Diez países casi desconocidos del periodo de entreguerras

Después de la Primera Guerra Mundial el planeta se llenó de nuevas fronteras. Los imperios Austrohúngaro y Otomano se desintegraron tras la derrota. También desapareció el Imperio Ruso, a cuya caída siguió una larga y caótica guerra civil. Se podía añadir un cuarto imperio, China, inmersa en un periodo de inestabilidad que aprovecharon las potencias extranjeras para ganar influencia. Y para completar la lista, estaban los imperios coloniales clásicos, que tuvieron que luchar contra el crecimiento de los sentimientos nacionalistas en sus colonias. Cuando se negociaron los diversos tratados firmados en la postguerra, en los que se desplazaron muchas fronteras y se trazaron otras nuevas, las comunidades nacionales que habían formado aquellos grandes imperios aspiraron a que se les reconociese el derecho a tener su propio estado. Muchas no lo consiguieron. Algunas alcanzaron la independencia de facto pero sin lograr el reconocimiento internacional, y otras acabaron convertidas en estados títeres de alguna potencia. Esta es una lista de algunos de aquellos estados, todos ellos desaparecidos tras una corta existencia. Básicamente se dividen en dos grupos: territorios que proclamaron su independencia para oponerse a las ambiciones imperialistas de una potencia, y territorios que proclamaron su independencia bajo la protección de una potencia para servir a sus intereses geoestratégicos. En ambos casos, tuvieron difícil lograr el reconocimiento internacional. Circunstancias opuestas, mismo final.

Esta no es una lista exhaustiva. Se podrían añadir algunos estados más aparecidos y desaparecidos entre, digamos, 1919 y 1939 (varios surgidos durante la guerra civil rusa, por ejemplo), pero he descartado los demasiado efímeros, los que apenas llegaron a tener control efectivo sobre su territorio teórico, y algunos que por la importancia que tuvieron en la historia no son tan desconocidos, como la Ciudad Libre de Danzig o Manchukuo. Además, cuando llegué al número redondo dejé de buscar.


República del Rif


En 1921 el cadí Abd el-Krim, líder del movimiento anticolonial en el Rif, logró unir a las distintas tribus rifeñas y organizar una sublevación general en la zona norte del Protectorado Español de Marruecos. En julio de 1921 los rifeños consiguieron una aplastante victoria militar en Annual, que supuso el abandono español de todos los puestos avanzados del interior del territorio. Aunque la guerra continuaba, el control de las tropas españolas se limitaba prácticamente a las ciudades (Ceuta, Melilla, Tetuán y Larache). En septiembre de 1921 Abd el-Krim convocó a los representantes de las cabilas a una reunión en la que se acordó la proclamación de la independencia del Estado Republicano Rifeño. Tras ser nombrado emir o presidente del consejo, Abd el-Krim formó un reducido gobierno compuesto por él mismo, un vicepresidente (su propio hermano) y cuatro ministros. La República inició una intensa actividad diplomática, solicitando su ingreso en la Sociedad de Naciones y ofreciendo el establecimiento de relaciones amistosas con España y Francia (que como era de esperar optaron por no reconocer al nuevo estado). En septiembre de 1925 tropas españolas y francesas desembarcaron en Alhucemas e iniciaron la reconquista del territorio. En mayo de 1926 la República del Rif fue disuelta. Abd el-Krim se entregó a los franceses, que le deportaron a la isla de Reunión.


Estado Libre de Fiume


Fiume (la actual Rikeja croata) era un puerto del Adriático perteneciente al Imperio Austrohúngaro. En 1919, cuando el Tratado de Trianon dispuso que la ciudad pasase al recién creado Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos (Yugoslavia), un alzamiento nacionalista italiano encabezado por el poeta Gabrielle D'Annunzio se hizo con la ciudad expulsando a las tropas de ocupación aliadas. La intención inicial de D'Annunzio era lograr la anexión de Fiume a Italia, pero cuando sus propuestas fueron rechazadas optó por proclamar la independencia de la ciudad con el nombre de Estado Libre de Fiume, nombrándose a sí mismo Duce (un título que poco después le copiaría Mussolini). En 1920 Italia y el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos firmaron el Tratado de Rapallo, que fijaba las fronteras entre los dos países. Aunque aceptaba la independencia de Fiume, el tratado también reconocía la integridad territorial de Yugoslavia. D'Annuncio rechazó el acuerdo y declaró la guerra a Italia. En diciembre de 1920 la armada italiana bombardeó la ciudad y obligó al poeta-dictador a rendirse. En 1924, dos años después de la llegada de Mussolini al poder, Fiume fue ocupada por las tropas fascistas y anexionada a Italia. Pasó a Yugoslavia después de la Segunda Guerra Mundial.


