Creo que este blog ya tiene los suficientes seguidores como para confiar en que si publico una encuesta tenga un número aceptable de respuestas. Aunque voy a ser sincero. La auténtica razón por la que la publico es que acabo de encontrar la forma de insertar una encuesta en una entrada del blog y estaba deseando hacer la prueba. Y no es que no me interese la opinión de los lectores, que eso también.
▼
La trágica historia del soldado Abandoned Rear
No descubro nada si digo que George Patton fue un personaje peculiar. Era un brillante táctico (pionero y experto en el arma acorazada), un militar carismático, apreciado y al mismo tiempo temido por sus hombres, difícil en el trato e inestable emocionalmente, que en más de una ocasión llegó a la insubordinación hacia sus superiores o al maltrato a sus subordinados. Su vida está llena de anécdotas que demuestran su fuerte personalidad.
Por ejemplo, un hecho poco conocido es que cuando tenía 26 años participó en los Juegos Olímpicos de de Estocolmo 1912. Fue el único competidor estadounidense en la disciplina de pentatlon moderno. Terminó en un meritorio quinto puesto de un total de 32 participantes (el único no sueco entre los siete primeros). Pero como era habitual en él acabó dando la nota: cuando en la prueba de tiro con pistola los jueces consideraron que uno de sus disparos no había dado en la diana, él discutió la decisión asegurando que había dado exactamente en el agujero de un disparo anterior.
Después de los Juegos pasó por la Escuela de Caballería francesa y se convirtió en el maestro de esgrima más joven de la historia de los Estados Unidos. Diseñó el último sable que entró en servicio en la caballería estadounidense, el Patton M1913.
Al entrar Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial, Patton fue destinado a Francia. El general Pershing le puso al frente de una escuela de formación para tripulaciones de tanques que se había creado en Bourg, un pequeño pueblo cercano a Langres. Allí, entrenándose con blindados ligeros franceses, los estadounidenses adquirieron experiencia en el uso de la nueva arma. Más tarde aquellos hombres formaron el Tank Corps, la primera unidad de blindados del Ejército estadounidense, que combatiría en batallas como Cambrai y St. Mihiel (donde fue herido el propio Patton).
El coronel Patton en 1918, cuando era comandante del 1er Batallón de Tanques:
Más de un cuarto de siglo después Patton regresó a Francia. En 1944, cuando su III Ejército, en su veloz avance en dirección a la frontera alemana, llegó a las proximidades de Langres, el general quiso pasar por Bourg, el pueblo en el que había estado su escuela de tanquistas. Al entrar en la localidad, Patton vio a un hombre andando por la calle y se detuvo a hablar con él. Le preguntó si había estado allí durante la guerra anterior, y el francés respondió: “Sí, general, y usted también, como coronel”. Patton se sorprendió al ver cómo aquellas gentes aún le recordaban. En compañía de todo el pueblo, casi en procesión, el general visitó los lugares que rememoraban su anterior estancia en la localidad: su oficina, su alojamiento en el chateau de Madame de Vaux... y, cómo no, una visita obligada: la tumba del soldado Abandoned Rear.
Ocurrió que un día de 1917 el alcalde de Bourg se presentó en la oficina de Patton visiblemente afectado, diciendo entre sollozos que acababa de enterase de la muerte de uno de sus soldados. Patton no sabía nada de ningún estadounidense muerto, pero como no le hacía gracia que un extraño se diese cuenta de que el comandante de la unidad no estaba al tanto de una noticia como aquella, disimuló y le siguió la corriente. El alcalde insistió en ir a visitar la tumba, así que allí fueron ambos, regidor y coronel, a rendir un último homenaje al héroe caído. Cuando Patton llegó al lugar al que le condujo el alcalde, comprendió qué había sucedido. Los estadounidenses habían cambiado de sitio una letrina, rellenando con tierra la fosa y dejando un letrero para señalizar el lugar. El letrero colgaba de una tabla horizontal unida a otra vertical clavada en la tierra. En él habían escrito: “Abandoned Rear” (literalmente "trasero abandonado"). Los franceses habían visto la tierra removida y la cruz con el cartel y supusieron que los norteamericanos acababan de enterrar a uno de los suyos.
Patton nunca se atrevió a contarles la verdad. Tampoco lo hizo cuando regresó al pueblo, veintisiete años después, y descubrió que los lugareños habían estado todo aquel tiempo cuidando un pozo de excrementos como si fuese la tumba de un héroe.
Y es que, a pesar de la fama de Patton, hay que reconocer que algo de tacto sí que tenía.
Fuente principal:
http://chetyod.wordpress.com/2011/08/29/how-the-french-maintained-pattons-latrine/
Foto: http://es.wikipedia.org/wiki/George_Patton
En caso de apocalipsis nuclear... a beber cerveza
La operación Teapot consistió en una serie de catorce ensayos atómicos realizados por Estados Unidos en el primer semestre de 1955 en la zona de pruebas de Nevada. Además de probar los propios ingenios nucleares, los objetivos eran establecer tácticas militares para las fuerzas de tierra en un campo de batalla nuclear. Algunas de las pruebas (Apple I y Apple II) fueron diseñadas específicamente por la Administración Federal de Defensa Civil para obtener información sobre los efectos de explosiones nucleares en poblaciones civiles. En una de las pruebas, denominada Operación Cue (en realidad Apple II), se permitió asistir a observadores de la prensa y se grabó un cortometraje documental que sería más tarde ampliamente difundido:
El test, realizado el 5 de mayo de 1955, consistía en una detonación atómica en las cercanías de un lugar conocido como Survival Town, donde Defensa Civil había construido una pequeña “ciudad” para probar la resistencia de distintas clases de edificios a una explosión atómica. Se construyeron casas residenciales de varios tipos y otras edificaciones, como una subestación eléctrica, y se colocaron decenas de maniquíes tanto en en el interior de las construcciones como al descubierto. Las casas se llenaron también de todo tipo de muebles y enseres, incluyendo distintas clases de alimentos enlatados y envasados.
