La Vergeltungswaffe Zwei ("Arma de Represalia 2") fue el primer misil balístico de la historia.
Propulsadas por un motor de oxígeno líquido y alcohol, llegaban a alcanzar velocidades supersónicas y superaban los 70.000 m de altitud. Transportaban una cabeza balística de casi una tonelada y tenían un alcance de 320 km. Las V-2 no podían ser interceptadas en vuelo, como ocurría con las V-1. Se disparaban desde lanzaderas móviles, y su vuelo era guiado mediante señales de radiofrecuencia emitidas desde tierra o por giroscopios instalados a bordo. Cuando agotaban su combustible seguían en trayectoria balística hacia su objetivo.
Características:
Diametro: 1.70 metros
Longitud: 14.00 metros
Velocidad: 6000 Km/h
Alcance: 350 km
Peso: 12.800 Kg.
carga explosiva: 730 Kg.
Combustible: Alcohol y oxigeno líquido
Lanzamiento de una V2 en Peenemünde:
Para aumentar su alcance lo primero que se les añadió fueron alas, adaptadas al vuelo supersónico, permitiendo una trayectoria aerodinámica con ondulaciones. Esta idea parte de 1940, antes incluso de la construcción de la primera V2, pero fueron necesarios muchos estudios y pruebas en túneles de viento, al no existir nada parecido hasta entonces. Al proyecto de V2 alado se le llamó A9, pero se mantuvo en suspenso entre octubre de 1942 y junio de 1944 para concentrarse en el desarrollo de las V2 operativas. Una vez terminó éste, se retomaron los estudios del A9, hasta que el 27 de diciembre de 1944 se pudo lanzar el primer misil de prueba en las instalaciones de Peenemunde. El sistema de guiado falló en esta primera prueba y en la siguiente, pero a la tercera, el 24 de enero de 1945, se consiguió el primer lanzamiento con éxito. No hubo más pruebas, y se consideró finalizado el desarrollo del A9, que más tarde pasaría a ser conocido como A4b.
Características:
Propulsión: Motor cohete EMW de 25300 Kg de empuje
Velocidad máxima: 7290 Km/h
Peso: 16260 Kg con carga
Anchura: 3,5 m con las alas
Longitud: 14,2 m
Carga explosiva: 1 tonelada de amatol
Alcance: 800 Km (4300 Km con la etapa A10)
Lo siguiente fue el desarrollo de los primeros misiles intercontinentales: los A10. Consistían simplemente en añadir una primera etapa a los A4 o A4b. No pasó de los estudios teóricos.
El desarrollo del A10 comenzó a finales de 1944, a partir de la orden dada por el gobierno alemán de centrarse en encontrar la forma de bombardear territorio norteamericano: fue lo que se llamó Projekt Amerika. En un principio se pensó en modificar submarinos de la clase XXI para que pudiesen tranportar y lanzar misiles V2. Pero la guerra submarina en el Atlántico también estaba perdida, y pensando en la dificultad en que los submarinos pudiesen operar cerca de la costa este de Norteamérica, se descartó para centrarse en el A10, del que hubiese salido el primer misil balístico intercontinental.
Usando el A10 como primera etapa, la segunda etapa sería una V2 normal, un A4b, o incluso un avión-cohete de bombardeo: a este proyecto se le llamó A9 (igual que el de mejora del A4, porque en un principio eran el mismo proyecto), por lo que el conjunto de A10 más el avión-cohete era el A9/A10. Se pensó en el avión-cohete tripulado porque no había ningún sistema de guiado útil en distancias tan grandes. En este caso, igual que en el de las V1 pilotadas, en principio no era un arma suicida, aunque el piloto tenía pocas posibilidades de sobrevivir (y en caso de poder lanzarse en paracaidas, evidentemente iba a ser hecho prisionero).
Un avión-cohete A9:
El equipo de Von Braun recibió la orden de centrarse en la producción de las V2, y se les prohibió continuar con el desarrollo de estos proyectos. Von Braun incumplió la orden, y continuó con sus estudios dentro del programa de desarrollo del A4b, pero no se puede decir que el proyecto estuviera cerca de conseguir resultados. Tanto el A9 como el A10 estaban aún en fase de estudios teóricos.
