuvieron una tenue luz de popa para que cada uno de ellos pudiese ser visto por la embarcación que le seguía en la formación. Al llegar a la altura de la isla de May, en la desembocadura del estuario, los buques debían alterar su rumbo y aumentar la velocidad a 20 nudos para salir a mar abierto.
Cuando los submarinos de la 13ª Flotilla alcanzaron la isla vieron un par de luces que se aproximaban. Probablemente se trataba de dos arrastreros en funciones de dragaminas patrullando en la boca del estuario, pero por seguridad la flotilla viró bruscamente a babor para alejarse de ellas. Entonces al K14 se le atascó el timón y el sumergible se salió de la línea, llevándose tras él al que le seguía, el K12. Cuando se solucionó el problema con el timón, el K14 trató de volver a ocupar su posición en la línea. El K22 había perdido de vista a su predecesor, el K12, y se había salido también de la formación. El K14 y el K22 navegaban siguiendo rumbos opuestos, fuera del itinerario prefijado, sin luces, ya en noche cerrada y entre la niebla que empezaba a formarse. El resultado era previsible: los dos submarinos chocaron en medio del mar. Mientras, el resto de la flotilla continuó su marcha sin percatarse de lo que había pasado. El K22 rompió el silencio de radio y envió un mensaje codificado al crucero Ithuriel para informar de que se había producido una colisión y el K14 se estaba hundiendo (aunque al final lograrían salvarlo milagrosamente).
Unos quince minutos más tarde la 2ª Escuadra de Batalla alcanzó el punto donde continuaban los submarinos accidentados, frente a la isla de May, con tan mala suerte que el crucero de batalla Inflexible golpeó al K22. El impacto dejó la proa del submarino mirando al cielo en un ángulo de 90º, destruyendo sus depósitos de combustible y los tanques de lastre. El Inflexible, haciendo honor a su nombre, no sufrió daños.
Mientras tanto, el capitán Ernest Leir del Ithuriel había recibido y descodificado el mensaje que informaba del primer choque y decidió dar media vuelta para socorrer a los accidentados, llevándose consigo a los submarinos supervivientes de la 13ª Flotilla, que tenían orden de seguir al crucero. En una confusa maniobra la flotilla de submarinos tuvo que atravesar la línea formada por los cruceros y destructores de la 2ª Escuadra de Batalla. Solo una serie de bruscas maniobras por parte de ambos grupos de buques logró evitar que se produjesen más colisiones.
El momento en que la 13ª Flotilla llegaba al lugar de los accidentes, a la altura de la isla de May, coincidió con la salida a mar abierto de la 12ª Flotilla. El Fearless, el crucero líder de la 12ª Flotilla, apareció de repente entre la niebla y chocó con el K17, que se hundió en pocos minutos. La mayor parte de la tripulación tuvo tiempo de abandonar el sumergible.
Cuando los submarinos que seguían al Fearless maniobraron para evitar al crucero, que se había detenido tras el choque, el K6 se encontró en rumbo de colisión con el K12. El K6 maniobró bruscamente para evitar al otro submarino y al hacerlo golpeó al K4, abriéndole una gran brecha en medio del casco. A continuación el K7 colisionó también con el K4, que se hundió rápidamente sin que ninguno de sus tripulantes lograse abandonar el buque.
Más tarde la 5ª Escuadra de Batalla, formada por tres acorazados y sus destructores, atravesó el área sin tener conocimiento de lo que había pasado. Algunos de los destructores pasaron por encima de los supervivientes del K17 que continuaban en el agua. La mayor parte de los 56 hombres de su tripulación habían conseguido abandonar el submarino antes de que se hundiese, pero solo nueve serían rescatados con vida, y uno de ellos, gravemente herido, moriría poco tiempo después.
En apenas 75 minutos se habían producido cinco colisiones en las que se habían visto implicados ocho buques. Dos de ellos, los submarinos K17 y K4, se habían hundido, y otros cinco, el crucero ligero Fearless y los submarinos K14, K22, K6 y K7 habían resultado dañados. Murieron ciento cinco hombres: los cincuenta y seis tripulantes del K4, cuarenta y ocho del K17 y uno del K14. El accidente se mantuvo en secreto durante la guerra. Por el número de buques implicados fue uno de los mayores desastres de la Royal Navy en toda la Primera Guerra Mundial. Con su típico humor negro, los británicos bautizaron este episodio como “la batalla de la isla May”.
Estado en el que quedó la proa del Fearless tras embestir al K17:
Excelente (e increible) Relato.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias, Félix.
EliminarGracias por la info.
ResponderEliminarMuy profesional.