República de Lemko


Otro pequeño estado nacido de la desmembración de Imperio Austrohúngaro fue la República Popular Rutena de los Lemkos, proclamada el 5 de diciembre de 1918 en el oeste de Rutenia, en torno a la ciudad de Florynka. Su origen estuvo en el rechazo de la población local a quedar integrados en la República Nacional de Ucrania Occidental, el estado formado por los territorios del Imperio Austrohúngaro habitados por ucranianos. Los lemkos eran pro-rusos (como los que están tan de moda últimamente) y no estaban dispuestos a caer bajo el dominio ucraniano. Como la unión a Rusia era totalmente inviable, solicitaron su unión con la Rutenia Subcarpática y la anexión de ambos territorios a Checoslovaquia como provincia autónoma. Pero los rutenos subcarpáticos rechazaron la propuesta y optaron por unirse a Ucrania, dejando a los lemkos aislados en una pequeña franja entre Polonia, Ucrania y Checoslovaquia. En marzo de 1920, durante la guerra polaco-soviética, los polacos se anexionaron la República de Lemko, poniendo fin a su breve historia como estado independiente. En la actualidad el territorio que la formaba pertenece a Polonia. En 1947 los lemkos fueron dispersados y reasentados por la fuerza en otras provincias polacas.


República de los Montañeses


La República de las Montañas del Cáucaso Septentrional (también conocida como República de los Montañeses) fue un estado que reunió a distintos pueblos musulmanes del Cáucaso ruso (en los actuales territorios de Chechenia, Ingusetia, Osetia del Norte, Kabardino-Balkaria, Daguestán y Stavropol). La Unión de Pueblos del Cáucaso Norte, un movimiento nacionalista que aglutinaba a las distintas etnias de la región, nació en 1917, en el caos que siguió a la Revolución de Febrero y la abdicación del zar. Estos pueblos tenían ya una larga tradición de lucha por su independencia, y en el siglo XIX habían mantenido durante veinticinco años una guerra contra la ocupación rusa liderados por el imán Shamil (uno de cuyos nietos estaba entre los fundadores de la nueva república). Tras su declaración de independencia, el 11 de mayo de 1918 (en plena guerra civil rusa), la República fue reconocida por Alemania, el Imperio Otomano, Azerbaiyán y Georgia. Los montañeses resistieron a los ejércitos blancos hasta enero de 1920, cuando los rojos llegaron en su auxilio. En un principio los soviéticos fueron recibidos como libertadores, pero pronto los montañeses se volvieron también contra ellos cuando incumplieron su promesa de crear una república autónoma caucásica. En junio de 1920 el Ejército Rojo acabó definitivamente con la República de los Montañeses.


República del Lejano Oriente


La República del Lejano Oriente fue un estado teóricamente independiente que controlaba todo el extremo oriente ruso. En 1920, con los japoneses ocupando Vladivostok y otras regiones de Siberia, Lenin decidió que tenía que ceder territorio en el este para concentrar sus esfuerzos en la guerra en Europa (eso mismo había hecho dos años antes en el oeste, con la paz de Brest Litovsk). Así, no solo permitió la creación de un estado bajo protección japonesa en las remotas regiones siberianas, sino que incluso llegó a reconocerlo oficialmente. La República fue proclamada en Chitá el 6 de abril de 1920. Tras la firma de la paz con Polonia y la mejoría de la situación interna, Rusia volvió sus ojos al Lejano Oriente. Las tropas soviéticas atacaron y ocuparon Chitá, pero continuaron reconociendo la República, cuyo gobierno se había instalado en Vladivostok bajo la protección japonesa. Lenin aún creía que necesitaba un estado tampón entre la Rusia soviética y el Imperio Japonés para evitar un enfrentamiento directo. En junio de 1922 la presión internacional llevó a Japón a anunciar su retirada de Siberia, acabando con todas las esperanzas de supervivencia de la República. La retirada japonesa se completó en octubre de 1922. Los soviéticos conquistaron Vladivostok sin oposición, y el 15 de noviembre la República del Lejano Oriente se integró en la URSS.


