El piloto que sobrevivió a tres misiones suicidas

La verdad es que el título es engañoso. Al leerlo uno podría pensar que va a ser la historia de un kamikaze indestructible que estrellaba una y otra vez sus aviones contra los buques enemigos sin sufrir daño alguno. Pero no, en realidad la historia de Yutaka Yokota es un ejemplo que demuestra la poca efectividad de los kaiten, los torpedos tripulados japoneses. El contramaestre Yokota participó en tres misiones, pero no llegó a ser lanzado en ninguna de ellas, debido a problemas mecánicos de su kaiten o a que el submarino que lo transportaba fue incapaz de burlar las defensas enemigas. De hecho no fue un caso único. Un compañero suyo, el contramaestre Shinkai, participó en las mismas misiones que Yokota con el mismo resultado. La diferencia es que Yokota escribiría un libro años después, mientras que de Shinkai es difícil saber siquiera si sobrevivió a la guerra.

En contra de lo que se pudiera pensar, la Marina Imperial no tenía demasiados problemas para encontrar voluntarios para la Kaiten Tokkoutai, o "Fuerza Especial de Ataque Kaiten". Para ser seleccionado al contramaestre Yokota le ayudó ser el menor de cuatro hermanos, porque los candidatos con cargas familiares eran automáticamente descartados para formar parte de la unidad suicida. Desde el inicio del proyecto, en septiembre de 1944, Yokota intervino en el diseño y las pruebas de los kaiten, que se construían en una base secreta de la Marina Imperial en la isla de Otsushima, en la prefectura de Yamaguchi. Después participó en tres misiones y sobrevivió a todas. Así que se puede suponer con bastante seguridad que al final de la guerra había pasado más tiempo dentro de un kaiten que cualquier otro piloto.

A finales de marzo de 1945 Yokota recibió por fin la noticia que había estado esperando durante meses. Para hacer frente a la flota aliada que estaba apoyando los desembarcos en Okinawa, la Marina había creado el Grupo Especial Tatara, formado por cuatro submarinos modificados para transportar kaiten. A Yokota y otros cinco compañeros les destinaron al I-47, un submarino que en noviembre de 1944 ya había participado en la primera misión kaiten de la guerra, el ataque al atolón Ulithi.

Antes de su primera misión (y en teoría la última) a Yokota le concedieron un permiso especial de cuatro días, que aprovechó para ir a visitar a su familia. Había pasado mucho tiempo entrenándose, y en esos meses ya había asimilado completamente la idea de que iba a morir. Pero según relató más tarde el reencuentro con sus familiares le provocó un momento de debilidad. No se atrevió a contarles el tipo de misión que le esperaba.

Si la despedida de su familia le hizo tener dudas, las muertes de sus compañeros en ataques suicidas o en accidentes durante los entrenamientos le reforzaban en sus convicciones. Le entristecían las muertes de sus amigos, pero también veía en ellos el ejemplo a seguir y sentía que le daban valor para afrontar su propio sacrificio. A menudo Yokota expresaba su impaciencia por que llegase el momento de que le asignasen una misión, y sentía pena por los compañeros que quedaban apartados de las misiones programadas a causa de la escasez de submarinos.

Yutaka Yokota y sus compañeros destinados al submarino I-47. Yokota es el primero por la izquierda en esta fotografía. Siguiendo de izquierda a derecha: contramaestre Furukawa, subteniente Kakizaki, subteniente Maeda, contramaestre Yamaguchi y contramaestre Shinkai. Todos ellos tienen ramas de cerezo en flor, el símbolo de los samurais:

yutaka yokota
Los pilotos de kaiten del I-47 se despiden al embarcar en el submarino. Dos de los seis, los contramaestres Yokota y Shinkai, sobrevivirían a las tres siguientes misiones del submarino por culpa de los continuos fallos mecánicos de sus kaiten:

i47 kaiten
Momentos antes de zarpar los hombres saludan alzando sus espadas y las ramas de cerezo sobre los kaiten:

kaiten yokota
29 de marzo de 1945; el I-47 abandona el puerto de Hikari, al sur de Japón, para dirigirse a aguas de Okinawa y enfrentarse a la marina estadounidense:

i47 yokota
El 31 de marzo de 1945 el I-47 fue descubierto por los destructores de escolta estadounidenses cuando trataba de sobrepasar la barrera defensiva que protegía a la flota de desembarco en Okinawa. El submarino se vio obligado a retirarse antes de haber podido lanzar sus kaiten. Las doce horas siguientes sufrió el acoso de dos destructores y continuos ataques con cargas de profundidad que causaron un gran escape de aceite en el submarino. Logró regresar a su base casi de milagro. Además los kaiten que transportaba también resultaron dañados.

Pasó un mes mientras se reparaban los daños, hasta que al fin el I-47 volvió a zarpar el 2 de mayo, una vez más para dirigirse contra la flota aliada en Okinawa. Al submarino le llevó mucho tiempo encontrar blancos para sus kaiten. Finalmente avistaron dos buques enemigos y se aprestaron para el ataque. Así cuenta Yokota cómo vivió ese momento:


Cuando la cabina ha sido cerrada desde abajo, el único medio de comunicación es el teléfono."¡Todos los kaitens preparados para el lanzamiento!, llegó la orden. "Lanzaremos los kaitens uno y cuatro! ¡Los demás que esperen órdenes!" Ésos eran los kaitens del comandante Kakizaki y de Yamaguchi. Oyes el sonido de la cinta de sujeción que se suelta. Luego el rugido del despegue, se alejan. Estábamos al lado unos de otros. Sólo oyes el sonido. A través del periscopio, sólo puedes ver las burbujas blancas que dejan detrás. 
Después de 20 minutos o así oímos ¡GWAAAAN! Una explosión tremenda. Llamas por teléfono. "¿Cuándo voy? ¿Qué se supone que tengo que hacer?" "Sólo se han divisado dos barcos enemigos" "¿Qué? ¿No podeis encontrar más?"


En realidad no hizo falta buscar mucho, porque el primer ataque había puesto en alarma a la flota estadounidense y los buques de escolta se lanzaron a la caza del submarino. El capitán del I-47 decidió lanzar un kaiten contra los destructores, pero entonces hubo un fallo en la linea telefónica que comunicaba al kaiten de Yokota con el submarino. Eso impidió su lanzamiento e hizo que el escogido fuese el contramaestre Shichiro Furukawa. Como resultado de este segundo lanzamiento el I-47 reportó el hundimiento de un destructor enemigo (la Marina japonesa solía ser demasiado optimista al informar de los resultados de sus ataques).

En su tercera misión, tan sólo cinco días después, el I-47 se encontraba en su área asignada, entre Guam y Okinawa, cuando avistó un crucero enemigo (probablemente el neozelandés Achilles). Pero cuando trató de atacarlo dos de los tres kaiten que le quedaban sufrieron problemas mecánicos. Uno de ellos fue el de Yokota, que tuvo dos escapes en los conductos de oxígeno, y de nuevo se quedó sin lanzar. El tercer kaiten sí que pudo lanzarse, pilotado por el subteniente Hajime Maeda. Una vez más el capitán del I-47 se pasó de optimista y reportó un impacto en el crucero enemigo.

Al I-47 se le ordenó entonces regresar a Japón. Permaneció en la base naval de Kure hasta el 19 de julio, cuando hizo su última salida formando parte del Grupo Especial Tamon junto a otros cinco submarinos equipados con kaiten. Pero debido al mal tiempo no logró hacer contacto con ningún buque enemigo, y el I-47 regresó a puerto sin haber lanzado ninguno de sus kaiten.

Este palmarés de misiones fracasadas de Yokota ilustra la poca eficacia de los kaiten. A sus frecuentes problemas mecánicos se unía la calidad de las defensas antisubmarinas estadounidenses y las pocas posibilidades que tenían los submarinos que los transportaban al aproximarse a sus objetivos.

