El Surcouf

El Tratado Naval de Washington de 1922 limitaba el número de grandes buques de cada una de las potencias navales, así como su desplazamiento, potencia y calibre de sus cañones. Durante las conferencias previas Francia había rechazado todas las propuestas que se hicieron para incluir los submarinos dentro de las limitaciones del tratado, consiguiendo dejarlos al margen. La apuesta francesa por el arma submarina iba más allá de construir un gran número de sumergibles convencionales. Su imaginativa solución para burlar las restricciones que imponía el tratado de Washington consistió en proyectar una serie de submarinos de gran tonelaje, con artillería propia de un crucero, cuya función principal sería realizar la guerra corsaria, además de poder presentar batalla a las flotas enemigas tanto en superficie como sumergidos. El primero de la serie empezó a construirse en el Arsenal de Cherburgo en diciembre de 1927 y fue botado el 18 de octubre de 1929. Fue entregado a la marina francesa en mayo de 1934 con el nombre de Surcouf, en honor de un famoso corsario francés de la época napoleónica. En su tiempo recibió la denominación de crucero submarino. Iba a ser el primero de una serie de tres, pero pronto quedaron en evidencia sus limitaciones y sus fallos, por lo que finalmente fue el único que se construyó.

El crucero submarino Surcouf:

Surcouf
La idea era combinar las virtudes de un crucero con las de un submarino: contaba, como todos los submarinos, con tubos lanzatorpedos (8 de 550 mm y 4 de 400mm) a los que se añadían además dos cañones de 203 mm situados en una torre doble estanca con los que podía presentar batalla a unidades de superficie de rango igual o menor a un crucero ligero. Contaba también con armamento antiaéreo, consistente en dos cañones de 37 mm y cuatro ametralladoras montadas en afustes dobles de 12,7 mm. Tenía además un hidroavión de reconocimiento Besson MB.411, guardado en un hangar estanco tras la torre.

Vista de la vela del Surcouf con la torre y el hangar:

vela Surcouf
El hangar abierto:

hangar Surcouf
Con sus 4.000 toneladas y 110 metros de largo, el Surcouf fue el mayor sumergible del mundo hasta la entrada en servicio del I-400 japonés. Tenía una tripulación numerosa, de más de 120 hombres, además de tener la capacidad de transportar hasta 40 prisioneros. Su autonomía era considerable, pudiendo hacer casi 20.000 Km sin repostar combustible y pudiendo almacenar alimentos para tres meses. Sus condiciones como buque corsario parecían temibles.

Pero muy pronto quedaron en evidencia sus deficiencias: tardaba mucho tiempo en sumergirse (dos minutos en llegar a profundidad de periscopio), lo que le hacía muy vulnerable a los ataques aéreos. En superficie era muy inestable para utilizar los cañones con eficacia, aparte de que al tener la cubierta tan baja su visibilidad y su alcance efectivo disminuían considerablemente. Su mantenimiento era muy caro en comparación con los submarinos convencionales, a causa de su tamaño y su numerosa tripulación. Por si fuera poco, fue muy propenso a sufrir averías graves, que más de una vez estuvieron a punto de acabar en tragedia.

Puesto de radio del Surcouf:

radio Surcouf
Características técnicas:

Eslora: 110 m.
Manga: 9,35 m.
Calado: 7,25 m
Desplazamiento en superficie: 3.250 toneladas
Desplazamiento sumergido: 4.304 toneladas
Velocidad: 18,5 nudos (superficie) / 10 nudos (sumergido)
Autonomía: 10.000 millas a 10 nudos / 60 millas a 5 nudos (sumergido)
Profundidad máxima de operación: 80 m
Motores: 2 diesel Sulzer de 7.600 CV
Hélices: 2
Armamento: 2 cañones de 203 mm en una torre doble (con 600 proyectiles)
8 Torpedos de 550 mm. en sus tubos + 14 almacenados
4 Torpedos de 400 mm. en sus tubos + 8 almacenados
2 cañones antiaéreos de 37 mm
2 ametralladoras antiaéreas de 13,2 mm
Un hidroavión MB.411 y una lancha de abordaje a motor de 5 metros