República Popular de Tuvá


La República Popular de Tuvá (o Tannu Tuvá) fue un estado nacido durante la guerra civil rusa en el territorio de un antiguo protectorado del Imperio Ruso situado en la frontera con Mongolia. En agosto de 1921, con el apoyo del gobierno soviético, los bolcheviques tuvanos tomaron el poder y proclamaron la República Popular. En 1926 un tratado entre la URSS y Mongolia reconoció la independencia del país. En los años siguientes, el gobierno tuvano, encabezado por Donduk Kuular, fue alejándose progresivamente de Moscú y estableciendo lazos cada vez más estrechos con Mongolia, llegando a instaurar el budismo como religión oficial. En 1929 un golpe de estado promovido por los soviéticos depuso a Kuular (que fue ejecutado) y llevó al poder a un gobierno comunista, dirigido por Salchak Toka, que impulsó las granjas colectivas (un trabajo difícil, ya que la gran mayoría de los tuvanos habían sido educados en una cultura nómada) y persiguió el budismo y el chamanismo. El 25 de junio de 1941, tres días después del ataque alemán a la URSS, Tuvá entró en la Segunda Guerra Mundial declarando la guerra a Alemania. El 11 de octubre de 1944 el parlamento tuvano aprobó su incorporación a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas como el Oblast Autónomo de Tuvá. En la actualidad Tuvá es una república de la Federación Rusa.


Reino del Kurdistán


Las nuevas fronteras resultantes del colapso del Imperio Otomano tardaron varios años en fijarse. Aunque los cambios territoriales fueron inicialmente acordados en el tratado de Sèvres, este nunca llegó a entrar en vigor por diferencias irreconciliables entre Turquía y las potencias aliadas. Habría que esperar al tratado de Lausana, firmado en julio de 1923, para poner un poco de orden en el caótico Oriente Próximo. En ese tiempo los kurdos aprovecharon el vacío de poder para tratar de proclamar un estado independiente. No lo tenían fácil, ya que nadie había contado con ellos en las negociaciones y su país había sido dividido entre las potencias: la parte norte del Kurdistán seguía en manos turcas, el territorio del actual Irak pasó oficialmente a formar el Mandato Británico de Mesopotamia, y Siria se convirtió en un protectorado francés. En octubre de 1921 el jeque Mahmud Barzanji declaró la independencia del Reino del Kurdistán y se autoproclamó rey del nuevo estado. Los turcos intervinieron y acabaron en poco tiempo con el incipiente estado. En septiembre de 1922, los británicos, que habían logrado el control de Sulimania (la capital de Kurdistán iraquí), recurrieron a Barzanji para frenar un posible expansionismo turco y le nombraron gobernador de la provincia. Nada más llegar al cargo, Barzanji se rebeló de nuevo (esta vez contra los británicos) y volvió a proclamarse rey. Su reinado duró hasta julio de 1924, cuando fue depuesto por las tropas británicas.


República del Turkestán Oriental


La República del Turkestán Oriental fue una república islámica proclamada el 12 de noviembre de 1933 en el oeste de China, en el extremo occidental de la actual región autónoma de Sinkiang. Sus habitantes eran mayoritariamente de la etnia uigur, con minorías kazaja y han (hubo debates sobre si el estado debía llamarse "Turkestán Oriental" o "Uiguristán"). Su capital era la ciudad-oasis de Kashgar, un histórico centro político y comercial de la Ruta de la Seda. En 1934 las tropas del Kuomintang (la 36ª División, formada por chinos musulmanes de la etnia hui) derrotaron al ejército de la República en la batalla de Kashgar y ejecutaron a los dos emires, Abdullah Bughra y Nur Ahmad Jan Bughra, poniendo fin al estado uigur. En 1944 nació en el norte de Sinkiang una segunda República del Turkestán Oriental con la protección de la Unión Soviética (era de hecho un estado títere de Moscú), que mantuvo su independencia nominal hasta su conquista en 1949 por las fuerzas de Mao Zedong. En la actualidad sigue habiendo un fuerte movimiento islamista e independentista en la región.