Cuando el Emperador anunció la rendición de Japón, Yokota cayó en una profunda depresión y estuvo mucho tiempo dándole vueltas a idea del suicidio. Después de haber tomado la decisión de morir por su país, la derrota le dejó descolocado, sin saber qué hacer con su vida. Con el tiempo se fue recuperando. En abril de 1947 ingresó en la universidad dispuesto a recomenzar su vida. En 1956 publicó un libro en el que relataba su historia como piloto de la Kaiten Tokkoutai.


Fuentes: 


El cabo Horrie

Esta historia comienza en 1941, cuando el soldado australiano Jim Moody, destinado en un pelotón de señales del 2/1º Batallón de Ametralladoras en el Desierto Occidental egipcio, se encontró con un perro abandonado. Moody regresó a su pelotón con el perro, un cachorro de terrier blanco al que puso el nombre de Horrie. Cuando el batallón fue trasladado a Grecia, Horrie se fue con ellos en la bolsa del soldado Moody. Se decía que en Grecia Horrie aprendió a alertar con sus ladridos de los ataques aéreos alemanes. Cuando las tropas australianas fueron evacuadas a Creta, en abril de 1941, Horrie embarcó con su batallón en el transporte Costa Rica. El 27 de abril el barco fue atacado y hundido por Stukas alemanes. Horrie sobrevivió al naufragio, aunque a punto estuvo de morir aplastado entre dos botes. En mayo las tropas aerotransportadas alemanas asaltaron Creta y obligaron a las fuerzas de la Commonwealth a retirarse. Durante los combates Horrie sufrió una herida por metralla. El batallón fue evacuado nuevamente, desde Creta a Palestina. Horrie ya se había convertido en la mascota oficiosa del batallón. Fue ascendido a cabo honorario, y acompañaba al comandante del batallón en los desfiles. Para que pudiese soportar mejor el frío invierno en Palestina y Siria, los hombres hicieron a Horrie un uniforme, con sus galones de cabo incluidos.

Algunas fotos de Horrie:

Su primer baño:

Horrie
Dentro de la bolsa en la que le transportaban:

Horrie
A bordo del destructor HMS Defender, que recogió a los hombres que iban en el Costa Rica:

Horrie
Disfrutando de la música:

Horrie
Viajando a bordo de un dromedario:

Horrie
Buscando la sombra:

Horrie
Interesado en la radio:

Horrie
Con el uniforme que le hicieron para protegerle del frío del invierno sirio:

Horrie
Haciendo guardia:

Horrie
En febrero de 1942 el batallón regresó a Australia vía Suez. Moody ocultó a Horrie para poder llevárselo en el barco. Otras dos mascotas de otras unidades, un gato y una perra llamada Imshe con la que Horrie había hecho muy buenas migas, fueron descubiertas en el barco y tuvieron que ser sacrificadas cumpliendo con las estrictas leyes de cuarentena australianas, que restringían mucho la entrada de animales en el país. Así, cuando el barco de transporte de tropas llegó a Adelaida, Horrie entró de contrabando en Australia. Se quedó con el padre de Moody en Melbourne mientras Jim fue destinado con su unidad a Nueva Guinea. Cuando Moody fue licenciado en febrero de 1945 se llevó a Horrie a vivir con él a Sydney. Y entonces Moody cometió un error: un club canino del que era socio participaba en una campaña para recaudar fondos para la Cruz Roja, y a él se le ocurrió que podía ofrecer a Horrie como atracción. Eso llamó la atención de los funcionarios del departamento de salud pública. Tres años después de la llegada de Horrie a Australia, Moody recibió un comunicado en el que se le ordenaba entregar al perro para que fuese sacrificado por haber entrado en el país incumpliendo la ley de cuarentena. Moody escribió al departamento de salud pública solicitando el indulto del animal, alegando que Horrie había pasado un examen veterinario en Tel Aviv antes de embarcar para Australia, y explicando su historial militar y sus servicios al ejército australiano.

Orden de decomiso de Horrie:

decomiso Horrie
Pero el soldado Moody, que había contribuido a derrotar el Eje en los desiertos de Oriente Medio y en las selvas de Nueva Guinea, no pudo ganar la guerra contra la burocracia. Ninguno de sus argumentos sirvió de nada y Moody tuvo que entregar al perro a las autoridades. Horrie fue sacrificado de un disparo en la cabeza el 24 de marzo de 1945. Cuando la prensa y el público se enteraron de la historia una ola de indignación recorrió Australia. Los periódicos y las emisoras de radio recibieron miles de cartas de ciudadanos airados e indignados con las autoridades por el caso.

La prensa australiana se refería a a Horrie como "The Wog Dog" (Wog es una palabra utilizada en Australia para referirse a los inmigrantes de origen mediterráneo):

muerte Horrie
Seis décadas más tarde la historia tuvo un final inesperado. A finales del 2003 dos de los hijos de Moody confesaron que su padre había engañado a las autoridades, y que el perro que había entregado para que fuese sacrificado no era Horrie, sino un chucho callejero que había comprado por cinco chelines. El auténtico Horrie fue enviado a una propiedad de Moody en Corryong, al norte del estado australiano de Victoria, donde tuvo una larga vida perruna.


Fuentes:
http://sentado-frente-al-mundo.blogspot.com/2009/11/horrie-el-heroe-australiano.html
http://www.ourcivilisation.com/smartboard/shop/idriessi/wogdog/indexi.htm
http://cas.awm.gov.au/heraldry/RELAWM32387


Subfusiles italianos

OVP

El más famoso precedente de los subfusiles italianos fue el Villar Perosa, de 1914:

Villar Perosa
Fue diseñado por el mayor del ejército italiano Bethel Abiel Revelli. En origen era una ametralladora para aviación, pero por su poca potencia de fuego resultaba poco adecuada para combates aéreos. Entonces se hizo una versión para su uso como arma de mano, como la de la fotografía. Por la munición que utilizaba, de 9 mm Glisenti, y su condición de arma portátil, muchos lo consideran el primer subfusil de la historia.

El OVP fue un derivado del Villar Perosa, con una forma más convencional y más manejable. Era un arma bastante precisa y con una alta cadencia de tiro. Pero como muchas armas italianas su coste de producción era demasiado alto para que fuese utilizada masivamente.

ovp
Calibre 9 mm
Munición 9x19 Parabellum
Cadencia de tiro 900 disparos/min
Capacidad 25 balas
Peso 3,62 kg
Longitud 950 mm
Longitud del cañón 310 mm
Velocidad inicial 381 m/s

Beretta 1918

Destacaba por su alta cadencia de tiro. Tenía una bayoneta plegable.

Beretta 1918
Calibre 9 mm
Munición 9x19 Parabellum
Cadencia de tiro 900 disparos/min
Capacidad del cargador 25 balas
Peso 3,17 kg
Longitud 860 mm
Longitud del cañón 220 mm
Velocidad inicial 381 m/s

Beretta 1938 A

Fue el subfusil italiano más popular. Fue diseñado por el ingeniero Tullio Marengoni en 1938 y fabricado por la célebre firma Beretta. Fue fabricada entre 1938 y 1943. Tenía dos gatillos, para disparo tiro a tiro o a ráfagas.

Beretta 1938
Calibre 9 mm
Munición 9x19 Parabellum
Cadencia de tiro 600 disparos/min
Capacidad del cargador 10 / 20 / 30 balas
Peso 4,07 kg
Longitud 946 mm
Longitud del cañón 315 mm
Velocidad inicial 420 m/s

Beretta 1938
La Beretta 1938 A-42 fue una evolución de la M1938 A, más corta y más ligera.

Beretta 1938
Calibre 9 mm
Munición 9x19 Parabellum
Cadencia de tiro 550 disparos/min
Capacidad del cargador 40 balas
Peso 3,17 kg
Longitud 930 mm
Longitud del cañón 300 mm
Velocidad inicial 400 m/s

FNAB-43

Desarrollada durante la guerra, era un arma compacta y fiable, aunque tenía la desventaja de una cadencia de tiro relativamente baja.

