Una gran bobada

La estación de radio de Nauen era un centro de investigación en sistemas de "telegrafía sin hilos" propiedad de la compañía alemana Telefunken. Desde su entrada en servicio en 1906, los técnicos de Telefunken trabajaban allí en el desarrollo de equipos de radiocomunicación entre Alemania y sus colonias en África y el Pacífico.

Durante la Primera Guerra Mundial Nauen adquirió una importancia inesperada. La Royal Navy había cortado los cables transatlánticos que partían de Alemania, de modo que la radio se convirtió en el único medio por el que el país podía seguir en comunicación directa con sus colonias. La estación quedó bajo el control de la Kaiserliche Marine, aunque continuaba dirigida por un civil, el ingeniero de Telefunken Hans Bredow.

En 1916 Bredow dio un gran impulso al desarrollo de la estación, ampliando las instalaciones e incrementando su capacidad funcional. Por esa misma época los radiooperadores encargados de las transmisiones comenzaron a amenizar las aburridas comunicaciones oficiales insertando espacios de música o charlas habladas... hasta que la Kaiserliche Marine se lo prohibió. Para los militares, los espacios radiofónicos de entretenimiento eran “una gran bobada” sin ningún futuro.

En octubre de 1920 la empresa estadounidense Westinghouse obtuvo la licencia de emisión para la primera estación de radio comercial del mundo, la KDKA. con la intención de informar sobre las elecciones presidenciales de aquel año. Las instalaciones se completaron justo a tiempo, y el 2 de noviembre de 1920 se emitió el primer programa electoral radiofónico de la historia. Nacía así la radio comercial y comenzaba la era de los medios de comunicación de masas.

5 comentarios:

  1. Quién iba a decir después de tanto tiempo que son las "bobadas" y el entretenimiento la base de los medios actuales. Eso es como el que dijo que el cinematógrafo no tenía futuro.
    Un saludo.

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    1. Lo cierto es que viendo los contenidos que ofrecen los medios de comunicación actuales habría que dar la razón a los militares alemanes.
      Un saludo, Cayetano.

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  2. Se iniciaba entonces un nuevo mundo en las comunicaciones.
    He dado un paseo por su blog, que no conocía y me ha parecido excelente. En algún otro artículo suyo he comentado, en otros no, pero también me han gustado como el de la princesa Daisy de Pless, un relato, casi un cuento de otros tiempos.
    Así que no le extrañe verme por aquí en más ocasiones.
    Un saludo.
    Un saludo.

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    1. Gracias. Seguro que nos veremos bastante a partir de ahora. En mi blog o en el suyo.
      Un saludo.

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