En noviembre de 1918 Kurt Eisner, dirigente del USPD (Partido Socialdemócrata Independiente de Alemania), lideró un movimiento revolucionario incruento (parte de la revolución de Noviembre alemana) que tomó el poder en Baviera y logró la abdicación del rey Luis III. El 8 de noviembre Eisner proclamó el Estado Libre de Baviera y se convirtió en su ministro-presidente. El asesinato de Eisner por un ultraderechista en febrero de 1919 inició un periodo de caos y luchas civiles que terminaría tres meses después, cuando el gobierno alemán intervino para acabar por la fuerza con la república bávara.
En marzo tomó el poder un gobierno de coalición liderado por el socialdemócrata Johannes Hoffmann, pero tuvo que dimitir al ser incapaz de lograr unos mínimos apoyos. El 6 de abril un nuevo gobierno proclamó oficialmente la República Soviética de Baviera. Estaba dirigido por un dirigente del USPD llamado Ernst Toller y formado por anarquistas y socialistas. El gobierno fracasó en su intento de restaurar el orden y cayó seis días después. En ese tiempo tuvo tiempo de destacar uno de sus miembros, el ministro de Asuntos Exteriores, Dr. Franz Lipp. Su elección parece que no fue la más acertada, ya que Lipp había estado ingresado un par de veces en sanatorios mentales (con resultados más bien escasos, como parecen demostrar las extrañas decisiones que tomó). Se dice que lo primero que hizo al tomar posesión fue enviar un cable a Lenin quejándose de que el depuesto presidente Hoffman había huido a Bamberg llevándose consigo la llave a los baños del ministerio.
Su decisión más polémica fue la de declarar unilateralmente la guerra a Suiza y al vecino estado de Württemberg por su negativa a colaborar en la reconstrucción de la red ferroviaria bávara. Así se lo explicó a un colega de gabinete: "Mi querido amigo, he declarado la guerra a Württemberg y Suiza porque esos perros no nos han entregado de inmediato las sesenta locomotoras en calidad de préstamo. No tengo ninguna duda de que saldremos victoriosos. Además, voy a buscar la bendición del Papa, que es un buen amigo mío, para que nos ayude en la victoria".
Probablemente nadie se tomó en serio las palabras de Lipp. En cualquier caso el gobierno de Toller fue derrocado pocos días después, y el excéntrico ministro y su declaración de guerra cayeron en el olvido.
No sabia que habia existido una Republica Sovietica en Alemania. Interesante puerta que se nos abre. Me ha picado la curiosidad...
ResponderEliminarEra soviética en el sentido de que estaba organizada en soviets, o consejos de obreros. Era un régimen asambleario.
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