Una de las muchas líneas de investigación que se planteó la Administración de Defensa Civil durante esas pruebas fue cómo solucionar el problema de la bebida. Dando por hecho que las fuentes de agua habrían quedado contaminadas después del ataque nuclear ¿serían aptas para el consumo las bebidas enlatadas o embotelladas? En la introducción del informe final se explica que, si bien hasta entonces se había prestado mucha atención a los efectos de las bombas atómicas sobre los alimentos, la cuestión de la bebida había sido en gran parte ignorada.
Así que los científicos cogieron distintos tipos de bebidas comerciales, en toda clase de recipientes (botellas y latas) y las distribuyeron colocándolas en distintas posiciones y a distancias variadas (entre un cuarto de milla y dos millas) de la Zona Cero, el lugar donde se detonarían los artefactos nucleares (el informe menciona dos pruebas, probablemente Apple I y Apple II).
Los resultados fueron bastante curiosos. En primer lugar, la “tasa de supervivencia” de las bebidas fue sorprendentemente alta. La mayor parte de las botellas resistieron a la explosión sin romperse, incluso entre las situadas más cerca de la Zona Cero, En cuanto a la radiación, solo las botellas más próximas a la explosión presentaban niveles altos de contaminación, pero "dentro de los límites permitidos para uso de emergencia", Sin duda los que hicieron las mediciones estaban realmente convencidos de que eso era cierto, ya que a continuación hicieron la prueba definitiva. Por el bien de la ciencia, alguien (no se aclara quién) probó las bebidas para comprobar si su sabor había sufrido cambios significativos. Según dijeron, tanto en la cerveza como en las bebidas gaseosas situadas más cerca de la Zona Cero sí se habían detectado ciertas variaciones de sabor, pero aún conservaban una “calidad comercial”. En las más alejadas no se notaron cambios.
Más tarde se enviaron muestras de cervezas a cinco laboratorios distintos para que hiciesen pruebas más a fondo. Las conclusiones no dejaban lugar a dudas: todos ellos coincidieron en que la cerveza podía ser utilizada como una fuente de emergencia de bebida potable. Aunque entre las conclusiones también había un razonamiento un tanto extraño: después de la explosión el sabor de la cerveza no la haría apta para ser distribuida comercialmente (¿después de una catástrofe nuclear sería realmente importante si los restos iban a tener salida comercial?).
Así que ya sabéis. Haced acopio de cerveza, por lo que pueda pasar.
Fuente:
http://nuclearsecrecy.com/blog/2012/09/05/beer-and-the-apocalypse/
vía http://tec.nologia.com/2012/09/19/buenas-noticias-en-caso-de-desastre-nuclear-puedes-beber-cerveza/
Más: http://en.wikipedia.org/wiki/Operation_Teapot
Los ataques de la Fuerza Z al puerto de Singapur
Operación Jaywick
El Krait:
La tripulación del Krait durante la operación Jaywick:
Operación Rimau
El HMS Porpoise:
Fuentes:
http://en.wikipedia.org/wiki/Operation_Rimau
http://en.wikipedia.org/wiki/Operation_Jaywick
http://www.mindef.gov.sg/imindef/about_us/history/world_war2/v08n10_history.html
http://www.armchairgeneral.com/forums/showthread.php?t=71480
El Departamento de Servicios Interaliado (IASD), con base en la ciudad australiana de Melbourne, era la cobertura de una organización de inteligencia militar interaliada, llamada SOA (Operaciones Especiales Australia), que había sido creada en marzo de 1942 por varios oficiales británicos del SOE que habían logrado huir de Singapur tras la ocupación japonesa. En junio de 1942 el SOA organizó una unidad de comandos, la Unidad Especial Z (más tarde sería conocida simplemente como Fuerza Z), con personal reclutado principalmente en la Real Marina y el Ejército australianos.
En 1943 un oficial británico del SOA de 28 años, el Capitán Ivan Lyon, propuso un plan para un ataque con comandos a los barcos japoneses anclados en el puerto de Singapur. Los comandos viajarían al puerto en un barco pequeño que se haría pasar por un pesquero asiático. Una vez llegasen a Singapur usarían canoas plegables para infiltrarse en el puerto y colocar minas lapa en los buques japoneses.
El capitán Ivan Lyon, en el centro, tomando unas cervezas con otros dos miembros de la Fuerza Z:
Lyon había servido en el regimiento Gordon Highlanders en Singapur. En febrero de 1942, cuando organizaba la evacuación de civiles de la colonia británica, había conocido a un civil australiano de 61 años llamado Bill Reynolds, propietario de un pesquero costero japonés de 21,3 metros de eslora, el Kofuku Maru, que estaba siendo utilizado para evacuar refugiados de Singapur a la India. Reynolds ofreció el Kofuku Maru para la misión. Era el barco perfecto para pasar desapercibidos en la Indonesia ocupada por los japoneses. Cuando el barco llegó a Melbourne, Lyon lo renombró Krait (el nombre de una serpiente asiática venenosa). El Krait y un grupo de comandos de la Unidad Especial Z se trasladaron a un campo de entrenamiento en Broken Bay, Nueva Gales del Sur. A mediados de 1943, el equipo definitivo de comandos, compuesto por tres británicos y once australianos, abandonaron campo de entrenamiento y se dirigieron a Thursday Island a bordo del Krait. El propio capitán Lyon era el comandante de la misión. La operación recibió el nombre en clave de operación Jaywick.
