Que Adolf Hitler era un extraordinario orador es algo que nadie puede negar. Su presencia escénica y la gran fuerza de su oratoria jugaron un papel importante en su ascenso al poder. Lo que no es tan conocido es lo poco que dejaba a la improvisación en sus actos públicos. Hacia 1927 el fotógrafo Heinrich Hoffmann captó estas imágenes de Hitler ensayando poses. La meticulosa revisión de aquellas fotografías le servían para adoptar o descartar los gestos que practicaba ante el espejo. Hasta el más mínimo ademán que utilizaba en sus discursos estaba preparado de antemano.
Hitler nunca tuvo intención de que estas fotografías se hiciesen públicas. Después de utilizarlas en los ensayos de sus discursos las destruía y pedía a Hoffmann que hiciese lo mismo con los negativos. Pero el fotógrafo no siguió sus instrucciones, y después de la guerra dio a conocer nueve de aquellas imágenes que había mantenido ocultas durante un cuarto de siglo.
Heinrich Hoffmann fue el fotógrafo personal de Hitler desde 1921 hasta la muerte del Führer en 1945. Era además uno de sus pocos amigos íntimos (fue él quien le presentó a Eva Braun, una muchacha que trabajaba como ayudante en su estudio). Ganó una fortuna con los derechos de sus fotografías, entre las que se incluían, por ejemplo, las efigies de Hitler utilizadas en los sellos de correos. En 1946 fue condenado a cuatro años de prisión por su trabajo como propagandista del régimen nazi. Murió en Munich en 1957, a los 72 años, dejando para la posteridad un legado de decenas de miles de fotografías y retratos de los dirigentes de la Alemania nacionalsocialista.
Más fotos, aquí:
http://rarehistoricalphotos.com/hitler-rehearsing-speech-front-mirror-1925/
Un histrión en estado puro. Lo suyo era la escenografía. No hay más que ver esos desfiles, esos discursos... puro teatro. La falta de ideas había que suplirlas con montajes donde la pasión y las emociones sustituyeran a la razón.
ResponderEliminarUn saludo.
Todo cuidadosamente preparado para lograr el efecto deseado.
EliminarUn saludo, Cayetano.
Ya lo ha dicho Cayetano, Era un perfecto histrión. He visto en el enlace varias de las fotos allí expuestas. Si no fuera por lo trágico que termino siendo todo, resulta hasta cómico verlas.
ResponderEliminarUn saludo.
Verle practicar gestos sí que resultaría cómico. Una pena que no se conserven grabaciones de sus ensayos.
EliminarUn saludo.