Las distintas variantes todas juntas, para aclararlo un poco:
La idea de utilizar submarinos para atacar el continente americano con las V2 recibió el nombre de Proyecto Lafferenz. Se trataba de que un submarino tipo XXI remolcase un contenedor hasta aproximarse al continente, a un mínimo de 220 Km de la costa. Una vez allí el contenedor se colocaría flotando en posición vertical para disparar el A4.
Esquema de un contenedor con una V2:
También a partir del A4b de diseñó el A6, un avión supersónico de reconocimiento a gran altitud, imposible de interceptar. Aparte del motor principal tendría un reactor auxiliar que le permitiría mantener la velocidad y la altura durante veinte o treinta minutos después de que el motor principal hubiese agotado el combustible. Tendría cabina presurizada, tren de aterrizaje y paracaidas de frenado. Sería lanzado verticalmente como las V2, y el aterrizaje lo haría de forma convencional.
Otro proyecto derivado del V2: el misil tierra-aire EMW C-2 Wasserfall (cascada). El combustible de las V2 no podía mantenerse cargado durante mucho tiempo, algo que era imprescindible en el caso de un cohete antiaéreo, que tiene que mantenerse preparado para ser lanzado durante un tiempo indefinido. Por eso lo primero que se tuvo que hacer fue sustituir la combinación metanol/oxígeno líquido de las V2 por visol (vinil-isobutil-eter) como combustible y SV-Stoff (mezcla de ácidos nítrico y sulfúrico) como comburente. Era guiado por un operador de tierra por medio de señales de radio. El guiado manual era muy ineficaz para cohetes de velocidades tan elevadas, por lo que se pensaba en crear un sistema de guiado por radar, que no se llegó a construir. Su cabeza de guerra era de 306 Kg de mezcla de explosivos, pensada para que el radio de la explosión fuese lo suficientemente grande como para derribar varios bombarderos con cada una.
Aunque los primeros lanzamientos de prueba comenzaron a pricipios de 1944, se esperaba que el primer sistema de baterías de Wasserfall no estuviese operativo hasta noviembre de 1945.
Se diseñaron en tres versiones: W-1, W-5 y W-10:
Características (Wasserfall W-5):
Velocidad máxima: 2736 Km/h
Peso: 3810 Kg
Anchura: 1,9 m (con las alas)
Longitud: 7,8 m
Carga explosiva: 306 Kg
Altura máxima:18,3 Km
Alcance: 26,4 Km
El A9 se incluye en muchas ocasiones en la lista de las míticas "armas maravillosas" que iban a cambiar el curso de la guerra. Pero, por una parte, el proyecto estaba en sus inicios, e iba a llevar años completar su desarrollo, y por otra, aunque no fuese así, no iba a ser un arma decisiva, sino todo lo contrario. La construcción y el lanzamiento de cada misil intercontinental iba a suponer para Alemania un coste mucho mayor que el daño que ese misil pudiese causar en América (siempre que se utilizasen con carga convencional, se entiende, o con cualquier carga no nuclear). La única forma de que el uso de un arma como esa fuese provechoso habría sido elegir objetivos de gran importancia estratégica y poder alcanzarlos con una precisión absoluta, y eso estaba fuera de las posibilidades de la tecnología de la época, incluso con los previstos misiles pilotados.
Quedaba el efecto psicológico que pudiesen provocar en el pueblo estadounidense. En eso es curioso ver cómo Hitler, que había esperado tanto de los efectos del bombardeo sobre Inglaterra con las V1 en junio de 1944, siguió confiando en sus "armas de represalia" aún después de constatar el fracaso de estas. Los recursos que se destinaron en buscar la forma de golpear a América habrían sido más útiles si se hubiesen dedicado a desarrollar misiles antiaéreos, por ejemplo.
En eso también se impuso, sin quererlo (porque coincidía con la voluntad de Hitler), la visión de Von Braun y su equipo de Peenemunde, para quienes el objetivo final no era la fabricación de armas, sino los vuelos espaciales.
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