FNAB 43
Calibre 9 mm
Munición 9x19 Parabellum
Cadencia de tiro 400 disparos/min
Capacidad del cargador 20 / 40 balas
Peso 3,7 kg
Longitud 640 mm
Longitud del cañón 210 mm
Velocidad inicial 381 m/s

FNAB 43
TZ-45

No entró en producción hasta 1945, y sólo se fabricaron 6.500 unidades antes del final de la guerra. Era un buen arma, inspirada en elementos de subfusiles de otras nacionalidades, como la STEN británica o la PPD soviética, pero casi no fue utilizada en la guerra.

TZ 45
Calibre 9 mm
Munición 9x19 Parabellum
Cadencia de tiro 550 disparos/min
Capacidad del cargador 40 balas
Peso 3,17 kg
Longitud 925 mm
Longitud del cañón 300 mm
Velocidad inicial 381 m/s

TZ 45

Fuentes principales:
www.secondeguerre.net
www.en.wikipedia,org
world.guns.ru


La batalla de las islas Komandorski

En marzo de 1943 el Estado Mayor Imperial japonés hizo un intento de reforzar su presencia en el archipiélago de las Aleutianas. Los japoneses mantenían desde junio del año anterior fuerzas en las islas de Attu y Kiska; estas tropas habían pasado el invierno en unas condiciones durísimas, sometidas a continuos bombardeos estadounidenses y a un bloqueo naval que impedía el abastecimiento de ambas guarniciones. Para romper el bloqueo y enviar a las Aleutianas tropas de refresco y suministros la Marina Imperial reunió una fuerza naval formada por tres transportes (Sanko Maru, Asaka Maru y Sakito Maru) protegidos por una fuerte escolta: los cruceros pesados Maya y Nachi, los cruceros ligeros Abukuma y Tama y cuatro destructores, Wakaba, Ikazuchi, Inazuma y Hatsushima. Al mando de la flota estaba el vicealmirante Boshiro Hosogaya.

Los estadounidenses descubrieron los planes japoneses de enviar refuerzos a la Aleutianas, porque hacía tiempo que descifraban las comunicaciones de la Marina Imperial. Para interceptar a la flota japonesa la Marina estadounidense juntó urgentemente en Dutch Harbor una fuerza naval improvisada, que recibió el nombre de Task Force 16.6. Estaba formada por el crucero pesado Salt Lake City, el crucero ligero Richmond y los destructores Bailey, Dale, Monaghan y Coghlan. Al mando estaba el almirante Charles Horatio McMorris.

El encuentro entre las dos flotas se produjo en la mañana del 27 de marzo a la altura del archipiélago soviético de las Komandorski. Los estadounidenses, que no habían previsto que los transportes estuviesen acompañados por una escolta tan poderosa, no contaban con tener que enfrentarse a dos cruceros pesados. Pero Hosogaya no supo aprovechar su superioridad. La batalla comenzó con un enfrentamiento entre el Richmond y los cruceros Nachi y Maya. Cuando el Salt Lake City acudió en ayuda del Richmond los japoneses cambiaron su objetivo y centraron su fuego en él. El Salt Lake City recibió varios impactos que lo dejaron gravemente dañado, obligando a los estadounidenses a retirarse. Por parte japonesa, tan sólo el Maya recibió algunos impactos sin consecuencias. Para cubrir la retirada del Salk Lake City, MacMorris ordenó el ataque de los destructores, que tuvieron que retirarse tras haber sido alcanzados varias veces por la artillería enemiga sin haber logrado lanzar sus torpedos. Sin embargo, su ataque y las maniobras evasivas a las que obligaron a los cruceros japoneses dieron la oportunidad de huir al Salk Lake City. Hosogaya, que desconocía la magnitud de los daños del buque estadounidense, no continuó con la persecución, y ordenó regresar para proteger a los transportes. Cometió un error aún más grave cuando dio la orden definitiva de retirada. El convoy dio media vuelta y los japoneses perdieron la oportunidad de infringir una derrota a la marina estadounidense y de reforzar sus guarniciones en las Aleutianas. La victoria, al menos en términos estratégicos, fue para los norteamericanos, que habían cumplido su objetivo de impedir el paso del convoy.

La batalla de las Komandorski sentenció a las guarniciones japonesas que ocupaban Attu y Kiska. Sin posibilidad de recibir refuerzos ni suministros, con la excepción de los que llegaban ocasionalmente en submarinos, con los alimentos racionados desde hacía meses, sin el material ni la maquinaria de construcción necesarios para reforzar las defensas y construir aeródromos para hacer frente a la superioridad aérea norteamericana, el fin de la presencia japonesa en las Aleutianas era cuestión de tiempo. Attu fue reconquistada por los estadounidenses en mayo de 1943, en una de las batallas más sangrientas de la guerra en el Pacífico. Para derrotar a los 2.800 japoneses, entre soldados y trabajadores, 15.000 soldados estadounidenses necesitaron tres semanas (frente a los tres días previstos). Tan sólo veintinueve japoneses fueron hechos prisioneros y sobrevivieron a la batalla. Sin embargo, en agosto, cuando 34.000 soldados estadounidenses desembarcaron en Kiska tras una formidable preparación artillera, se encontraron con una isla desierta. Sorprendentemente, tres semanas antes los 6.000 defensores japoneses habían sido evacuados logrando romper el bloqueo sin que los norteamericanos se enterasen de nada.

Puede ser interesante plantearse qué habría ocurrido si el resultado de la batalla de las Komandorski hubiese sido distinto. Si los japoneses hubiesen roto el bloqueo y hubiesen conseguido reforzar a las guarniciones en Attu y Kiska, y además ocupar alguna isla cercana y finalizar la construcción de aeródromos que les diesen cobertura aérea para acabar con las continuas incursiones de los bombarderos estadounidenses, la defensa japonesas de las Aleutianas se habría visto enormemente reforzada. Si además esto ocurría después de una victoria naval frente a la flota del contraalmirante McMorris (y recordemos que las Aleutianas eran territorio norteamericano ocupado por los japoneses, con el valor propagandístico que eso les daba), la cantidad de recursos desviados al Pacífico Norte por los estadounidenses habría sido mucho mayor. Una vez reconquistadas las islas ocupadas por los japoneses, los estrategas norteamericanos se plantearían seriamente utilizar esas fuerzas para atacar Japón desde el norte, a través del archipiélago de las Kuriles. La ruta de ataque desde el norte, utilizando las Aleutianas como plataforma ofensiva contra las Kuriles, fue varias veces planteada por los planificadores estadounidenses, aunque finalmente fue descartada para no distraer fuerzas de los teatros de operaciones del Pacífico Central y Suroeste. Sin embargo, en el caso de que la presencia militar norteamericana en el Pacífico Norte hubiese sido mucho mayor a consecuencia de las operaciones para reconquistar las Aleutianas, es posible que los estadounidenses se hubiesen decidido por la ofensiva desde el norte, cambiando toda la estrategia estadounidense para la guerra en el Pacífico.

Como dato final, la batalla de las islas Komandorski fue la única batalla naval en la guerra en el Pacífico librada a la vieja usanza, únicamente a cañón, sin que llegasen a intervenir en ningún momento la aviación ni los submarinos.

Representación artística de la flota de Hosogaya, con el crucero ligero Tama en primer término:

crucero tama

Fuentes:
http://mundosgm.com/smf/index.php/topic,4244.0.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_las_Islas_Komandorski


Un hombre llamado Intrépido

william atephenson
La vida de Sir William Stephenson fue la de un personaje de novela: as de la aviación y héroe de guerra, adinerado empresario de éxito, inventor, consejero de estadistas, y, sobre todo, espía. Fue el más importante agente británico en Estados Unidos, creó y dirigió una gran organización de inteligencia que operaba en todo el continente americano, y llegó a ser un hombre de confianza tanto de Churchill como de Roosevelt. Se le conocía como “Little Bill” por su corta estatura, aunque pasó a la historia con el sobrenombre de "Intrepid".

