Krummlauf

Hans-Joachim Schaede era un industrial de éxito de Saalfeld, una pequeña ciudad de Turingia, que había convertido la fábrica de lavadoras heredada de su padre en una boyante empresa con quinientos empleados. Como veterano de la Gran Guerra, donde había servido como teniente en una unidad de globos de observación, era oficial en la reserva de la Wehrmacht. En agosto de 1939, durante la movilización previa al estallido de la Segunda Guerra Mundial, fue llamado al servicio activo. Participó en la invasión de Polonia como capitán de la 1ª División Panzer. Mas tarde, en 1942, fue ascendido a comandante y destinado a la oficina técnica del Ministerio de Armamentos. Allí puso su ingenio al servicio de la industria armamentística del Reich. Al poco tiempo el Ministerio le premió con una recompensa de 50.000 marcos por introducir varias mejoras técnicas en los Panzer alemanes.

En 1943, después de la batalla de Stalingrado, Schaede se centró en un problema que sufrían las tropas alemanas en las luchas callejeras en Rusia, y que afectaba especialmente a las tripulaciones de los Sturmgeschütze (cañones de asalto). Sin torreta giratoria, con varios puntos ciegos y escasamente protegidos con armas de fuego ligeras, los cañones de asalto eran muy vulnerables a los equipos anticarro soviéticos, que podían aproximarse a ellos sin ser vistos para atacarlos con granadas o cócteles molotov. Schaede diseñó un accesorio para los fusiles de asalto StG 44, el Krummlauf ("cañón curvo"), que, como su nombre indica, consistía en una ampliación curvada que se añadía a la boca del cañón original del arma para poder disparar de forma segura sin que el tirador tuviese que exponerse a la vista del enemigo.

A causa de su fuerte retroceso, su uso parecía limitado a las tripulaciones de los Panzer o Sturmgeschütze, que podían apoyarlos en la estructura de sus vehículos para darles estabilidad. Pero para la infantería era un arma engorrosa, demasiado larga y con un retroceso excesivo. A partir de agosto de 1944 el Krummlauf comenzó a introducirse de forma experimental en unidades acorazadas del frente oriental, en varias versiones distintas con ángulos de 30º, 45º, 60º o 90º. Pronto comenzó a recibir elogios de los soldados, que ya no tenían que exponerse al fuego enemigo para defenderse de los grupos antitanque soviéticos. En septiembre de 1944 el Ministerio de Armamento ordenó una producción de 20.000 unidades mensuales.

Schaede, que había sido ascendido a coronel, se centró entonces en el desarrollo de un Krummlauf para su uso por la infantería. Logró reducir el retroceso de su nuevo modelo, con una única curvatura de 30º, y le añadió un complemento en teoría indispensable: un periscopio fabricado por Zeiss que permitiría al soldado no disparar a ciegas. Sorprendentemente, Hitler, que había sido muy escéptico con las posibilidades del StG 44 como arma de infantería, mostró un enorme interés en el Krummlauf. En enero de 1945 el Ministerio de Armamento ordenó iniciar su producción en masa.

Pero en los meses finales de la guerra las fábricas de armamento alemanas eran incapaces de cumplir con los pedidos y entregar los miles de unidades mensuales que se les exigía. El incesante bombardeo aliado de centros industriales y líneas de comunicación y la dramática escasez de materiales y combustible hacían que tanto su producción como su posterior distribución fuesen tareas casi imposibles. Finalmente llegaron a distribuirse en pequeñas cantidades entre algunas unidades militares. Solo un pequeño porcentaje de ellos contaban con periscopio.

¿Qué habría supuesto la distribución masiva del Krummlauf? En teoría la combinación de StG 44 y Krummlauf parecía dar a la infantería alemana una gran ventaja sobre sus enemigos, al menos en combates callejeros. Y es cierto que podía ser muy útil en casos concretos, pero no se trataba de un arma revolucionaria que fuese a tener un impacto significativo en la guerra. Y también tenía defectos. Un alto porcentaje de las balas se fragmentaba al atravesar el cañón, por lo que en realidad el fusil acababa disparando metralla y su alcance era muy pequeño. Su vida útil era muy corta (300 disparos para la versión de infantería, la más duradera, y apenas unas decenas para las de mayores curvaturas).

Al finalizar la guerra el coronel Schaede fue capturado por las tropas de ocupación soviéticas. Fue condenado por un tribunal militar por sus contribuciones a la industria armamentística nazi y encarcelado en la URSS. En 1953 fue liberado y regresó a Alemania. Murió en 1967.


Fuentes:
http://www.historynet.com/weaponry-krummer-lauf.htm
http://naukas.com/2010/09/20/krummlauf-historia-de-la-bala-que-doblo-la-esquina/
http://en.wikipedia.org/wiki/Krummlauf

6 comentarios:

  1. Lo que no sé es cómo ni por qué lo liberaron con el currículum que tenía. Tal vez para celebrar la muerte de Stalin y la llegada de un gobierno más moderado.
    Un saludo.

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    1. Pues sí. Después de la muerte de Stalin la URSS comenzó a liberar a los prisioneros de Alemania y otros países del Eje que mantenía desde el final de la guerra. Fue uno de de los primeros gestos con los que Kruschev pretendía demostrar que se iniciaba una nueva era en la política soviética.
      Un saludo, Cayetano.

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  2. Pensar que ese subfusil fue ¨vetado¨ por hitler por que no era ¨elegante¨. Y sin embargo para muchos es como el padre de muchas armas que luego han hecho historia, tal como la famosa kalashnikof. Lo mismo, para la época en la que se quiso fabricar, ya estaba todo el pescado vendido.
    A veces me pregunto, que decisiones podría haber tomado el mandamás ario para tener alguna chance de ganar la guerra.
    Prescindir del payaso de ribentrop y aliarse con inglaterra? Ya puestos con EEUU mejor.
    Tanto poder y tan cabezota.

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    1. Bueno, no creo que ni Inglaterra ni Estados Unidos estuviesen por la labor de aliarse con Hitler.

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  3. Este arma curvo con periscopio, parece un invento del TBO...pero poco eficaz y para cuando se empezó a fabricar en masa, Alemania tenía perdida la guerra. Curioso artículo Nonsei.

    Saludos

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    1. La prueba de que no era nada efectivo es que nadie copió la idea en sesenta años. Solo muy recientemente han empezado a aparecer armas con cañón curvo, como el cornershot israelí.
      Un saludo, Gluntz.

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