Mengjiang


Conocido también como Mengkukuo o Mongokuo, Mengjiang fue un estado surgido en lo que hoy es la región autónoma china de Mongolia Interior, siguiendo el ejemplo de Manchukuo, el estado de sus vecinos manchúes. Bajo la protección del ejército Kwantung (el ejército japonés en Manchuria), Mengjiang proclamó su independencia el 12 de mayo de 1936. La élite dirigente la formaban los príncipes de los clanes mongoles más importantes, aunque el 80% de los habitantes del nuevo país eran chinos de la etnia Han. El jefe del estado era un noble mongol llamado Demchugdongrub. Pero en realidad Mengjiang era un estado títere en manos del ejército Kwantung, con su gobierno totalmente controlado por los "asesores" militares japoneses. El objetivo de Japón era debilitar a China utilizando el nacionalismo mongol, aunque el nuevo estado les causó problemas inesperados y nunca permitieron que tuviese demasiada autonomía, ya que los nacionalistas mongoles mostraban peligrosas ansias expansionistas contra la República de Mongolia, con un gobierno pro-soviético (lo que ocasionaba graves tensiones entre Japón y la URSS) e incluso contra la propia Manchukuo. Mengjiang sobrevivió hasta la derrota japonesa en agosto de 1945, cuando fue conquistado por tropas soviéticas y mongolas. Después de la guerra se reintegró en China.


Terranova


Terranova era una colonia británica que en 1907 adquirió el status de Dominio, con un nivel de autogobierno que en la práctica le convertía en un estado independiente, al igual que su vecina Canadá, Australia o Nueva Zelanda. Era un territorio poco poblado, de clima duro, con una economía basada en la pesca, la minería y la industria maderera. En 1931 el Estatuto de Westminster le concedió la independencia dentro de la Commonwealth Británica, considerada como una asociación libre entre iguales unidos por la lealtad común a la Corona. Pero Terranova nunca llegó a ratificarlo. El 16 de febrero de 1934 su Parlamento aprobó la renuncia del país al autogobierno para volver a convertirse en una colonia británica. Es uno de los pocos casos en la historia en el que una colonia regresó voluntariamente al yugo de la antigua metrópoli. Las razones fueron una desastrosa situación económica, con el país destrozado por las consecuencias de la Gran Depresión, y los graves escándalos de corrupción que afectaron a muchos de sus dirigentes políticos, y que en abril de 1932 habían obligado al primer ministro Richard Squires a huir del país cuando una multitud enfurecida asaltó la sede del gobierno. En 1949 Terranova recuperó su autogobierno, pero en lugar de convertirse en un estado independiente optó por unirse a Canadá.

Un juego de niños

La noche del 15 de noviembre de 1942, durante la batalla naval de Guadalcanal, a bordo del acorazado estadounidense South Dakota se desató un auténtico infierno. En pleno combate, una avería en el sistema eléctrico dejó al buque indefenso, sin radio, sin radar y con sus torres de artillería inutilizadas. Media docena de cruceros y destructores japoneses aprovecharon la oportunidad y concentraron el fuego de todas sus armas contra él. El South Dakota recibió hasta veintiséis impactos de la artillería enemiga (con mucha fortuna esquivó todos los torpedos que le lanzaron, lo que probablemente le libró de acabar en el fondo del océano). Cuando logró retirarse de la lucha, treinta y nueve de sus tripulantes habían muerto, y otros cincuenta y ocho habían resultado heridos.

Entre estos últimos se encontraba Calvin Graham, un marinero perteneciente a los equipos de control de incendios del acorazado. Calvin tuvo una actuación destacada durante el combate antes de caer alcanzado por la metralla. Al menos eso se deduce de las distinciones que recibió por su comportamiento en la batalla: además del Corazón Púrpura (que se concede a los heridos en combate), sus superiores le recomendaron para la Estrella de Bronce, la cuarta condecoración estadounidense en importancia. Pero sus medallas no le durarían mucho tiempo. La razón por la que Calvin perdió todos sus honores fue una indiscreción cometida por su madre. Durante su convalecencia en el hospital, la señora Graham reveló que su hijo había nacido el 3 de abril de 1930, así que en mayo de 1942, la fecha de su alistamiento, Calvin apenas tenía 12 años. Es el soldado estadounidense más joven de todos los que combatieron en la Segunda Guerra Mundial. Y como es lógico lo había conseguido incumpliendo las leyes de reclutamiento y mintiendo sobre su edad.