De nombre auténtico William Samuel Clouston Stanger, nació en Winnipeg, capital de la provincia canadiense de Manitoba, en 1897. En 1916, sin haber cumplido los 19 años, se alistó voluntario en el 101º Regimiento de los Ingenieros Reales canadienses para combatir en la Gran Guerra. Al poco tiempo de estar combatiendo en las trincheras francesas ya había sido ascendido a sargento. Mientras estaba convaleciente de un ataque con gases Stephenson aprendió a pilotar un avión, y tras recuperarse pidió su traslado al Royal Flying Corps. Entre febrero de 1918 y julio de ese mismo año, cuando fue derribado y hecho prisionero por los alemanes, logró 12 victorias en combates aéreos (una de ellas frente a Lothar von Richthofen, el hermano del mítico Barón Rojo). Al terminar la guerra se licenció con el rango de capitán y con varias condecoraciones como la Cruz al Vuelo Distinguido y la Cruz Militar. Poco después se fue a vivir a Inglaterra, se convirtió en un hombre de negocios de éxito y se casó con una millonaria estadounidense, heredera de una de las grandes familias de la industria del tabaco de Tennessee.

A finales de los años 30 Stephenson comenzó a colaborar con Winston Churchill, entonces diputado de la oposición, suministrándole información sobre el proceso de rearme alemán. En junio de 1940, Churchill, recién nombrado primer ministro, le envió a los Estados Unidos con la misión de fundar y dirigir la British Security Coordination (BSC), un organismo secreto con tres funciones principales: investigar y combatir las operaciones encubiertas del Eje en todo el continente americano, proteger las propiedades y los intereses británicos, y hacer propaganda a favor de los ingleses.

Utilizando una tapadera llamada Oficina Británica de Control de Pasaportes, situada en el Rockefeller Center de Nueva York, Stephenson creó una gran red antinazi en Norteamérica, que incluía a más de dos mil personas que trabajaban colocando en la prensa informaciones antinazis, especialistas que abrían valijas diplomáticas y entraban en secreto en las embajadas, y un centenar de prostitutas encargadas de sacar información a diplomáticos alemanes y líderes estadounidenses pronazis. Al principio colaboraba con el FBI, y mandó miles de informes confidenciales sobre agentes alemanes en Estados Unidos o empresas que hacían negocios no permitidos con Alemania (en septiembre de 1939, la misma semana del comienzo de la guerra en Europa, Roosevelt había ampliado las competencias de FBI, dándole autoridad para investigar asuntos de espionaje, sabotaje, actividades subversivas y violaciones de las disposiciones de neutralidad). Cuando Stephenson vio que el FBI no hacía nada por aprovechar sus informes, empezó a dudar de la lealtad de su director, J. Edgard Hoover, y le cortó el suministro de información. A Stephenson le parecía que Hoover “empleaba más tiempo persiguiendo a agentes británicos que a los nazis”. En cambio, mantenía una estrecha relación con William Donovan, asesor de Roosevelt. Stephenson, nombrado por Churchill su representante personal ante Roosevelt, pronto se convirtió en consejero del presidente. Le convenció de la necesidad que tenían los Estados Unidos de crear un servicio de inteligencia exterior centralizado y usó su influencia para que pusiese al frente de él a "Wild Bill" Donovan. Así nació la Oficina de Servicios Estratégicos, la OSS, antecesora directa de la CIA. Además, Stephenson se encargó de entrenar a sus primeros agentes.

Su gran creación fue Camp X, unas instalaciones secretas situadas en Whitby, Ontario. Camp X era una escuela de entrenamiento para operaciones clandestinas, por la que pasaron unos 2.000 agentes del MI5, MI6, SOE, OSS, FBI, y otras organizaciones de inteligencia o contrainteligencia aliadas. Uno de los graduados en Camp X fue un oficial de la Inteligencia Naval británica llamado Ian Fleming, que según se cuenta se inspiró en Stephenson para crear el personaje de James Bond.

Stephenson no cobraba, y gran parte de los gastos de su organización los pagaba de su propio bolsillo. Al final de la guerra su contribución al esfuerzo de guerra fue reconocido tanto en Gran Bretaña como en los Estados Unidos (fue nombrado Sir y condecorado con la Medalla Presidencial al Merito). Murió en las Bermudas a la edad de 92 años.


Fuentes:
Fred Jerome: El expediente Einstein
http://es.wikipedia.org/wiki/William_Stephenson


La muerte de Yamamoto

A las ocho y media de la mañana del día 17 de abril de 1943, una estación de escucha en las islas Aleutianas interceptó un mensaje del acorazado Yamato, buque insignia de la Flota Combinada, destinado a Truk, la gran base de la Marina Imperial en las islas Carolinas. El mensaje fue retransmitido inmediatamente a Washington y descodificado. En él se anunciaba que el almirante Isoroku Yamamoto, el comandante supremo de la Flota Combinada, iba a hacer una gira de inspección en las bases japonesas de las islas Salomon. En el mensaje se especificaban las horas de desplazamiento en avión, el plan de vuelo e incluso la escolta que iba a llevar.

Esa misma mañana, en cuanto se conoció el contenido del mensaje, el secretario de Marina Frank Knox convocó una reunión de urgencia en Washington a la que asistieron entre otros el general Arnold, Jefe de Estado Mayor de la USAAF, y el ingeniero jefe de Lockheed. El objetivo de la reunión era determinar si era posible preparar una emboscada a Yamamoto en su viaje a las Salomon. Los únicos aviones con autonomía suficiente para realizar la misión que se encontraban disponibles en Guadalcanal eran los bimotores Lockheed P-38 Lightning de la 339ª Escuadrilla de Caza, aunque para ello sería necesario añadirles depósitos de combustible suplementarios. El gran problema era que la operación pondría en peligro uno de los secretos mejor guardados por los estadounidenses: que sus servicios de inteligencia podían descifrar los códigos navales japoneses. Finalmente se aprobó el ataque al considerar que la presa era demasiado valiosa como para dejarla escapar. Otra versión de la historia, yo diría que la más extendida, afirma que el mensaje fue interceptado y descodificado por los servicios de inteligencia del Estado Mayor del almirante Nimitz, el comandante en jefe de las fuerzas aliadas en el Pacífico, y que fue éste, por iniciativa propia o tras consultar al presidente Roosevelt, quien puso en marcha la operación. Pero hay que tener en cuenta que el acceso a las informaciones de inteligencia provenientes del descifrado de las comunicaciones japonesas estaba enormemente restringido. Los mensajes que eran captados por las estaciones de escucha eran inmediatamente enviados por teleimpresoras a los servicios de inteligencia de la Marina en Washington y allí eran descodificados. Era en Washington donde se decidía qué hacer con la información, y no creo que los comandantes de los teatros de operaciones tuviesen la libertad de poner en riesgo la fuente por decisión propia.

Ese mismo día el general Kenney, comandante de la 13ª Fuerza Aérea con base en Australia, recibió un mensaje de Washington con la orden de enviar los depósitos de reserva a Guadalcanal. En el aeródromo de Henderson Field la 339ª Escuadrilla de Caza recibía al mismo tiempo otro mensaje informándoles de la misión que se les había asignado: "Yamamoto y otros altos jefes de su estado mayor llegarán a Bougainville, por aire, el 18 de abril. La 339ª Escuadrilla debe hacer el máximo esfuerzo para interceptar y destruir. El Presidente concede suma importancia a esta operación". Estaba firmado por el secretario de Marina Frank Knox, e incluía un itinerario detallado del vuelo de Yamamoto.

