El Boulton Paul Defiant era un modelo de caza británico con una característica muy peculiar: carecía de armamento frontal. En su lugar disponía de una torreta artillada con múltiples ametralladoras operada por un segundo tripulante y situada tras la cabina del piloto. Su diseño era el resultado de una novedosa concepción táctica de la aviación de caza por la que había apostado la RAF a finales de la década de los 30. Se suponía que le daba dos grandes ventajas respecto a los cazas convencionales: permitía que el piloto se desentendiese del combate y se concentrase en el pilotaje del avión, y proporcionaba al artillero un campo de tiro mucho más amplio que el que daban las ametralladoras fijas.
La producción en serie del nuevo caza comenzó en la factoría Boulton Paul de Wolverhampton en el verano de 1939, aunque su entrada en servicio se retrasó mucho, de manera que cuando llegó la primera gran prueba de fuego para la RAF (la ofensiva alemana en el frente occidental, en mayo de 1940) tan solo había una escuadrilla equipada con Defiants, el 264th Squadron.
Los Defiants del 264th Squadron, desplegados en Francia, tuvieron una actuación legendaria (literalmente) durante la evacuación de Dunkerque. Se decía que su parecido con el Hawker Hurricane confundía a los pilotos de la Luftwaffe, que al atacarlos desde atrás se encontraban con el inesperado fuego de cola de sus cuatro ametralladoras Browning de 7,70 milímetros. Así consiguieron causar estragos entre las escuadrillas de caza alemanas. En una sola tarde, la del 29 de mayo de 1940, los Defiants reclamaron el derribo de 38 aviones enemigos en el transcurso de dos misiones, sin sufrir ninguna baja propia. Fue una hazaña sin precedentes muy publicitada por la prensa británica. Por aquella acción, el oficial al mando del 264th Squadron, el comandante Philip Hunter, fue condecorado con la Orden de Servicios Distinguidos.
Pero los tiempos de gloria del Defiant duraron poco. En comparación con otros cazas de su época eran muy pesados, lentos y poco maniobrables, y además estaban indefensos ante los ataques frontales o desde abajo. Su imposibilidad de abrir fuego contra objetivos situados frente a ellos era una característica especialmente significativa, ya que los convertía en aviones de caza que de hecho no podían cazar y que conseguían sus mejores resultados cuando eran ellos los atacados. Lo cierto es que cayeron como moscas en sus enfrentamientos contra los Bf 109 alemanes. El 13 de mayo de 1940, el día siguiente a su bautismo de fuego contra la Luftwaffe sobre los cielos de Holanda, el 264th Squadron perdió cinco de sus seis aviones. En julio fue casi aniquilado por segunda y tercera vez en un intervalo de pocos días. La segunda escuadrilla equipada con Defiants, el 141th Squadron, perdió seis de sus siete aviones en un único combate el 19 de julio. A pesar de sus supuestas virtudes, sus limitaciones eran ya demasiado evidentes, y los Defiants no tardaron en ser retirados de primera línea.
En cuanto a los famosos combates del 29 de mayo, es posible que los Defiants del 264th Squadron consiguiesen alguna victoria individual, aunque teniendo en cuenta que ese día los alemanes perdieron tan solo 14 aparatos sobre Dunkerque, su cifra real de derribos tuvo que estar muy lejos de los 38 reclamados. A finales de mayo de 1940 la situación militar británica era desesperada (el desastre de Dunkerque todavía no se había convertido en “el milagro de Dunkerque” por obra y gracia de los servicios de propaganda), y la moral de la nación estaba por los suelos. La supuesta victoria de los Defiants contra la Luftwaffe era una de las pocas acciones heroicas a las que se podía recurrir para mantener viva la esperanza de la población. Eso hizo que su hazaña fuese aceptada sin preguntas y convertida en noticia de consumo propagandístico.
En el invierno de 1940/41 los Defiants tuvieron una actuación destacada como cazas nocturnos, defendiendo las ciudades británicas contra los raids de la Luftwaffe, aunque el secreto de su éxito no estuvo en sus características aeronáuticas, sino en los nuevos radares Mark IV que les fueron instalados y que les dieron una gran ventaja en sus enfrentamientos nocturnos contra los aviones alemanes. Pero en poco tiempo fueron sustituidos también en esa función por otros modelos de caza pesado con prestaciones muy superiores, como los De Havilland Mosquito. Después de aquello, medio centenar de Defiants fueron modificados para su uso en misiones de salvamento marítimo. El resto, la inmensa mayoría, acabaron siendo utilizados como remolcadores de blancos para prácticas de artillería antiaérea.
Pese a todo, los fabricantes supieron aprovechar la efímera fama que había logrado el Defiant, de forma que cuando se dejó de producir, en 1943, se había construido la friolera de 1.065 aparatos. Sorprendentemente muchos fueron exportados a las fuerzas aéreas de otros países de la Commonwealth, como Canadá o Australia. Incluso se vendieron a la USAAF, aunque en este caso solo en su versión de entrenamiento. La propaganda había logrado el milagro de convertir un avión mediocre en un éxito de ventas.