Al salir del hospital Calvin fue conducido directamente a un calabozo. Fue liberado tres meses más tarde, y solo cuando su familia amenazó con acudir a la prensa. En mayo de 1943 fue expulsado de la Marina. La baja con deshonor suponía la pérdida de todos sus derechos como veterano, incluido el de recibir asistencia médica gratuita por las secuelas de sus heridas.

Unos años más tarde Calvin se alistó en el Cuerpo de Marines. Aquello le permitió ser considerado un veterano de pleno derecho, pero para él no era suficiente. Calvin se pasó el resto de su vida luchando por recuperar los derechos que él consideraba que le correspondían por su servicio en la Marina. Mucho tiempo después, en 1978, consiguió un primer triunfo cuando el presidente Carter obligó a la Marina a limpiar su hoja de servicios y a la restitución de todos sus honores y medallas, a excepción del Corazón Púrpura. En 1988 otro presidente, Ronald Reagan, le concedió una pensión por incapacidad y una indemnización por los gastos médicos que había tenido en el pasado. Finalmente, en 1994 el presidente Bill Clinton le devolvió el Corazón Púrpura. La condecoración fue recogida por su viuda. Calvin Graham había muerto dos años antes.

El extraño caso del político mentiroso

Douglas Stringfellow era un héroe de guerra. Como agente de la OSS (la organización predecesora de la CIA, encargada de operaciones encubiertas en territorio enemigo) participó en numerosas misiones en la Europa ocupada por los nazis. En una de ellas logró secuestrar y trasladar a Inglaterra al físico Otto Hahn, Premio Nobel de Química y máxima figura de la investigación atómica alemana. Durante otra peligrosa misión en Alemania fue capturado y enviado al campo de concentración de Bergen-Belsen. Allí la Gestapo le sometió a continuas torturas físicas y psicológicas, que resistió gracias a su fortaleza moral y su fe en Dios. Logró escapar con la ayuda de la resistencia alemana antinazi y, pese a las terribles experiencias que había sufrido, no tardó en volver a la lucha. Poco después, durante una misión de reconocimiento en busca de unos lanzadores de cohetes alemanes, resultó herido de gravedad al pisar una mina. Aquel fue el final de su carrera militar: Stringfellow había perdido la movilidad de sus dos piernas.

Después de la guerra Stringfellow regresó a casa con sus creencias religiosas fortalecidas. Hasta 1948 estuvo sirviendo como misionero de la iglesia mormona en el norte del estado de California. En 1949 comenzó a trabajar como locutor de radio en una emisora de Utah, su estado natal. Unos años después decidió dar el salto a la política. Era un joven desconocido y sin experiencia, pero con una gran facilidad para hablar en público, fuertes convicciones morales, un pasado como héroe de guerra y una historia de superación que conmovía a todo el que la escuchaba. En 1952, con 32 años, Douglas Stringfellow se presentó por el Partido Republicano a la Cámara de Representantes de los Estados Unidos. Ganó las elecciones en su distrito con más del 60% de los votos. En aquellos tiempos iniciales de la guerra fría, él representaba al tipo de líder que la sociedad estadounidense reclamaba: un hombre fuerte pero dispuesto al sacrificio, seguro de sí mismo, de sus creencias y de su país.

No parece que en los dos años que Stringfellow ocupó su escaño en el Congreso destacase demasiado por su labor en Washington. En cambio, en Utah su popularidad no dejó de aumentar gracias a las giras que hizo a lo largo y ancho del estado, dando charlas dedicadas más a cuestiones religiosas que políticas. En sus conferencias utilizaba a menudo episodios autobiográficos. El interés del público por su historia llevó al congresista a firmar un contrato con una productora cinematográfica que planeaba hacer una película sobre su vida. En 1954, cuando se aproximaba la fecha de presentarse a la reelección, Stringfellow se había convertido en una de las grandes promesas del Partido Republicano. Fue entonces cuando acudió como invitado al programa de televisión líder de audiencia en todo el país, This is your Life ("Esta es su vida", que ya salió en este blog, en su versión griega, cuando conté la historia del secuestro del general Kreipe). A través de unas emotivas recreaciones y los testimonios de algunos de sus compañeros de armas, el show dio a conocer a toda la nación el pasado heroico del político de Utah. Su aparición en el programa estrella de la televisión norteamericana podía suponer el empujón que necesitaba para hacerse un nombre a nivel nacional y aspirar a cargos más altos. Sin embargo, su gran momento de gloria acabaría siendo la causa de su caída en desgracia.