Inmediatamente los pilotos de la 339ª Escuadrilla se pusieron a estudiar el plan de vuelo, y decidieron que el mejor momento para el ataque sería el día siguiente a las 9h 35', antes de la llegada de Yamamoto a la base aérea de Balallae. La hora prevista de la llegada de Yamamoto a Balallae era las 9h 45', tan sólo diez minutos más tarde. Si por cualquier motivo Yamamoto se retrasaba la misión fracasaría, porque los aviones estadounidenses, con el combustible justo, no iban a poder esperar en la zona por mucho tiempo. La escuadrilla comandada por el comandante John Mitchell se dividiría en dos secciones, una de ellas formada por los cuatro aviones encargados del ataque a los bombarderos, al mando del capitán Thomas Lanphier, y la segunda con otros catorce P-38 en misión de escolta mandados por el propio Mitchell.

Durante toda la noche los hombres de Henderson Field trabajaron en preparar los aviones para la misión y en instalarles los depósitos suplementarios de combustible que cuatro Liberator habían transportado desde Australia.

El 18 de abril a las seis de la mañana dos bombarderos bimotores Mitsubishi G4M despegaron de Rabaul con una escolta de seis Zeros. En uno de los bombarderos viajaba Yamamoto, en el otro su jefe de Estado Mayor Matome Ugaki. Poco tiempo después, a las seis y veinte, los dieciocho P-38 de la 339ª Escuadrilla despegaban de Guadalcanal para ir a su encuentro.

Pasadas las nueve y media, exactamente a la hora prevista, los pilotos estadounidenses localizaron a la formación enemiga al sudeste de Bougainville, soltaron sus tanques de reserva y se lanzaron al ataque. Del grupo de cuatro P-38 que tenían como misión atacar a los bombarderos tan sólo quedaban dos, ya que los otros habían tenido que retirarse por problemas mecánicos. Mientras los doce aviones de escolta entablaban combate con los zeros sobre la jungla de Bougainville, los dos P-38 ascendieron y atacaron a los G4M. Unos minutos después los dos aviones japoneses habían sido abatidos: el de Yamamoto se estrelló en la jungla, el otro en el mar, después de intentar un aterrizaje forzoso. El vicealmirante Ugaki fue salvado más tarde por una lancha japonesa. El cadáver de Yamamoto fue encontrado al día siguiente en el interior del bombardero derribado en la jungla.

A las diez y cuarto los estadounidenses pusieron rumbo a su base. Habían perdido un P-38, y otros seis habían resultado dañados. A su vez los japoneses perdieron sus dos bombarderos y tres zeros, pero, sobre todo, al más popular de sus jefes militares.

A continuación un relato del combate aéreo escrito por uno de sus protagonistas, el capitán Lanphier:


(...) Un piloto de la sección de Mitchell rompió el silencio: "Bandidos a las diez", dijo tranquilamente. En efecto, en la lejanía apareció una formación en V de puntos oscuros. Cuando se fueron acercando pude identificarlos: eran dos bimotores de bombardeo enemigos escoltados por seis "zeros". Mi reloj marcaba las 09:35. iEl almirante cumplía su horario con toda precisión! Y nosotros también. El esfuerzo concertado de incontables personas nos había llevado a este punto exacto del vasto cielo del Pacifico en el momento preciso. Ahora todo era cuenta nuestra. 

Lancé los depósitos auxiliares de combustible y me prepare para atacar. Delante, y por encima de nosotros, la formación nipona venia a nuestro encuentro todavía sin habernos visto. 

Súbitamente nuestra buena estrella pareció eclipsarse: Holmes, uno de mis pilotos, no podía desprenderse de los depósitos auxiliares de su aparato. Hizo dar al avión fuertes sacudidas para ver si lograba arrojarlos, y se alejó siguiendo la línea de la costa. Su compañero de ala, Hine, no tuvo mas remedio que retirarse con él. Barber y yo nos quedábamos solos para dar la batalla. 

Estábamos a poco más de 1.500 metros de la formación japonesa, acercándonos velozmente, cuando nos descubrieron los "zeros", soltaron sus depósitos auxiliares y picaron para interceptarnos. El primer bombardero trató de escapar picando hacia la selva, y el segundo se lanzo directamente hacia nosotros. Al arrojarme tras el primero de los bimotores, tres "zeros" se me vinieron encima. Tiré de la palanca de mando para apuntar mis cañones al primero de los cazas, y estuvimos a punto de chocar antes de que mi ráfaga de balas le cercenara una de sus alas. Giró en el aire por debajo de mi, envuelto en humo y llamas. En ese instante, en una subida en candela, salté sobre su dorso para buscar al bombardero que había perdido de vista durante el combate. 

El pánico tiene efectos maravillosos en la visión. De un sólo vistazo me di cuenta de que Barber luchaba con unos "zeros", mientras que otros dos cazas enemigos me atacaban a mi. Enseguida vi una sombra verdosa que pasaba rozando las copas de los árboles: era el bombardero. Lo seguí, bajando casi al mismo nivel, y empecé a disparar una larga y continua lluvia de balas. El motor y el ala de estribor comenzaron a arder, luego se desprendió el plano y el avión se estrelló en la selva. 

Mientras tanto, Barber había abatido al otro bombardero sobre el mar . Era el momento de alejarnos de allí a toda velocidad. 

Zigzagueando sobre la selva trataba de escapar de los "zeros" que me perseguían. De pronto me cegó el polvo. Sin darme cuenta había volado sobre un extremo del aeródromo de Kahili, donde un enjambre de cazas nipones se apresuraban a elevarse en medio de una enorme polvareda. Enderecé el rumbo, atravesé la bahía y salí a mar abierto. Luego gané altura y poco a poco dejé atrás los "zeros".


El texto es un extracto de un artículo que escribió Thomas Lanphier para Selecciones del Reader's Digest publicado con el título Yo abatí el avión de Yamamoto. Pero esa contundente afirmación se ha puesto en duda a menudo. Su compañero de ala, el teniente Rex Barber, reclamó haber sido él quien había derribado el bombardero en el que viajaba Yamamoto. Eso llevó a un enfrentamiento entre los dos hombres que duró décadas, aunque oficialmente se consideró el derribo compartido para tratar de acabar con la polémica. Lo cierto es que la versión de Lanphier es por lo menos dudosa. Por ejemplo, Lanphier atribuye a Barber el derribo del segundo bombardero, cuando todos los demás testigos no tienen duda en que éste fue abatido por un tercer piloto, el teniente Holmes.

Los estadounidenses no hicieron público ningún detalle de la misión hasta el final de la guerra, ya que que no querían revelar que estaban descifrando los códigos japoneses. Los japoneses no anunciaron la muerte de Yamamoto hasta el 21 de mayo, más de un mes después del ataque.

muerte yamamoto

Fuentes: 
Thomas Lanphier: Yo abatí el avión de Yamamoto 
(Selecciones del Reader's Digest, marzo 1967) 
http://foro.elgrancapitan.org/viewtopic.php?f=51&t=8393 
http://sgm.casposidad.com/foro/viewtopic.php?t=634 
http://mundosgm.com/smf/index.php/topic,3256.0.html 
http://www.exordio.com/1939-1945/militaris/batallas/emboscada-yamamoto.html


El B-25 que se estrelló contra el Empire State

A las 8: 55 de la mañana del 28 de julio de 1945 un bombardero B-25 Mitchell de la USAAF despegaba de Bedford, en el estado norteamericano de Massachusetts, en un vuelo rutinario con destino al aeropuerto de Newark, New Jersey. El piloto era el teniente coronel William F. Smith, un veterano con dos años de experiencia de combate en Europa. Le acompañaban el sargento Crhistopher Dimitrovich y un mecánico de la Fuerza Aérea de permiso que había pedido viajar con ellos hasta la ciudad de Nueva York para visitar a sus padres. Al llegar a la ciudad de Nueva York el avión entró en un banco de niebla. Posiblemente a causa de la escasa visibilidad el piloto confundiese el East River con el Hudson e iniciase el descenso esperando encontrar el aeródromo de Newark (lo que indica el hecho de que ya hubiese bajado el tren de aterrizaje). Pero al salir de la neblina se encontró volando en medio de los rascacielos de la isla de Manhattan. Tras pasar sorteando los edificios de la Quinta Avenida e intentando ascender se estrelló finalmente contra el Empire State, el que entonces era el edificio más alto del mundo. Eran las 9:49 de la mañana.