El Krait:
El 13 de agosto de 1943, el Krait dejó Thursday Island y se dirigió a la base naval estadounidense del golfo de Exmouth, Australia Occidental, donde repostaron combustible y emprendieron reparaciones. El 2 de septiembre el Krait abandonó el golfo de Exmouth y puso rumbo a Singapur. El éxito de la misión dependía de que tuviesen éxito en hacerse pasar por un barco de pesca local. Los hombres se oscurecieron la piel con tinte marrón para tener más apariencia de asiáticos. Eran muy meticulosos con la basura que tiraban al agua, ya que un rastro de basura “europea” podía despertar sospechas. Después de un viaje relativamente tranquilo el Krait llegó a Singapur el 24 de septiembre. Esa misma noche seis hombres dejaron el barco, que permanecía anclado en un pequeño puerto pesquero, y se dirigieron en tres canoas a una pequeña isla cercana a Singapur. Allí encontraron una cueva que les serviría de base avanzada y refugio.
Durante la noche del 26 de septiembre de 1943 los comandos se dirigieron en sus canoas al puerto y colocaron minas lapa en varios barcos japoneses antes de volver a su escondite. Las minas hicieron explosión, y hundieron o dañaron gravemente siete cargueros japoneses, sumando todos ellos más de 39.000 toneladas de desplazamiento. Los comandos esperaron a que la conmoción por el ataque hubiera disminuido, y unos días después (el 2 de octubre) regresaron al Krait. La vuelta a Australia fue bastante tranquila, excepto por un tenso un incidente en el Estrecho de Lombok, cuando una patrullera japonesa se acercó al Krait; sin embargo no fueron descubiertos. El 19 de octubre, el barco y los catorce comandos llegaron a salvo a la base estadounidense del golfo de Exmouth.
Las autoridades japonesas de Singapur se vieron totalmente sorprendidas por la incursión. Nunca sospecharon que el ataque pudiera haber sido planeado en Australia y ejecutado por comandos aliados. Dieron por hecho que había sido obra de saboteadores locales, probablemente guerrilleros comunistas chinos. En sus esfuerzos para descubrir a los autores, iniciaron una oleada de detenciones, torturas y ejecuciones, que afectó a la población china local, así como a malayos, civiles europeos y prisioneros de guerra (los japoneses sospechaban que los saboteadores estaban siendo organizados y dirigidos por internos británicos de la prisión de Changui). El incidente se conoce como la masacre del Doble Diez, ya que fue el 10 de octubre el día en que la policía secreta japonesa (la Kempeitai) comenzó las detenciones en masa. En conclusión, la operación Jaywick fue un éxito, pero indirectamente causó mucho sufrimiento a la población local a cambio de unos resultados estratégicos relativamente limitados.
La tripulación del Krait durante la operación Jaywick:
Operación Rimau
Los aliados nunca reivindicaron el ataque contra el puerto de Singapur, ya que quisieron mantener el secreto del Krait para futuras misiones similares. Por lo tanto, los japoneses no aumentaron la seguridad ni destinaron recursos significativos a la defensa contra acciones de ese tipo. Así fue como un año después la Fuerza Z se decidió a repetir el ataque contra el puerto de Singapur. La operación fue bautizada operación Rimau (“tigre” en malayo), y de nuevo iba a estar dirigida por el ahora teniente coronel Ivan Lyon. En un principio iba a ser parte de una operación más ambiciosa de nombre en clave Hornbill, que incluía un ataque simultáneo al puerto de Saigón. Sin embargo, esta última acción fue finalmente descartada. El plan era similar al de la operación Jaywick, aunque esta ocasión serían llevados por un submarino hasta un área designada en Indonesia en lugar de ir en barco desde Australia. Una vez allí se harían con un pesquero local y entrarían con él en el puerto pesquero. Para infiltrarse en el puerto y colocar las bombas lapa iban a utilizar unas canoas motorizadas semisumergibles, apodadas “Bellas Durmientes”. Después se dirigirían al punto asignado para ser recogidos nuevamente por un submarino.
La MSC (Motorised Submersible Canoe), también llamada “Sleeping Beauty”, tenía un motor eléctrico y una batería que le daba una velocidad máxima de 4,4 nudos y una autonomía de 30 millas a una velocidad de crucero de 3 nudos; tan sólo fue utilizada dos veces: en la desastrosa operación Rimau y en un ataque al puerto tailandés de Phuket en el que fueron hundidos dos barcos japoneses:
El 11 de septiembre de 1944 Lyon y otros veintidós hombres de la Fuerza Z abandonaron la base naval de Perth a bordo del submarino HMS Porpoise. Seis de ellos habían participado en la operación Jaywick el año anterior. El 28 de septiembre el Porpoise capturó un junco malayo llamado Mustika. Tras hacer subir a bordo del submarino a sus tripulantes malayos, los comandos de la Fuerza Z embarcaron en el junco con todo su equipo y pusieron rumbo a Singapur, separándose del Porpoise. Cuando llegaron a la isla Merapas, en el archipiélago Riau, el punto de recogida acordado, Lyon dejó allí a cinco de sus hombres para proteger su base de regreso.