Vista delantera de la torre con sus cañones de 203 mm:

torre Surcouf
Vista de la popa y uno de los cañones antiaéreos de 37 mm:

popa Surcouf
El hidroavión que embarcaba el Surcouf era un Besson MB.411 “Pétrel”, un biplaza de líneas simples desarrollado por Marcel Besson con el nombre de MB.410 a partir del MB.35. El prototipo resultó destruido en un accidente, pero el proyecto llamó la atención de los responsables de la Marina Francesa, que estaban buscando un hidroavión de pequeñas dimensiones (tenía que entrar plegado en un pequeño hangar de 2 metros de diámetro y 7 metros de largo) y manejable (tenía que poder ser sacado del hangar y preparado para despegar en pocos minutos), para embarcarlo como avión de reconocimiento en el Surcouf. Tan sólo se construyeron dos unidades, la primera de ellas entró en servicio en el Surcouf en septiembre de 1935.

petrel
Características del Besson MB.411:

Envergadura: 12,00 m
Longitud: 8,25 m
Peso: 1.020 kg
Velocidad máxima : 185 km/h
Motor: Salmson 9ND, 175 CV

El hidroavión fuera del hangar:

petrel Surcouf
La historia de las operaciones del Surcouf durante la guerra se ha adornado frecuentemente con leyendas y teorías extrañas sobre su fidelidad oculta al Eje o sus supuestos enfrentamientos con la marina estadounidense. Los primeros meses de la guerra estuvo patrullando en aguas de las Antillas y el Golfo de Guinea. En junio de 1940 el Surcouf se encontraba averiado en el puerto de Brest. Para evitar su captura por los alemanes se hizo a la mar y huyó cruzando el Canal de la Mancha, aún sin completar las reparaciones. El 18 de junio entró renqueante en el puerto de Plymouth, con un motor quemado y un timón fuera de servicio.

La sala de máquinas del Surcouf:

maquinas Surcouf
El 3 de julio, como parte de la Operación Catapulta (la neutralización de la flota francesa, por la que la Royal Navy la atacó por sorpresa en los puertos de Mers el Kebir y Dakar) el Surcouf fue abordado por submarinistas ingleses del HMS Thames, que se encontraba amarrado junto a él en el puerto de Plymouth. Los marinos franceses se resistieron a la captura del buque, dando lugar a un tiroteo que costó la vida a tres británicos y un marinero francés (uno de los muertos fue el comandante del Thames). Una vez el Surcouf estuvo en poder de los británicos, la tripulación francesa fue enviada al campo de prisioneros de Raleigh. Allí, los miembros de la tripulación que lo solicitaron fueron repatriados a la Francia de Vichy; los demás se quedaron y volvieron a servir en el Surcouf, después de que el buque fuese entregado a las Fuerzas Navales de la Francia Libre, una vez concluyeron las reparaciones en agosto de 1940.

En los meses siguientes, ya como un buque de la FNFL, el Surcouf fue destinado a la escolta de convoyes en el Atlántico. Se rumoreó que su tripulación pasaba información a los submarinos alemanes sobre la situación de los convoyes, e incluso que el propio Surcouf hundió algunos de los barcos que tenía que proteger, y que la desconfianza de los británicos hacia la tripulación francesa hizo que embarcasen en el submarino tres marinos y un oficial de la Royal Navy como operadores de radio. Lo cierto es que era normal que oficiales británicos embarcasen en los buques de las FNFL, como oficiales de enlace (eran los BLNO, British Liaison Naval Officers), aunque también es verdad que las relaciones entre franceses y británicos no eran precisamente amistosas. De nuevo problemas mecánicos hicieron que el Surcouf fuese enviado en 1941 al arsenal naval de Portsmouth, en Estados Unidos, para realizar más reparaciones y trabajos de modernización.