b25 empire state
El avión impactó entre los pisos 78 y 79 del Empire State, abriendo un boquete de seis metros de diámetro en la fachada de la Calle 34 del rascacielos. Una gran bola de fuego envolvió la parte superior del edificio, mientras en la calle la gente corría para ponerse a salvo de una lluvia de escombros y restos del avión que caían sobre ellos. El número de víctimas fue bajo, si se compara con la tragedia que pudo haber sido. Era sábado y la mayoría de las oficinas estaban vacías. Además el avión dio de lleno en el edificio. Si se hubiese precipitado sobre las concurridas avenidas de Manhattan tras haber golpeado contra él el múmero de muertos podía haber sido mucho mayor. Hubo 13 víctimas mortales y 25 heridos, uno de los cuales moriría posteriormente a consecuencia de las quemaduras.

avion empire state
Todos los muertos, a excepción de los tres tripulantes del bombardero, eran empleados de la Conferencia Católica Nacional para el Bienestar, que tenía sus oficinas en el piso 79. Allí trabajaban esa mañana 17 mujeres y un encargado preparando paquetes con regalos para las tropas destinadas en ultramar. La mayoría murieron en el acto al estrellarse el avión. El fuego provocado por la explosión de los tanques de combustible del bombardero ascendió por los huecos de los ascensores a los pisos superiores, pero todas las personas que se encontraban en ellos pudieron salir por las escaleras antiincendios. Dos personas que trataron de bajar utilizando los ascensores resultaron gravemente heridas cuando los cables se rompieron y los ascensores se precipitaron al vacío.

accidente empire state
incendio empire state
Uno de los motores atravesó todo el edificio y salió por la fachada opuesta, provocando un incendio en un edificio de oficinas de 12 plantas de la Calle 33. El otro motor cayó por el hueco de un ascensor y acabó en el sótano inferior del rascacielos, 300 metros más abajo. Los bomberos tardaron tan sólo 40 minutos en controlar el incendio, a pesar de que tuvieron que subir arrastrando las mangueras por las escaleras antiincendios.

Desde 1931, el año de construcción del Empire State, muchos habían avisado de que un accidente como ese podía ocurrir en cualquier momento. Por entonces estaba en estudio la instalación de un sistema de radio en el edificio que alertase a los aviones que se aproximasen demasiado. El radiofaro se instaló tiempo después.

bombardero empire state

Fuentes:
Pesadilla en el piso 79 (Selecciones del Reader's Digest, Mayo 1957)
http://www.aerospaceweb.org/question/history/q0311.shtml
http://en.wikipedia.org/wiki/B-25_Empire_State_Building_crash
http://www.elmundo.es/albumes/2006/04/29/empire_state/index_2.html


La Nueve y la Liberación de París

La 2ª División Blindada de las Fuerzas de la Francia Libre, más conocida como División Leclerc, por el nombre de su comandante, fue creada en el Chad en mayo de 1943, con la base de la Fuerza L, o Columna Leclerc, y el añadido de una variada mezcla de unidades francesas y coloniales que habían participado en los combates en el norte de Africa. De los 16.000 hombres que la componían en inicio, aproximadamente 2.000 eran españoles. La gran mayoría eran veteranos del ejército de la República que se habían enrolado en la Legión Extranjera Francesa para salir de los campos de internamiento y evitar la deportación. Muchos habían participado en la campaña de Noruega en 1940 con la XIII semibrigada de la Legión Extranjera. También había un buen número de veteranos de los Corps Francs, unidades de guerrilleros del ejército francés. Muchos de ellos ya habían estado bajo el mando de Leclerc en la Force L, otros procedían del Corps Franc d’Afrique, y por último estaban los que se habían unido a la División tras ser liberados de los campos de castigo de Argelia.

En abril de 1944 la División Leclerc se trasladó de Marruecos a Inglaterra para participar en la operación Overlord. La división comenzó su desembarco en la playa Utah la noche del 31 de julio al 1 de agosto. El día 4 le tocó el turno de desembarcar a la 9ª Compañía del Regimiento de Marcha del Chad. Era una unidad formada casi exclusivamente por españoles (de los 160 hombres que la formaban, 144 eran españoles o de origen hispano), por eso la compañía era conocida como “La Nueve” (en español). Al mando estaba un oficial francés, el capitán Raymond Dronne. Los primeros días la compañía se mantuvo en reserva, hasta que el 13 de agosto llegó su bautismo de fuego, cuando la Nueve tomó al asalto la población de Ecouché. Los hombres de la Nueve tuvieron que mantener Ecouché en solitario soportando varios contraataques alemanes hasta el día 18. En cinco días de combates la compañía había sufrido siete muertos y diez heridos graves, pero su actuación fue un gran éxito táctico. Una acción destacada fue la de dos half-tracks al mando del sargento “Juanito” Reiter que el día 14 se infiltraron tras las líneas alemanas y tomaron un château, capturando a 129 alemanes, entre ellos un coronel.

El 20 de agosto estalló la insurrección popular en París. A pesar de los combates callejeros entre la Resistencia y las tropas alemanas, el mando aliado pretendía ceñirse al plan predeterminado y no tomar la capital hasta mediados de septiembre. París, además de una distracción en las líneas de avance previstas, supondría un enorme problema logístico para las fuerzas aliadas, que iban a tener que desviar del frente gran cantidad de recursos para atender a sus millones de habitantes. Por si fuera poco, estaba el temor de verse envueltos en una gran batalla urbana para la que no estaban preparados.

Pero De Gaulle no opinaba igual. El día 22 ordenó al general Leclerc que se dirigiese a toda velocidad a la capital con su 2ª División Blindada, para acudir en auxilio de los resistentes franceses y evitar que la ciudad fuese arrasada por los alemanes, y de paso para adelantarse a los estadounidenses y lograr una victoria simbólica: que las primeras tropas aliadas que entrasen en la capital fuesen de las Fuerzas de la Francia Libre. La división se puso en marcha el día 23 a las seis de la mañana. La Nueve partió de Ecouché y tuvo un papel destacado en el avance, siempre en vanguardia de la división.

El corresponsal de guerra de The New York Times narró en su crónica su encuentro con los republicanos españoles que avanzaban hacia París:

"A las seis de la mañana emprendimos la marcha hacia París, llegando hasta la población de Antony, donde fuimos detenidos por un escuadrón motorizado de republicanos españoles. La lucha en aquel sector se había recrudecido, y aquellos aguerridos muchachos de la República española consideraron que allí corríamos peligro. Aproveché la circunstancia para hablar con ellos. Muchos llevaban ya años luchando al lado de los hombres de la Francia Libre, y algunos eran evadidos de los campos disciplinarios de Normandía y de Cherburgo. Sus tanques y vehículos blindados llevan pintados en la parte delantera y en los lados nombres tan sugestivos como Ebro, Guadalajara o Belchite. Y enarbolan la bandera republicana".

Sobre las banderas republicanas que enarbolaban los vehículos de la Nueve, el capitán Dronne confesaría más tarde: “Yo no sé de dónde sacaron esas banderas, pero como en realidad era la bandera de su patria, nadie puso la menor objeción”.