El HMS Porpoise:
La tarde del 10 de octubre, tan solo unas horas antes del comienzo de la incursión, una lancha patrullera de la policía indonesia descubrió al Mustika y se aproximó a él. Entonces uno de los comandos, posiblemente presa del pánico, abrió fuego contra la patrullera. La lancha fue destruida, pero, con la operación comprometida, Lyon se vio obligado a abortar la misión. Ordenó a la mayor parte de sus hombres regresar a la isla Merapas, volar el Mustika y todo el material y esperar allí al regreso del Porpoise, previsto para el 7 de noviembre. Pero Lyon no abandonó por completo sus planes. A pesar de tener muy pocas posibilidades de retirada, él y otros seis hombres se dirigieron en las canoas al puerto de Singapur. En las primeras horas del 11 de octubre entraron en el puerto y colocaron las minas lapa en varios barcos japoneses. Las minas explotaron, hundiendo posiblemente tres barcos.
Comenzó entonces una larga persecución de varios días, con los siete hombres saltando de isla en isla y tratando de ocultarse de los soldados japoneses que les buscaban. El 16 de octubre los comandos fueron localizados por los japoneses en la isla Soreh y tuvieron un enfrentamiento en el que dos de los hombres, el teniente Donald "Davo" Davidson y el cabo Archie Campbell resultaron heridos. Lyon y dos de sus compañeros, el teniente Bobby Ross y el cabo Clair Stewart, se quedaron para contener a los japoneses y permitir la huida de los heridos. Lyon y Ross murieron en el combate, Stewart fue capturado. Davidson y Campbell murieron el 18 de octubre en la isla Tapai (no se sabe si se suicidaron o murieron a consecuencia de sus heridas). Los otros dos hombres que tomaron parte en la incursión, el marinero de primera Andrew "Happy" Huston y el soldado Douglas Warne, posiblemente lograsen llegar a Merapas y unirse al resto del grupo. Acosados por los japoneses, los comandos se dispersaron y fueron cazados poco a poco. En total, de los 23 hombres, 13 acabaron muertos y 10 fueron capturados. Los supervivientes fueron llevados a Singapur y encarcelados en la prisión de Outram Road. El 3 de julio de 1945 fueron juzgados y declarados culpables de espionaje. El 7 de julio (poco más de un mes antes del final de la guerra) los diez hombres fueron decapitados.
Fuentes:
http://en.wikipedia.org/wiki/Operation_Rimau
http://en.wikipedia.org/wiki/Operation_Jaywick
http://www.mindef.gov.sg/imindef/about_us/history/world_war2/v08n10_history.html
http://www.armchairgeneral.com/forums/showthread.php?t=71480
Cambio de look
Como veis, he cambiado la imagen del blog. A mí me gustaba la anterior, pero una plantilla "oficial" de Blogger me permite algunas opciones de configuración que la otra no tenía. Además, estoy seguro de que más de un lector me agradecerá que haya quitado los fondos oscuros. De todas formas no creo que sea algo definitivo. Seguiré haciendo pruebas.
Creo que no ha habido ningún problema con el cambio, pero si alguien ve algo raro le agradecería que avisase.
Cigarrillos Volveré
En marzo de 1942, con las fuerzas filipino-estadounidenses en Luzón acorraladas por los invasores japoneses en la península de Batán y sin esperanza de recibir refuerzos, el general Douglas MacArthur recibió la orden del presidente Roosevelt de abandonar las Filipinas y trasladarse a Melbourne. En un principio, MacArthur se opuso a la orden, incluso cuando el propio presidente filipino, Manuel Quezón, había salido ya del país. Tras muchas protestas, al fin MacArthur aceptó huir acompañado de su mujer, su hijo de cuatro años y un pequeño grupo de oficiales y ayudantes de confianza. El 11 de marzo una lancha torpedera zarpó de Corregidor, burló la vigilancia japonesa y le trasladó a Mindanao. Allí subió en un B-17 en el que llegó finalmente a Australia. El 20 de marzo, tres días después de su llegada al país, pronunció un discurso en Terowie, Australia Meridional, que se haría famoso por una frase: "Salí de Batán y volveré". Su promesa de regresar a las Filipinas ("I Shall Return") se convirtió gracias a la prensa en uno de los lemas propagandísticos más populares de la guerra.
En agosto de 1943 el coronel Courtney Whitney, un oficial de inteligencia destinado en el cuartel general de MacArthur en Australia, propuso utilizar la ya famosa frase del general en distintos productos de uso común y distribuirlos clandestinamente entre la población filipina. Pocas cosas eran tan populares y se compartían tan habitualmente como los cigarrillos, así que las cajetillas de tabaco y las cajas de cerillas eran un medio ideal para hacer llegar el mensaje a los filipinos. La Oficina de Información de Guerra aprobó la idea y se dirigió a la Larus Bro. Tobacco Company, fabricante de la marca Chelsea, que al comienzo de la guerra se había hecho con el contrato para suministrar los paquetes de cigarrillos que se incluían en las raciones de campaña. Para mantener el secreto, la tabaquera reservó un ala de su fábrica en Richmond, Virginia, donde se empaquetaban los cigarrillos destinados a las Filipinas. Se trataba de pequeños paquetes de cuatro cigarrillos en los que aparecían las banderas de Estados Unidos y las Filipinas, una reproducción de la firma del general MacArthur, y el famoso slogan "I Shall Return".