Cerrando la escotilla:

Surcouf
Surcouf
A finales de ese año el Surcouf tomó parte en la liberación de las islas de Saint Pierre y Miquelon, un pequeño enclave francés situado frente a las costas de Terranova. Hay una curiosa versión de este episodio: según se cuenta, fue una especie de arrebato del capitán Blaison, que además secuestró a un periodista del New York Times y le subió a bordo para que diese cuenta de su hazaña. Pero la cosa no queda ahí: como el gobierno estadounidense había firmado un tratado con el de Vichy por el que se comprometía a garantizar la soberanía de esas islas, la US Navy envió un destructor a Saint Pierre informando a su capitán de que tenía que expulsar de allí a un submarino francés. El Surcouf se enfrentó al destructor y lo alcanzó con un cañonazo que causó tres bajas entre su tripulación. Sin embargo, el periodista estadounidense que iba a bordo del Surcouf (eso parece que es cierto) no recogió este enfrentamiento, ni tampoco su supuesto secuestro. Lo cierto es que el Surcouf encabezó una pequeña flota de la que también formaban parte las corbetas Mimosa, Alysse y Aconit, y al mando del almirante Muselier las fuerzas de la Francia Libre ocuparon las islas el 24 de diciembre de 1941.

El periscopio:

Surcouf
En cubierta:

Surcouf
Desde Saint Pierre el Surcouf se dirigió a Bermuda. Allí recibió orden de zarpar rumbo al Pacífico cruzando el canal de Panamá, para proteger las islas de soberanía francesa en el Pacífico sur. El 12 de febrero de 1942 envió un mensaje a la base estadounidense de Guantánamo informando de que se dirigía al canal de Panamá, a donde iba a llegar el 17. Fue la última noticia que se tuvo del Surcouf, que desapareció con los 126 hombres de su tripulación. La historia oficial dice que se hundió tras ser embestido por el mercante estadounidense Thompson Lykes, pero esta versión fue puesta en duda tiempo después por investigadores franceses. El Thompson Lykes informó que había tenido una colisión con un objeto desconocido el 18 de febrero. Al parecer presentaba daños en la proa, pero no eran de la magnitud que tendría de haber impactado con un submarino de 4.000 toneladas (según se dijo el mercante ni siquiera disminuyó su velocidad tras la colisión). La versión alternativa que propusieron es que fue hundido por aviones estadounidenses que lo confundieron con un submarino alemán. El 19 de febrero las tripulaciones de dos A-17 y un B-18 con base en Río Hato, en Curaçao, declararon haber atacado y hundido “un submarino grande” a 50 millas del Canal. En los días siguientes se recogieron cadáveres en la costa de Cabo San Blas, que fueron enterrados sin identificar en el cementerio de la localidad.

Además de estas, no faltan las teorías conspiratorias, según las cuales el Surcouf fue hundido por la marina estadounidense como venganza por el supuesto enfrentamiento en Saint Pierre; después el gobierno de Roosevelt habría ocultado los hechos. Se dice que fue visto dirigiéndose a Martinica para liberarla y que el gobierno estadounidense dio orden de hundirlo a su aviación para evitar otro conflicto diplomático. Otra versión dice que al ser descubierto abasteciendo a un submarino alemán fue atacado y hundido por el submarino estadounidense USS Mackerel. Hay quien adorna la historia añadiendo que el Surcouf transportaba un gran cargamento de oro del Tesoro francés. Por último están los que creen que el Surcouf fue víctima de las misteriosas fuerzas que operan en el Triángulo de las Bermudas. Después de todo, no resulta sorprendente que su desaparición diese origen a historias como estas, ya que el Surcouf fue un buque único, posiblemente el más extraño de su tiempo.


Fuentes:
http://www.anciens-cols-bleus.net/divers-les-classiques-f146/le-croiseur-sous-marin-surcouf-t8139.htm
http://www.secondeguerre.net/articles/navires/fr/su/na_surcouf.html
http://derfflinger1982.blogspot.es/1232185740/
http://es.wikipedia.org/wiki/Surcouf_(submarino)
http://historia.mforos.com/681970/6855008-el-submarino-surcouf-feo-con-ganas/


2 comentarios:

  1. Los franceses, "haciendo amigos" entre los británicos y estadounidenses... ;)

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  2. Lo de hacer amigos nunca fue lo suyo.

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