El 24 por la mañana la 9ª Compañía participó junto al 501º Regimiento de Carros de Combate en la toma del suburbio de Antony, superando la resistencia alemana y dejando abierta la ruta hacia París por el este. Por la tarde el capitán Dronne recibió la orden de Leclerc de dirigirse hacia la capital con las fuerzas que tuviese a mano, por pocas que fuesen. A las 8h45’ de la tarde los hombres de la Nueve entraron en París por la Porte d’Italie. El jeep de Dronne encabezaba una columna formada por treinta y seis españoles en nueve half-tracks, pertenecientes a las tres secciones de la 9ª Compañía, y un carro de combate Sherman con tripulación francesa de apoyo. Habían bautizado a sus vehículos con los nombres de batallas de la Guerra Civil: Madrid, Jarama, Ebro, Teruel, Guernica, Belchite, Guadalajara, Brunete y Don Quijote (este último lo bautizó así el teniente Federico Moreno, comandante de la 1ª Sección, “por ser el papel que estamos desempeñando nosotros desde que salimos de nuestra tierra”). A esa hora la plaza estaba llena de gente. En un primer momento, al ver llegar los blindados, todos huyeron aterrorizados, pero en cuanto los reconocieron (“iSon franceses!”) se produjo una explosión de júbilo y una muchedumbre enloquecida se abalanzó sobre ellos y les impidió seguir la marcha. En cuanto pudieron continuar el capitán Dronne tomó la decisión de dirigirse al ayuntamiento, donde días antes se había instalado el Consejo Nacional de la Resistencia. Con la ayuda de un armenio llamado Dikran que les guió con su motocicleta por las calles de París, finalmente a las 9h22’ un grupo de tres vehículos blindados encabezados por el Guadalajara al mando del teniente Amado Granell se desplegó en la Place de l'Hôtel de Ville. Detrás llegó el jeep de Dronne, con una alsaciana ataviada con su traje típico subida al capó. Así lo contó Léo Hamon, del Consejo Nacional de la Resistencia, que salió al encuentro de los primeros hombres que se desplegaron frente al Ayuntamiento:

"Evocaremos en primer lugar la llegada de los tres primeros tanques franceses, el 24 por la noche. Vimos llegar a dos oficiales, y luego supe que uno de ellos era el capitán Dronne. Eran los primeros oficiales franceses que veíamos y se nos saltaron las lágrimas. Luego fuimos a saludar a las tripulaciones de los tanques. No hablaban muy bien francés: eran republicanos españoles alistados en la División Leclerc".

Desde allí se dirigieron a la Rue des Arquives para acabar con un foco de resistencia alemán. En las horas siguientes los hombres de La Nueve combatieron en varios puntos de la ciudad, participando en la toma de la central telefónica, donde fue gravemente herido el subteniente Elías. El día siguiente el grueso de la división entró en la capital. La lucha cesó ese 25 de agosto con la rendición del gobernador militar alemán de París, el general Dietrich von Choltitz.

La División Leclerc permaneció en París hasta el 8 de septiembre, cuando partió de nuevo al frente. En las semanas siguientes tuvieron actuaciones destacadas en el cruce del Mosela y en la liberación de Estrasburgo. En 1945 cruzaron el Rin y se internaron en Baviera. Su última acción de guerra fue su participación en la toma de Berchtesgaden, el refugio alpino de Hitler, el 5 de mayo de 1945.


Fuentes:
El País Semanal Especial El desembarco de Normandía, junio de 1994.
http://www.elmundodecerca.com/iturribarria/2008/9/11/un-diez-la-nueve-
http://es.wikipedia.org/wiki/La_Nueve
http://www.lainsignia.org/2004/agosto/cul_057.htm
http://www.lanueve.net/memoria/leclerc.php


El ataque al tren del Führer

El Wolfschanze, o “Guarida del Lobo”, el cuartel general de Hitler en Prusia Oriental, se encontraba a menos de setenta kilómetros de la frontera polaca de antes de la guerra. A Hitler no le gustaba volar, y rara vez utilizaba el avión. Los escasos viajes que hacía entre el Wolfschanze y Berlín los realizaba normalmente en su tren personal, el Führerzug, conocido también con su nombre en clave de Amerika. La línea férrea que salía de Rastenburg conectaba con el ferrocarril principal que unía Königsberg con Berlín, que en gran parte de su recorrido cruzaba territorio polaco. Los trabajadores polacos del ferrocarril pudieron percatarse de que cada cierto tiempo los alemanes daban orden de paralizar todos los trabajos, se retiraba a todo el personal y se desplegaban tropas de las Waffen-SS para vigilar la ruta, como medidas de seguridad para proteger el paso del tren. Cuando la resistencia polaca fue informada de estos movimientos vieron la oportunidad de atacar el tren si conseguían estar sobre aviso a tiempo. Sólo tenían que esperar la oportunidad.

El Führerzug, tenía dos locomotoras y entre catorce y dieciseis vagones, dos de ellos con cañones antiaéreos:

Führerzug
La ocasión se presentó con la muerte de Reinhard Heydrich el 4 de junio de 1942 a consecuencia de las heridas sufridas en el atentado de Praga. Era de esperar que Hitler asistiese a los funerales de estado que se celebrarían en Berlín. En la región fronteriza de Pomerania operaba un grupo de resistencia llamado Ejército de Resistencia Polaco (Polska Armia Powlstana, PAP) (*). El comandante del PAP en el distrito de Koscierzy, el capitán Stanislaw Lesikorski, alias Las, había estado esperando el aviso de los empleados del ferrocarril mientras preparaba con sus hombres la operación, a la que había dado el nombre en clave de Wiener Blut ("sangre vienesa"). Cuando le llegó la información de que el Führerzug haría el viaje en la noche del 8 al 9 de junio, la operación se puso en marcha. Los encargados de llevarla a cabo eran un grupo mandado por Stanislaw Miskier, que eligió para la emboscada una zona boscosa próxima a la aldea de Strych, al oeste de Preusich Stargard. Allí operaba un pequeño grupo de resistencia llamado Gryf Pomorski ("Grifo de Pomerania"), una veintena de guerrilleros mandados por el teniente Jan Szalewski, alias Sobol. Entre los hombres de Miskier y los de Szalewski se reunieron para el ataque 66 guerrilleros, vestidos con uniformes de las Waffen-SS y perfectamente armados, incluyendo 6 ametralladoras. Los polacos sabían que precediendo al Führerzug iba una locomotora de reclamo. Una vez pasó ésta, los saboteadores desmontaron un tramo de raíles y tomaron posiciones en el bosque. A las 2,45 de la noche el tren descarriló y cayó por un terraplén. Entonces los guerrilleros salieron de sus escondites y atacaron a los supervivientes. Se retiraron sin sufrir bajas, tras un intenso tiroteo contra quienes identificaron como miembros de la SS-Leibstandarte. Según declaraciones posteriores de Szalewski, estaban convencidos de que el ataque había tenido éxito: Cuando me reuní con mi unidad, después de la acción, todos estaban exultantes, y decían “Hitler se ha ido al infierno”.

El teniente Jan Szalewski, líder de Gryf Pomorski:

Jan Szalewski
Los polacos no tardaron en enterarse de que la misión había fracasado y el Führer seguía vivo y en perfecto estado de salud. Unos dijeron que había decidido viajar en avión, otros que se salvó cuando decidió interrumpir el viaje en Marienberg para celebrar una entrevista con Albert Forster, el Gauleiter de Danzig. Lo que es seguro es que el 9 de junio estaba en Berlín en el funeral de Heydrich.

Hitler junto a Heinrich Himmler en el funeral de estado celebrado en Berlín, presentando sus condolencias a los hijos de Reinhard Heydrich:

Heydrich funeral
Según los polacos, en el ataque habían muerto 200 soldados alemanes, entre ellos dos generales. Los alemanes informaron de un descarrilamiento esa noche de un tren de pasajeros con destino a Berlín, con tres víctimas mortales. Tan sólo dos semanas después los polacos volvieron a provocar en la misma zona un descarrilamiento de un tren de suministros, causando según ellos 80 muertos y 200 heridos. Los alemanes tomaron represalias en los pueblos de la región y detuvieron a 150 personas, de las cuales unas 50 fueron enviadas al campo de concentración de Stutthof. Se ofreció una recompensa de 250.000 marcos por cualquier información que condujese a la detención de los culpables de los descarrilamientos. Sin embargo, parece que no llegaron ni tan siquiera a sospechar que se hubiese tratado un atentado contra Hitler. No se enteraron del intento de magnicidio hasta dos años más tarde, después de la detención de un miembro de Gryf Pomorski.