Los cigarrillos "Volveré" y las cajas de fósforos se introducían tras las líneas enemigas lanzándolos durante la noche desde bombarderos B-24 "Liberator" o transportados en los submarinos con los que se abastecía a la guerrilla filipina. Más tarde, los guerrilleros se ocupaban de distribuirlos entre la población.
Es difícil saber el efecto que tuvo la campaña propagandística. Es posible que aquellos pequeños paquetes de cigarrillos ayudasen a mantener viva la esperanza del pueblo filipino en la liberación recordándoles la promesa del general MacArthur. Hoy se han convertido en objetos de colección. Difíciles de conseguir y muy cotizados, por cierto.
Foto:
http://www.forties.net/Fortiesdecade.html
Los "Diablos Verdes"
Ya he comentado en alguna ocasión lo fácil que es difundir involuntariamente historias falsas. Por muy absurda que parezca la historia, si te la encuentras escrita en una web con un mínimo de prestigio, y no digamos ya en un libro, tiendes a darle credibilidad. Sobre todo si piensas que de ella puede salir un buen post.
El episodio que voy a relatar es más que dudoso. Al menos yo no me creo que los hechos ocurriesen como los voy a contar. Aun así voy a contribuir a difundirlo, por dos razones: porque está relacionado con el Pervitin, el “estimulante” del que hablé en la entrada anterior, y porque la historia tiene su gracia.
Cuando el mariscal Badoglio firmó el armisticio, en septiembre de 1943, Italia todavía conservaba el archipiélago del Dodecaneso, frente a la costa turca del Egeo. Siguiendo las ordenes confusas y contradictorias que llegaban de Roma, las fuerzas italianas acabaron por rendirse a los británicos. Fue una decisión que no gustó nada a los alemanes. El archipiélago tenía una gran importancia estratégica, en especial dos de sus islas, Leros, donde estaba la principal base naval, y Kos, en la que había un importante aeródromo. Así que los alemanes se dispusieron a arrebatar las islas a sus antiguos aliados.
El asalto a Kos fue asignado al 800º batallón de asalto costero de la División Brandenburgo, la fuerza de operaciones especiales dependiente del Abwehr. Uno de los grupos de desembarco, al mando del teniente Langbein, tomó tierra al suroeste de la isla. Tras expulsar a los defensores italianos (que habían cambiado de bando pero no tenían mucho interés por la lucha) entraron en un pequeño pueblo. Allí, buscando a británicos o italianos ocultos, inspeccionaron unas cuevas que resultaron ser bodegas repletas de vino. En ese momento los alemanes se olvidaron de su misión y se lanzaron a dar buena cuenta del botín que acababan de capturar. Cuando Langbein encontró a sus hombres ya borrachos, y temiendo que un contraataque enemigo les sorprendiese en ese estado, les hizo tomar Pervitin para espabilarles, obligándoles a beber vino mezclado con pastillas molidas. La mezcla tuvo un efecto más fuerte del esperado. Los soldados alemanes se pusieron frenéticos, se quitaron los uniformes y se lanzaron como locos al asalto de las posiciones británicas. Los defensores vieron que se les echaba encima una avalancha de alemanes enloquecidos y huyeron despavoridos. Así se capturó el aeródromo. Aquella noche, tras la llegada de refuerzos, las fuerzas británicas e italianas que continuaban en el resto de la isla se rindieron y Kos quedó en manos alemanas.
Esta historia se repite en multitud de páginas en inglés y otros idiomas. No he podido confirmarla, pero tampoco he encontrado ninguna prueba de que sea falsa. En Deutsche Kommandotrupps 1939-1945, de Franz Kurowski, hay un relato bastante detallado del ataque a las islas del Dodecaneso. Según Kurowski, los Brandenburger desembarcaron en Kos el 3 de octubre. El ataque principal corrió a cargo de un grupo al mando del teniente Vollheim, que fue el que tomó el campo de aviación después de vencer la resistencia británica. Tras controlar el aeródromo, los alemanes comenzaron a recibir refuerzos por aire y completaron la ocupación de la isla al día siguiente. En las ocasiones en las que se encontraban con núcleos fuertes de resistencia, solicitaban apoyo aéreo. Las posiciones enemigas eran bombardeadas con precisión por los Stukas y a continuación asaltadas por los Brandenburger. En ningún momento se menciona al teniente Langbein, aunque es posible que estuviese al mando de un grupo distinto al del teniente Vollheim. Y puede que haya algo de verdad en la historia del vino y el Pervitin. Quizá fuese un episodio anecdótico, exagerado por algunos autores e ignorado por otros más “serios”.
Pero lo mejor está en un añadido a la historia que solo he encontrado en varias webs en español, como por ejemplo Exordio:
Por la acción del alcohol y del Pervitin, la piel de los Brandenburgers tomo una coloración verdosa, de ahí surgió el apodo de "diablos verdes". Al comienzo el alto mando pensó en tomar medidas disciplinarias drásticas, pero finalmente el asunto fue olvidado, no así el sobrenombre.
Esto sí que me parece totalmente increíble. Yo no sé mucho de drogas y sus efectos secundarios, pero eso de que uno adquiere una coloración verdosa cuando mezcla metanfetamina con alcohol... Tampoco es muy difícil de comprobar. Bastaría con darse una vuelta un sábado a altas horas de la madrugada por ciertas zonas de cualquier ciudad, y si eso es cierto sería fácil ver a más de un hombre-rana (un tío verde dando saltos). En cuanto a los "diablos verdes", por lo que yo sé ese era el apodo de los Fallschirmjäger (paracaidistas), no de los Brandenburger (en este caso, además, se trataba de una unidad especializada en asaltos anfibios), y, siguiendo el principio de la navaja de Ockham, me inclino a pensar que el origen del sobrenombre está en el color de sus chaquetas, más que en el de su piel.