Los británicos comenzaron la guerra con una aviación digna del ejército de Pancho Villa y la terminaron con aviones totalmente eficaces como el Mosquito, el Spitfire, el Avro Lancaster y el Typhoon. Al contrario que los alemanes, que al final de la guerra hacían desarrollos totalmente disparatados y operaban una mezcla de aviones punteros con otros totalmente ineficaces. Saludos.
ResponderEliminarBueno, el ejército de Pancho Villa no, pero el de su por entonces aliado Venustiano Carranza tiene el honor de haber realizado el primer ataque aeronaval de la historia.
EliminarPor lo demás, estoy de acuerdo. La RAF estaba en pleno proceso de modernización cuando empezó la guerra, y le sorprendió con muchos modelos en servicio anticuados o mal concebidos. Pero en pocos años supieron corregir sus fallos.
Un saludo.
El exitoso biplano Fairey Swordfish estuvo activo toda la guerra y sobrevivió a varios de sus sustitutos.
EliminarCierto. El Swordfish es un caso sorprendente. Ya parecía obsoleto en 1939, pero resultó ser uno de los torpederos más efectivos de todos los que participaron en la guerra.
EliminarUn saludo, Martín.
Hey, soy mexicano, y me alegra que el gran Nonsei sepa al menos algo de la historia de mi país.
EliminarSé menos de lo que me gustaría. México es un país apasionante en muchos aspectos, y uno de ellos es su historia.
EliminarGracias por el "gran".
Nonsei, los Swordfish sobrevivieron porque no tuvieron que enfrentarse nunca a un grupo de combate defendido por portaviones. Frete a un caza embarcado (o no) era una diana volante, pero justamente las características que lo hacían vulnerable en un combate aire-aire lo hacían idóneo como torperdero: un avión lento y poco maniobrable, pero estable y con una estupendada capacidad para volar bajo y apuntar bien. En el Atlántico y el Mediterráneo cumplieron, en el Pacífico frente a los Zero hubieran durado un suspiro.
ResponderEliminarEs verdad, si hubiesen tenido enfrente una flota con buena cobertura aérea, como la japonesa, no habrían tenido ninguna posibilidad. Pero eso no quita que en los escenarios en los que actuaron cumpliesen de sobra, yo creo que bastante más de lo que se esperaba de ellos. Como comentaba Martín, se impuso incluso al que en teoría iba a ser su sustituto, el Albacore.
EliminarEs de destacar su buen comportamiento en condiciones climáticas muy difíciles, como en el ataque al Bismarck.
Gracias por comentar.
En lo de la cobertura aérea estoy de acuerdo, dado que los alemanes sólo tenían un portaaviones (Graf Zeppelin) y ni siquiera llegó a entrar en combate. Los Swordfish también tuvieron éxito contra la marina italiana, si recordamos su actuación en Tarento.
EliminarNo obstante, al final cuenta más la habilidad del aviador, que su montura en sí. Aunque no desmerezco el gran avance que tuvieron los británicos en sus aparatos, pasando por ejemplo, de los Gladiator a los Hurricanes y Spitfires, o de los Defiant a los Mosquitos.
En ese aspecto de modernización de los aviones, la RAF me recuerda un poco a la VVS, (la fuerza aérea de la URSS) que pasaron de tener aparatos de la época de la Guerra Civil, a desarrollar aparatos como el Ilyushin IL-2 Sturmovik, convertido en el avión militar de mayor producción en la historia.
En general en los años de la guerra se dio un salto enorme en tecnología aeronáutica. Alemania lo dio antes que ninguna otra potencia, y otros países se estaban quedando descolgados en comparación. Pero la guerra obligó a todos a modernizarse. El Reino Unido tenía ya una industria aeronáutica muy potente, así que lo tenía más fácil que otros para ponerse al día.
EliminarUn saludo.
Totalmente cierto, aviones como el IAR 80, que al principio de la guerra era un caza competente, se quedaron obsoletos en poco tiempo. Es más, fíjate si dio un gran salto el desarrollo de la Luftwaffe, que algunos aparatos de entonces se inspiraron en el famoso BF-109, (y si no recuerdo mal, Willy Messerschmitt se inspiró a su vez en aparatos británicos) como es el caso del Macchi MC-202 "Folgore" o del KI-61 "Hien". (llamado "Tony" por los norteamericanos) Además, también son de origen alemán el primer caza a reacción (ME-262 "Schwälbe") y el primer bombardero a reacción. (Arado 234)
ResponderEliminarPor cierto, no lo dije en mi anterior comentario, pero me parece un artículo muy interesante, mi enhorabuena.
Gracias, por la enhorabuena y por tus comentarios.
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