En 1998 la inteligencia británica desclasificó un informe que supuestamente confirmaba la historia del ataque al Führerzug. Sin embargo no coinciden ni la fecha ni el lugar. Según este informe, el ataque fue en otoño de 1941, en Czarna Woda, pero fracasó porque un tren de pasajeros adelantó al de Hitler en una estación y fue atacado en su lugar. Es extraño que esto ocurriese, ya que por motivos de seguridad ningún otro tren podía adelantar al de Hitler. Además en el informe se dice que los raíles fueron volados por medio de explosivos detonados por radio, lo que parece demasiado sofisticado para los medios que por aquel entonces tenía la resistencia polaca. Y, sobre todo, se sabe que por esas fechas Hitler estuvo en Rastenburg, sin hacer ningún viaje a Berlín. Posiblemente el informe no fuese más que una historia inventada por algún informador del SOE.

Mapa de la zona de la emboscada; se indica el tramo de ferrocarril atacado:

mapa Strych
¿Qué se puede sacar en claro de esta confusa historia? Primero que el plan existió realmente, estaba bien preparado y se llevó a cabo en la noche del 8 al 9 de junio de 1942. Posiblemente esa noche Hitler estuviese de verdad de viaje a Berlín. Los partisanos polacos atacaron un tren pensando que era el de Hitler, pero se equivocaron. ¿Había pasado ya su objetivo? ¿Hitler hizo el viaje en avión en esa ocasión? Puede que nunca se sepa qué falló, pero esa noche en una pequeña aldea pomerana pudo cambiar el curso de la historia.

Fotografías del lugar de la emboscada en la actualidad; junto a la vía se encuentra una placa conmemorativa recordando el ataque al supuesto tren de Hitler:

emboscada tren hitler
ataque tren hitler
ataque tren hitler
(*) Sinceramente, no sé qué era exactamente el PAP ni si formaba parte del Armia Krajowa. En el libro de Moorhouse se dice que Lesikowski era miembro del AK, y no se menciona para nada al PAP, pero en las páginas polacas es al contrario. Lo único que se dice del AK es que Gryf Pomorski acabó integrándose en él tiempo después.


Fuentes:
Roger Moorhouse: Matar a Hitler
www.odkrywca-online.com/pokaz_watek.php?id=303329
http://bydgoszcz.naszemiasto.pl/wydarzenia/298926.html
http://sitwp.umwp.pl/gryf_pomorski/pdf/067.pdf


Subfusiles estadounidenses

El Thompson fue un subfusil diseñado por el general de artillería estadounidense John Taliaferro Thompson durante la Primera Guerra Mundial, concebido como un arma ligera de gran potencia de fuego para ser utilizado en el asalto a las trincheras enemigas. Pero el Thompson llegó tarde a la guerra. Su primera versión, el Thompson M1921, fue comercializado para su uso civil en la década de los 20. En Estados Unidos fue adquirido por varios cuerpos de policía y agencias gubernamentales, pero sobre todo se hizo mundialmente famoso gracias al cine por convertirse en el arma característica de los gansters en la época de la "Ley Seca". El primero que se interesó en el subfusil Thompson para su uso militar fue el USMC. En un principio adoptaron el M1928, un modelo comercial casi idéntico al M1921, con su característico cargador de tambor. Pero a petición de los Marines Thompson desarrolló una variante, el primer subfusil estadounidense fabricado para su uso militar, el Thompson M1928A1. Usaba dos tipos de cargadores, el típico de tambor o bien uno recto de 20 cartuchos. Su gran problema era el precio, era demasiado caro para convertirse en un arma de uso masivo.

Dos versiones del Thompson M1928A1:

Thompson M1928A1
Thompson M1928A1
Durante un descanso en el combate, un servidor de una ametralladora calibre .30 se toma un café, con su Thompson M1928A1 sobre sus rodillas; Guadalcanal, octubre de 1942:

Thompson M1928A1 guadalcanal
En 1942 apareció la versión para el Ejército, el Thomson M1A1, con cañón más corto y cargador recto de 30 balas. Era más barato y sencillo que el modelo anterior, lo que permitió su distribución masiva en el ejército estadounidense. Fue muy utilizada sobre todo por oficiales y suboficiales, así como unidades paracaidistas y rangers. Fue sin duda una de las armas más populares de la guerra.

Thompson M1A1:

Thompson M1A1
Dos hombres del 2º Batallón, 1ª División de Marines, avanzan en Wana Ridge, Okinawa. Uno está armado con un Thompson M1A1, el otro lleva un BAR; Okinawa, 18 de mayo de 1945:

Thompson M1A1 okinawa
Los Marines tuvieron que buscar un equivalente al Thompson M1A1, es decir, un subfusil barato que pudiese ser distribuido en grandes cantidades. Se decidieron por el Reising M50, que había sido rechazado antes por el Ejército. Tardaron poco tiempo en darse cuenta de que el Ejército había tenido razón al descartarla: era un arma poco fiable, demasiado frágil y difícil de utilizar. Sólo estuvo un año de servicio en los Marines, entre 1942 y 1943. Después se lo endosaron a la Policía Militar. También fue enviado a la URSS, donde fue utilizado como arma de la policía. El Reising M50 había nacido a partir de un diseño de carabina semiautomática, por ello mantenía el selector de fuego (tiro a tiro o a ráfagas). Había una versión con culata metálica plegable, el Reising M55.

Reising M50:
Reising M50

Reising M55:
Reising M55
Dos marines en un ejercicio de entrenamiento en Quantico. El marine de la izquierda está armado con un Reising M55, el de la derecha lleva un M50:

marines Reising M50
Avanzada la guerra el Ejército tuvo que buscar un subfusil para sustituir al Thomson, un arma más sencilla y barata que pudiese ser utilizada masivamente. El elegido fue el M3A1 "Greasegun" (apodado así porque decían que parecía una vulgar pistola de engrasar). Fabricado a partir de 1944 por la Guide Lamp Division, una filial de General Motors, su principal característica era su ligereza. Era un subfusil corto y sencillo, con culata retráctil, completamente metálico. Era también del calibre 45, como todos los subfusiles anteriores. Su cadencia de tiro era relativamente baja, lo que aumentaba la precisión del tirador. No fue un arma muy apreciada por los soldados estadounidenses, que seguían prefiriendo el Thompson. Fue muy utilizado por las tripulaciones de tanques.

M3A1 "Greasegun":

M3A1 Greasegun
Soldados del 290º Regimiento de Infantería combaten en la nieve cerca de Amonines, Bélgica, durante la batalla de las Ardenas, 4 de enero de 1945; el hombre de la derecha está armado con una "greasegun", el arma de su compañero parece una carabina M1:

bulge Greasegun
Un intento anterior de desarrollar un sustituto al Thompson fue el UD M42, fabricado por United Defense Supply Corp. entre 1942 y 1943. Destacaba por ser un arma de diseño extraordinariamente sencillo, aunque paradójicamente fue considerado demasiado caro y rechazado por el Ejército. Aunque los prototipos eran, como todos los subfusiles militares estadounidenses, del calibre 45, finalmente se fabricaron 15.000 unidades de 9mm Parabellum para la OSS. La mayor parte de ellos acabaron siendo lanzados en paracaídas en los países ocupados para ser usados por los movimientos de resistencia, especialmente en Francia y Creta.

UD M42:

ud m42
Un elegante miembro de la Resistencia Francesa en una barricada durante la liberación de París, en agosto de 1944; está armado con una UD M42:

ud m42 paris

Fuentes principales:
www.secondeguerre.net
www.en.wikipedia,org
world.guns.ru