Speedkrieg
En una carta fechada el 9 de noviembre de 1939, enviada a sus "queridos padres y parientes" en su casa de Colonia, un joven soldado alemán destinado en Polonia escribió: "Las condiciones aquí son duras, y espero que lo entenderéis si solo puedo escribiros cada dos a cuatro días. Hoy os escribo principalmente para pedir un poco de Pervitin ...; Con amor, Hein". El 20 de mayo de 1940, el soldado escribía de nuevo a su familia: "¿Tal vez podríais conseguirme algo más de Pervitin para que pueda tener algo de reserva?" Y en una carta enviada desde Bromberg el 19 de julio de 1940: "Si es posible, por favor enviadme un poco más de Pervitin". El soldado que escribió estas cartas era un joven de 22 años llamado Heinrich Boell. Muchos años después se convertiría en un famoso escritor. Fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1972.
El Pervitin era la marca con la que la compañía farmacéutica Temmler de Berlín comercializaba la metanfetamina. Fue distribuido de forma masiva entre los soldados alemanes, especialmente durante las campañas de Polonia y Francia. Era conocido por la tropa con apodos como “chocolate del piloto” o “sal del piloto”.
La metanfetamina es un psicoestimulante derivado de la efedrina, con una estructura química similar a la anfetamina, pero con efectos más fuertes sobre el sistema nervioso central. Fue sintetizada por primera vez en 1893 por el químico japonés Nagai Nagayoshi. Sus efectos son similares a los de la adrenalina que produce el cuerpo de forma natural: en la mayoría de las personas provoca un estado de alerta, aumenta la confianza en uno mismo, la concentración y la voluntad de asumir riesgos, al tiempo que reduce la sensibilidad al dolor, el hambre, la sed y la necesidad de dormir.
Tras su lanzamiento comercial en 1938, el Pervitin se convirtió en poco tiempo en un éxito de ventas entre la población civil alemana. El fármaco llamó la atención del doctor Otto Ranke, director del Instituto de Fisiología General de la Academia de Medicina Militar de Berlín, que estaba buscando una droga que convirtiese a los combatientes alemanes en supersoldados. En septiembre de 1939, Ranke probó el Pervitin en noventa estudiantes universitarios, y concluyó que podía tener una utilidad militar. Introducido a modo de prueba durante la invasión de Polonia, acabó siendo distribuido de forma masiva entre los soldados de la Wehrmacht.
En la primera mitad de 1940, especialmente durante la campaña de Francia, el ejército alemán suministró a sus tropas grandes cantidades de Pervitin e Isophan (una versión ligeramente modificada producida por la empresa farmacéutica Knoll). Solo entre abril y julio fueron distribuidas más de 35 millones de pastillas, con tres miligramos de principio activo cada una.
El fármaco era enviado a las direcciones médicas de la Wehrmacht con el nombre en clave de OBM, y desde allí se distribuía directamente a las tropas. Los pedidos podían hacerse incluso por teléfono, si se necesitaba un envío con urgencia. En la etiqueta estaba descrito como "estimulante", y en las instrucciones se recomendaba una dosis de una o dos tabletas "sólo cuando sea necesario, para combatir el sueño".
El Pervitin se consideraba un fármaco útil para situaciones en las que los soldados se pudiesen ver sometidos a un estrés extremo. En un memorando destinado a oficiales médicos de la Kriegsmarine se explicaba: "Todo funcionario médico debe ser consciente de que el Pervitin es un estimulante altamente diferenciado y poderoso, una herramienta que permite, en cualquier momento, ayudar de manera activa y eficaz a ciertos individuos dentro de su rango de influencia a alcanzar un desempeño superior al promedio".
Pronto los médicos comenzaron a preocuparse cuando se percataron de que la efectividad del Pervitin iba disminuyendo gradualmente a medida que los usuarios se hacían consumidores habituales. En casos aislados podían presentar problemas de salud, como sudoración excesiva y trastornos circulatorios. Leonardo Conti, ministro de Salud del Reich, trató de restringir el uso del fármaco. Lo consiguió solo en parte, ya que la Wehrmacht no estaba dispuesta a renunciar a él. El 1 de julio de 1941 el Pervitin fue clasificado como una sustancia prohibida, pero ese mismo año se enviaron diez millones de pastillas a las tropas. En las nuevas instrucciones la información sobre los riesgos apenas difería de las anteriores.
Hacia el final de la guerra los alemanes aún trabajaban en la búsqueda de una droga milagrosa para sus tropas. El 16 de marzo de 1944, en Kiel, el vicealmirante Hellmuth Heye solicitó una droga "que pueda mantener a los soldados listos para la batalla cuando se les pida seguir luchando más allá de un período considerado normal, y al mismo tiempo aumentar su autoestima". Poco tiempo después, el farmacólogo de Kiel Gerhard Orzechowski presentó a Heye una pastilla cuyo nombre en código era D-IX. Contenía cinco miligramos de cocaína, tres miligramos de Pervitin y cinco miligramos de Eukodal, un analgésico basado en la morfina. La potente droga fue probada en las tripulaciones de dos submarinos de la Kriegsmarine. Años después Heye acabaría siendo miembro del Bundestag por el conservador Partido Demócrata Cristiano y presidente del comité de defensa del parlamento alemán.