Muchas personas que conocían a Stringfellow (y otras que no le conocían, como los auténticos soldados que capturaron a Otto Hahn) vieron incrédulos cómo el programa consistía en una sucesión de relatos de falsos testigos y recreaciones de episodios totalmente inventados. Las primeras protestas no tardaron en llegar a la prensa, y los periódicos comenzaron a acusar a Stringfellow de fraude. El congresista trató de defenderse del escándalo solicitando al presidente Eisenhower que desclasificase los documentos secretos referidos a sus misiones para la OSS. Probablemente suponía que el presidente se limitaría a explicar que aquello no se podía hacer. En cambio, recibió una inesperada respuesta de la CIA, que aseguró que aquellos documentos no habían existido nunca. Poco después se hizo público su auténtico historial militar. Era cierto que había sido herido por una mina, pero en su hoja de servicios no figuraba ninguna acción heroica. Había sido un simple soldado raso de la USAAF, sin ninguna relación con la OSS ni con operaciones encubiertas de ningún tipo.

Cuando se descubrió el fraude, la prensa y la opinión pública se ensañaron con el congresista. Posteriores investigaciones periodísticas descubrieron que también había mentido en relación a sus estudios y que los dos títulos universitarios de los que presumía en su curriculum eran completamente inventados (las universidades afectadas afirmaron no tener constancia de que Stringfellow hubiese sido nunca alumno suyo). Sus rivales políticos comenzaron a decir incluso que exageraba su minusvalía y que en realidad podía andar con la ayuda de un simple bastón. Aquella era una acusación injusta (era cierto que podía caminar, aunque para hacerlo necesitaba unos incómodos aparatos ortopédicos), pero ya nadie estaba dispuesto a defenderle. El 16 de octubre de 1954, dos semanas antes de las elecciones, el congresista Stringfellow hizo una confesión pública obligado por su iglesia. Inmediatamente después fue expulsado del Partido Republicano. A pesar del desprecio que casi todo el mundo le mostraba, aún intentó sacar algún provecho de su popularidad organizando una gira de conferencias, que como era de esperar fue un rotundo fracaso. Finalmente volvió a trabajar como locutor de radio, utilizando un pseudónimo. Murió de un ataque al corazón en 1966, con solo 44 años.

El congresista Stringfellow confesando su engaño ante las cámaras:


En los últimos tiempos se ha tratado de limpiar el nombre de Douglas Stringfellow desde círculos próximos a su familia, asegurando que él en realidad no mentía, ya que estaba convencido de que las vivencias que contaba eran completamente reales. Según dicen, durante su larga y dolorosa convalecencia en el hospital su mente comenzó a fabricar recuerdos falsos a partir de retazos de historias que escuchaba o leía, convirtiéndose a sí mismo en un héroe de guerra como protección psicológica contra las graves secuelas físicas que le habían dejado sus heridas y la dureza de su regreso a casa en aquellas condiciones. Según su familia, cuando saltó el escándalo Stringfellow comenzó a dudar y al final se dio cuenta de que sus recuerdos no eran reales, pero antes de que le considerasen un enfermo mental prefirió decir que se había inventado todo y quedar como un farsante ante el mundo entero. No me parece una explicación muy creíble, aunque imagino que cuando una persona se crea una vida falsa y mantiene la mentira incluso cuando sabe que inevitablemente acabará siendo descubierto, tiene que haber algo en su mente que no funcione del todo bien.

