La ventaja de tener un jefe llamado Churchill

Odette Brailly nació en 1912 en Amiens, en el norte de Francia. Su infancia estuvo marcada por la muerte de su padre en la batalla de Verdún, cuando Odette tenía seis años, y por una poliomielitis que contrajo un año más tarde y que la dejó durante meses ciega y con parálisis en las piernas (aunque se recuperó totalmente y la enfermedad no le dejó secuelas). Cuando tenía diecinueve años se casó con un joven británico llamado Roy Sansom y se marchó a vivir con él a Londres. El matrimonio tuvo tres hijas, y durante casi una década Odette vivió una vida de ama de casa normal y corriente. Aquello cambió al estallar la guerra. En 1940 Roy se alistó en el Ejército y Odette se quedó sola en Londres al cuidado de las niñas. En la primavera de 1942, cansada de la inactividad y deseando contribuir de alguna manera al esfuerzo de guerra, solicitó su incorporación al cuerpo auxiliar femenino. Al hacerlo consiguió que el SOE se fijase en ella (el Special Operations Executive era la organización británica encargada de las operaciones encubiertas en la Europa ocupada). Se necesitaban con urgencia agentes para infiltrarse en Francia, y Odette, como francesa nativa, era una candidata ideal (aunque estuvo a punto de ser rechazada porque, a juicio de los reclutadores que la examinaron, presentaba una personalidad demasiado impulsiva y poco reflexiva).

Los meses siguientes Odette estuvo compaginando sus labores de ama de casa y madre con el entrenamiento que recibía en el SOE. Al fin fue seleccionada para ir a Francia como agente de enlace con la Resistencia. Un día de agosto de 1942 dejó a sus hijas internas en un colegio de monjas y subió a un avión para saltar en paracaídas en la región de la Costa Azul. En Francia su contacto y superior era un oficial del SOE llamado Peter Churchill, que pese a su apellido no tenía ninguna relación con el primer ministro británico. Descendiente de una familia de diplomáticos, había nacido en Amsterdam, donde estaba destinado como cónsul su padre, William Algernon Churchill (que además fue un prestigioso historiador de arte). El capitán Churchill tenía treinta y tres años y era ya un veterano agente del SOE. Aquella era su tercera misión en Francia. Había saltado cerca de Cannes en abril de 1942 como oficial de enlace con una red de resistencia local de nombre en clave Spindle. Su tarea era organizar la recepción de las armas y el material que se enviaba desde Inglaterra y de los agentes que saltaban en paracaídas o desembarcaban en las costas del sur de Francia.

Odette Sansom y Peter Churchill establecieron una estrecha relación. A comienzos de 1943 se trasladaron de la Costa Azul a Annecy, en la Alta Saboya. Por entonces Spindle estaba ya condenada. Hugo Bleicher, el agente de contrainteligencia alemán más efectivo en la lucha contra la resistencia francesa, había logrado infiltrar agentes dobles dentro de la red y recibía información de todos sus movimientos. El 23 de marzo de 1943 Churchill hizo un breve viaje a Inglaterra para recibir instrucciones. El 15 de abril saltó de nuevo en paracaídas en las montañas de la Alta Saboya, cerca del lago de Annecy. Al día siguiente tenía una cita con Odette en un hotel de Sainy-Jorioz. Cuando acudieron a la reunión la Gestapo les estaba esperando. Ambos fueron arrestados y trasladados a las oficinas del SD en París. Allí fueron torturados y sometidos a todo tipo de vejaciones. Odette y su superior tenían una historia preparada para aquella situación que esperaban que les ayudase a suavizar el trato de sus interrogadores o incluso que les librase de ser ejecutados como espías. Afirmaron que estaban casados y que Peter era sobrino de Winston Churchill. Durante los interrogatorios Odette se mantuvo firme con aquella historia. Su supuesto parentesco con el primer ministro británico no le sirvió para recibir un trato menos brutal, pero acabaría salvándole la vida.

Odette fue enviada a Ravensbrück, el mayor campo de concentración para mujeres en territorio del Reich, situado unos 90 kilómetros al norte de Berlín. Se había firmado su orden de ejecución (aunque sin fecha fijada), pero el comandante del campo, el Sturmbannführer Fritz Sühren, creyendo que realmente estaba emparentada con Winston Churchill, decidió mantenerla con vida y concederle un trato de privilegio por si alguna vez la necesitaba como moneda de cambio. El momento llegó en abril de 1945, en los últimos días de la guerra, cuando las tropas soviéticas estaban ya a escasos kilómetros de Ravensbrück. Sühren subió a Odette a su coche particular y huyó con ella hacia el oeste. Al alcanzar las líneas estadounidenses entregó su pistola a Odette y se rindió a los soldados, esperando que las supuestas conexiones de su prisionera (convertida en captora) con el primer ministro británico pudiesen rebajar el castigo que le esperaba. No le sirvió de mucho. Fritz Sühren fue acusado de crímenes contra la humanidad por el asesinato de miles de personas en Ravensbrück. Fue condenado a muerte y ejecutado en la horca en junio de 1950. En el juicio Odette había declarado en su contra.

Peter Churchill también tuvo suerte. Permaneció recluido en la prisión francesa de Fresnes hasta febrero de 1944, cuando la Gestapo le trasladó a Berlín. Tras varias semanas de interrogatorios en la capital del Reich fue enviado al campo de concentración de Sachsenhausen. En abril de 1945, ante la proximidad de las tropas soviéticas, las SS dieron orden de evacuar el campo. Churchill, junto con una treintena de prisioneros relevantes (entre los que se encontraba el antiguo canciller de Austria Kurt Schuschnigg), fueron trasladados a Flossenbürg, en Baviera. Solo unos días después de su llegada, el avance estadounidense por el sur de Alemania obligó a los alemanes a trasladar de nuevo a los cautivos. Su condición de oficial le permitió hacer el viaje en camión, librándole de la “marcha de la muerte”, la evacuación a pie y en condiciones inhumanas de miles de prisioneros de Flossenbürg con destino a Dachau (más de la tercera parte de ellos perecieron en el camino). A finales de abril los guardianes de Dachau seleccionaron a los prisioneros más valiosos (Churchill entre ellos) y los condujeron a un hotel de montaña cerca del lago Wildsee, en sur del Tirol. Tenían orden de ejecutarlos y hacer desaparecer las pruebas, pero en lugar de eso los SS optaron por liberarles allí, desertar y tratar de pasar desapercibidos. El Reich se estaba desmoronando, y solo los más fanáticos o los más insensatos habrían aceptado cometer un crimen en nombre de una autoridad que ya casi nadie reconocía. El 4 de mayo de 1945 Churchill y sus compañeros de cautiverio fueron encontrados por las tropas del Quinto Ejército de los Estados Unidos.

Después de la guerra Odette fue recibida como una heroína. Entre otras distinciones, el rey Jorge VI la nombró Miembro de la Orden del Imperio Británico, y el gobierno francés "Caballero” de la Legión de Honor. En 1946 se divorció de Roy Sansom, y un año más tarde se casó con Peter, su antiguo superior, convirtiéndose en Odette Churchill y haciendo así realidad una parte de su historia inventada.

2 comentarios:

  1. El apellido del señor Winston les sirvió de amuleto de la suerte. Se salvaron por los pelos.
    Un saludo.

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    1. Puede que ni siquiera Fritz Sühren creyese del todo en su parentesco con el primer ministro, pero era el único clavo ardiendo al que podía agarrarse para tratar de salvar el pellejo.
      Desde luego fueron afortunados.
      Un saludo.

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