Incluso el propio Hitler pudo haberse convertido también en involuntario conejillo de indias. Al parecer, desde 1942 hasta su muerte en 1945, el médico particular del Führer, Theodor Morell, le estuvo administrando inyecciones intravenosas de metanfetamina. Hay quien cree que la degradación física que sufrió en los últimos años de su vida pudo deberse al menos en parte a los efectos de esta droga, que provocaría unos síntomas similares a la enfermedad de Parkinson.
Alemania no fue el único país que suministró masivamente metanfetamina a sus tropas. En Finlandia también se distribuía el Pervitin. En Japón, la metanfetamina se vendía para uso civil y militar bajo la marca registrada Philopon, fabricada por la farmacéutica Dainippon. En las décadas de los 40 y 50 el fármaco fue administrado ampliamente a los trabajadores industriales japoneses para aumentar su productividad. Igual que ocurría en el resto del mundo en aquella época, los efectos secundarios de la metanfetamina no estaban bien estudiados y no se consideraba necesaria una regulación. También a los pilotos de bombarderos aliados les fueron suministradas metanfetamina y anfetamina para combatir la fatiga y mejorar la atención durante los vuelos prolongados. El experimento se consideró fallido, ya que los efectos secundarios no convencieron a los militares: los soldados se mostraban nerviosos y sufrían alteraciones de conducta.
Fuentes:
http://www.spiegel.de/international/the-nazi-death-machine-hitler-s-drugged-soldiers-a-354606.html
http://en.wikipedia.org/wiki/Methamphetamine
Nose Art
Contaba en la entrada anterior cómo en una ocasión (supuestamente, porque ya dije que no me creía la historia) la USAAF sacó de sus casillas a un piloto italiano pintando un retrato de su mujer en el fuselaje de un B-17.
Ese tipo de dibujos era muy habitual en los bombarderos estadounidenses. Era lo que se llamaba nose art, literalmente "arte de nariz", ya que los dibujos se hacían en el morro de los aviones. En sus comienzos nació como una forma de identificar las distintas unidades, al dibujar en los aviones las insignias de escuadrilla (oficiales o extraoficiales). Ese tipo de dibujos fueron muy comunes en unidades tanto de cazas como de bombarderos de las fuerzas aéreas de distintos países. Pero fueron las tripulaciones de los bombarderos de la USAAF destinados en el Pacífico las creadoras del auténtico nose art cuando comenzaron a personalizar sus aviones con llamativos dibujos que con frecuencia ocupaban buena parte del morro del aparato. Oficialmente no estaban permitidos, pero los mandos de la USAAF los toleraban, al creer que su prohibición sería un golpe a la moral de las tripulaciones.
Los autores a menudo eran aficionados, compañeros de las tripulaciones o del personal de tierra de la base, pero en ocasiones también se recurría a dibujantes profesionales que cobraban por sus servicios. Los temas más habituales, cómo no, eran las chicas ligeras de ropa. Sobre todo en el frente del Pacífico (en Europa eran más recatadas).
Algunos ejemplos:
Fotos: http://www.nose-art.net/
La leyenda del italiano celoso
Un buen día, al subteniente Guido Rossi, un experimentado piloto de caza de la Regia Aeronautica italiana, se le ocurrió una táctica nada convencional y un poco sucia para enfrentarse a los bombarderos enemigos: volar en aviones capturados para aproximarse a ellos sin levantar sospechas y poder atacarlos por sorpresa. En mayo de 1943 Rossi consiguió el permiso de sus superiores para poner en marcha su plan. Para ello pusieron a su disposición un caza estadounidense Lockheed P-38 Lightning que había sido capturado intacto después de que su piloto se viese obligado a realizar un aterrizaje de emergencia en Cerdeña por falta de combustible.
Durante los meses siguientes el subteniente Rossi realizó numerosas misiones a los mandos de su P-38 en las que puso a prueba su táctica con gran éxito. Si avistaba un bombardero aislado se aproximaba a él, con la supuesta intención de darle protección, y cuando estaba lo suficientemente cerca abría fuego sin dar tiempo a que la tripulación del avión enemigo pudiese responder al ataque.
En una de aquellas misiones, el 4 de junio de 1943 Rossi derribó sobre la isla de Pantellaria un B-17 estadounidense apodado Bonnie Sue, Tan solo un hombre de la tripulación sobrevivió al derribo, el piloto Harold Fisher.
Meses más tarde, los interrogatorios a aviadores italianos capturados revelaron a los estadounidenses el origen de los misteriosos ataques que sufrían sus bombarderos. Cuando conocieron la identidad del traicionero piloto, idearon una emboscada para cazarle. Los estadounidenses consiguieron hacerse con una foto de Gina, la esposa de Rossi, que se encontraba en territorio controlado por los aliados (que ocupaban ya parte de la península italiana). A continuación prepararon un B-17 como señuelo, dibujando el rostro de Gina y escribiendo su nombre bien visible en el fuselaje. Para pilotar el bombardero se presentó voluntario Harold Fisher, que estaba deseoso de vengarse del derribo de su avión.