Fuentes:
http://www.museumofhoaxes.com/hoax/archive/permalink/douglas_r._stringfellow
http://www.sltrib.com/sltrib/politics/57246509-90/stringfellow-war-utah-says.html.csp
http://en.wikipedia.org/wiki/Douglas_R._Stringfellow

Un mensaje oculto

A finales de la década de los treinta Copenhague se convirtió en una de las ciudades punteras en investigación atómica a nivel mundial gracias al trabajo de Niels Bohr, el padre de la mecánica cuántica. En aquella época uno de los colaboradores principales de Bohr era Otto Frisch, un judío austriaco que había llegado a Dinamarca huyendo de los nazis, y que más tarde, en 1939, acabaría por instalarse en Gran Bretaña. Frisch era sobrino de Lise Meitner, otra física atómica de renombre internacional exiliada en Suecia desde 1938. En abril de 1940, cuando los alemanes invadieron Dinamarca, Meitner escribió un telegrama a su sobrino, por entonces residente en Birmingham, para informarle de la situación de Bohr y su familia. La carta terminaba de forma enigmática, pidiéndole que hiciese llegar las noticias a "Maud Ray Kent". Frisch enseñó el telegrama a varios físicos británicos, también colegas de Bohr, que sin duda se tranquilizaron al saber que el sabio danés se encontraba sano y salvo, pero que no pudieron dejar de preguntarse por el significado de aquel misterioso nombre. Por fortuna, entre aquellos científicos se encontraban varias de las mentes más brillantes de la nación, así que no tardaron en descubrir el secreto que escondían aquellas palabras: "Maud Ray Kent" resultó ser un anagrama de "radyum taken": ¡Los nazis habían capturado los equipos de investigación daneses! Aquel interés por el átomo solo podía significar una cosa: Hitler había iniciado la carrera por la bomba. Alarmados, varios de los mejores científicos británicos se dirigieron a su gobierno solicitando la creación de un grupo de trabajo que comenzase a estudiar las posibilidades de desarrollo de un arma nuclear. En recuerdo del mensaje que les había avisado de las intenciones alemanas, el grupo fue bautizado con el nombre de Comité MAUD. Oficialmente se dijo que MAUD eran las siglas de "Military Application of Uranium Detonation". Aquel fue el origen del programa nuclear británico.

Maud Ray era el nombre de una antigua institutriz inglesa de los hijos de Niels Bohr. Vivía en Kent.

El bombardeo japonés que paralizó el Proyecto Manhattan

Los Fu-Go, o "globos de fuego", fueron un intento japonés de responder a los bombardeos estadounidenses por medio de armas sencillas y baratas, con las que esperaban alcanzar el territorio continental norteamericano, provocando el pánico entre la población, dañando su economía y distrayendo recursos de los frentes de combate a la retaguardia del enemigo. Se trataba de simples globos de papel de arroz rellenos de hidrógeno y cargados con artefactos incendiarios o bombas de metralla de entre 12 y 20 kilos de peso, que se lanzaban desde el archipiélago japonés con la confianza de que la corriente de chorro que cruza el Pacífico Norte de este a oeste los enviase directamente sobre Estados Unidos y Canadá. Entre noviembre de 1944 y abril de 1945 Japón lanzó más de 9.300 fugos. Los resultados que consiguieron fueron insignificantes. Su mayor "éxito" fue la muerte de una mujer y cinco niños que tuvieron la desgracia de encontrar uno de aquellos globos durante una excursión campestre en Oregón.

El 10 de marzo de 1945 un fugo se enredó en los cables de la línea de alta tensión que partía de la central hidroeléctrica de Bonneville, en el estado de Washington, provocando un cortocircuito e interrumpiendo el suministro a la planta de Hanford, una instalación secreta que albergaba el primer reactor nuclear utilizado para la producción a gran escala de plutonio (con el que se fabricaría la bomba lanzada sobre Nagasaki). Los dispositivos de seguridad funcionaron y el corte de electricidad no duró más de un minuto, pero aquello bastó para detener el reactor al interrumpirse la alimentación de las bombas de refrigeración. Fueron necesarios tres días para que el reactor volviese a funcionar a plena potencia. Además, el incidente causó algunos temores de que el ataque no hubiese sido casual y de que el enemigo hubiese descubierto el secreto del Proyecto Manhattan. Finalmente, todo se quedó en un retraso anecdótico en la producción de plutonio que no afectó en nada al programa nuclear estadounidense.