Un día tras otro, Fisher volaba con su B-17 en las zonas en las que actuaba Rossi esperando a que apareciese. Al fin, un día los tripulantes del bombardero vieron aproximarse un P-38 solitario y aparentemente amigo. Cuando el caza se acercó, su piloto, que como habréis imaginado era el subteniente Rossi, se llevó la sorpresa de su vida al ver que los aviadores aliados habían “dedicado” un bombardero a su mujer. Rossi no pudo resistirse a preguntar por radio por el origen del nombre del avión. Fisher hizo entonces unos comentarios poco corteses sobre las habilidades amatorias de Gina, y Rossi respondió enfurecido lanzándose al ataque y olvidando toda precaución. La tripulación del bombardero, que permanecía en alerta esperando el ataque, derribó sin dificultad el caza. Rossi tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia y fue capturado en tierra por una patrulla estadounidense. Pasó el resto de la guerra en un campo de prisioneros. Fisher fue condecorado por su acción con la Distinguished Flying Cross, mientras que el resto de la tripulación del “Gina” recibió a su vez la Air Medal.
Harold Fisher murió en 1948 cuando el avión que tripulaba se estrelló durante el puente aéreo de Berlín. Rossi fue a su entierro, demostrando que no guardaba ningún rencor al piloto estadounidense.
Gran historia ¿verdad? Parece un guión de película.
Y de hecho es casi completamente inventada.
No parece muy creíble que los estadounidenses perdiesen el tiempo en una investigación para dar con Gina (por cierto, un nombre sospechosamente cinematográfico) y luego pensasen en “tunear” un bombardero para cabrear a un marido celoso. Sin embargo la leyenda de Rossi y Fisher ha sido dada por cierta y citada por muchos autores, entre otros, por ejemplo, mi admirado Jesús Hernández en su libro Historias Asombrosas de la Segunda Guerra Mundial. No tengo conocimientos suficientes como para asegurar cuál es la fuente original, pero al parecer todo surge del libro Fork-Tailed Devil: The P-38, del autor estadounidense Martin Caiden, famoso, además de por sus amplios conocimientos sobre aviación militar, por sus supuestos poderes telequinésicos.
Hay detalles que son auténticos. Es cierto que los italianos capturaron en Cerdeña un Lockheed P-38 Lightning en una fecha cercana a la que se cita, concretamente el 12 de junio de 1943. Y también es cierto que un oficial italiano propuso utilizarlo, aprovechando su inconfundible figura (de fuselaje doble) para engañar a los bombarderos enemigos y aproximarse a ellos para atacarlos por sorpresa. El oficial que sugirió la idea se llamaba en realidad Angelo Toldi, y era un coronel destinado en el centro de estudios de la Regia Aeronautica en Guidonia, donde eran testados los aviones enemigos capturados.
El 11 de agosto de 1943 Toldi despegó con el P-38, que presentaba ya las insignias italianas pintadas en su fuselaje, junto a una escolta de varios Macchi 202. En las proximidades de Torvaianica, sobre el mar Tirreno, los italianos se encontraron con una formación de B-17 que regresaban de una incursión contra las instalaciones ferroviarias de la ciudad de Terni, en el centro de Italia. Toldi atacó junto al resto de cazas italianos, es decir, que no tenía intención de engañar a los aviones enemigos. Se lanzó contra el último bombardero de la formación, el Bonnie Sue (el otro dato auténtico), del 419º Escuadrón del 301º Grupo de Bombardeo de la USAAF, con base en St. Donat, Argelia. El avión fue alcanzado repetidamente por el cañón de 20mm del caza y se estrelló en el mar.
Toldi hizo algunas salidas más con el P-38, pero no derribó ningún otro aparato enemigo. De hecho el Bonnie Sue es el único caso conocido de avión aliado abatido por un caza capturado por el Eje.
El P-38 Lightning de Toldi, con insignias italianas:
El subteniente Guido Rossi nunca existió. Ni su esposa Gina. Ni siquiera Harold Fisher, el supuesto piloto vengador. La tripulación del Bonnie Sue estaba compuesta por:
Piloto: teniente Albert J. Fensel
Copiloto: sargento Bobbie W. Follett
Navegante: segundo teniente Richard E. Jameson
Bombardero: segundo teniente Peter M. Robeck
Ingeniero de vuelo / artillero de torreta superior: sargento Martin L. Poler
Artillero de torreta lateral: sargento Robert W. Kennedy
Operador de Radio: sargento Rodman H. Robinson
Artillero de torreta ventral: sargento William L. Cummings
Artillero de cola: sargento Jack Ledford
El piloto, el teniente Al Fensel, murió instantáneamente al ser alcanzado por un proyectil de 20 mm. Solo Jameson, Robeck, y Ledford sobrevivieron al derribo. Fueron rescatados por un PBY Catalina después de permanecer sesenta horas en el agua.
Que nadie entienda este post como una crítica a Jesús Hernández, es algo que le puede pasar a cualquiera. Seguro que entre las historias que cuento en el blog también hay más de una falsa. Sin ir más lejos, en este mismo caso lo único que he hecho ha sido dar más credibilidad a unas fuentes que a otras. Para escribir un libro o una página web de anécdotas e historias cortas sería una auténtica locura dedicarse a confirmar cada dato. Uno tiene que fiarse de los que se supone que ya han realizado antes un trabajo de documentación. Aunque a menudo es demasiado suponer. Así que repetiré un consejo que ya di alguna vez: no os creáis demasiado lo que leéis en internet. Incluyendo este blog.
Fuentes:
http://galleryofaviation.com/articles/unusual/unusual1-2.html
http://www.301bg.com/B-17_42-30307.cfm
http://www.warbirdinformationexchange.org/phpBB3/viewtopic.php?t=13456
http://www.forosegundaguerra.com/viewtopic.php?f=15&t=7337&start=15