El soldado tuerto que conquistó una ciudad

Leo Major nació en enero de 1921 en Estados Unidos, aunque antes de cumplir un año se trasladó con su familia a Montreal. Creció como un chico problemático, con una difícil relación con su familia. A los 14 años, cansado de las continuas discusiones con su padre, se fugó de casa y se fue a vivir con una tía suya. Cuando Canadá entró en guerra con Alemania, sus problemas familiares y las dificultades para encontrar trabajo le llevaron a alistarse en el Regimiento de La Chaudière, una unidad francófona del Ejército canadiense. Allí recibió entrenamiento de francotirador. En agosto de 1941 embarcó con su unidad rumbo a Inglaterra.

El Regimiento de La Chaudière estaba integrado en la Tercera División de Infantería canadiense. En Normandía desembarcó en las primeras horas del Día D en el sector de Bernières-sur-Mer junto a los Queen's Own Rifles. La presencia de los quebequenses sorprendió a los habitantes de los pueblos normandos, que no esperaban encontrar tropas de habla francesa entre las fuerzas libertadoras (fue el único regimiento franco-canadiense que participó en la Operación Overlord).

Desde el mismo día del desembarco en Normandía, Leo Major empezó a convertirse en leyenda. Poco después de pisar las costas francesas, Leo se separó de su unidad en misión de reconocimiento. Estaba buscando buenas posiciones de tiro cuando descubrió a dos soldados alemanes que hacían guardia junto a un vehículo blindado (un Sd.Kfz 251). Permaneció oculto, vigilando para cerciorarse de que no había más enemigos cerca, y cuando estuvo seguro mató a los dos hombres. El vehículo que había capturado resultó ser muy valioso para los canadienses, ya que estaba lleno de equipos de comunicaciones, con sus códigos y otros documentos importantes.

Dos días después su pelotón tuvo un encuentro con una patrulla alemana. En el combate, uno de los alemanes lanzó una granada de fósforo que alcanzó a Leo, que sufrió graves heridas en la cara. En el hospital de campaña le dieron la noticia de que había perdido un ojo. El médico que habló con él le dijo que iban a tener que trasladarle a Inglaterra a tratarle de sus heridas, y que después le licenciarían. Leo se negó a ser evacuado. Dijo:

"Yo soy un francotirador, para hacer mi trabajo solo necesito un ojo".

A finales de 1944 el Regimiento de La Chaudière se encontraba en la región del Escalda, en Holanda. Una noche Leo recibió la orden de ir a buscar a un grupo de novatos que se habían perdido durante una patrulla. Cerca de un dique se encontró con dos soldados alemanes, y cuando uno de ellos trató de utilizar su arma Leo le mató de un disparo. Luego, a punta de fusil, obligó al otro hombre a que le condujese hasta su campamento. Llegó a unas zanjas donde se encontraban los alemanes durmiendo. Se acercó sigilosamente para sorprenderles, capturó al oficial al mando, mató a tres soldados y obligó a rendirse a los 93 restantes. Él mismo condujo a los prisioneros hasta su puesto de mando.

Unas semanas más tarde, su comandante le comunicó que estaba considerando presentar al mariscal Montgomery la solicitud de una medalla al valor por su hazaña. Leo la rechazó, diciendo que no quería nada de Montgomery, a quien consideraba responsable de la muerte de muchos compañeros suyos.

En febrero de 1945 Leo volvió a ser herido cuando el Bren Carrier en el que viajaba fue destruído por una mina antitanque. En el hospital de campaña un médico le informó de que tenía la espalda rota por tres sitios, además de los dos tobillos y tres costillas fracturadas. Una vez más le dijeron que la guerra había terminado para él. Y una vez más, se negó a aceptarlo. Una semana después Major se las arregló para huir del hospital e irse a casa de una familia holandesa que había conocido en Nimega. Permaneció con aquella familia cerca de un mes, y en marzo se reincorporó a su unidad.

El 13 de abril de 1945 el Regimiento de La Chaudière se estaba preparando para tomar Zwolle, una ciudad holandesa de unos 50.000 habitantes. Aquella noche Leo y su observador Willy Arseneault se ofrecieron voluntarios para hacer un reconocimiento y evaluar las fuerzas del enemigo en la ciudad antes del ataque. Arseneault era el mejor amigo de Leo, su compañero inseparable. Hacia la medianoche los dos hombres tuvieron un enfrentamiento con un grupo de alemanes que descubrió su posición. Willy murió en el tiroteo. Enfurecido por la muerte de su amigo, Leo decidió atacar él solo a la guarnición alemana en la ciudad.

Leo entró en Zwolle disparando, lanzando granadas y haciendo todo el ruido posible para crear confusión y hacer creer a los alemanes que el ejército canadiense había comenzado su ataque. Varias veces durante la noche capturó a pequeños grupos de soldados alemanes, de entre ocho y diez hombres. Cuando uno de esos grupos se rendía, Leo escoltaba a los prisioneros fuera de la ciudad y los entregaba a las tropas canadienses que esperaban fuera. Después regresaba a Zwolle para continuar con su asalto. La mayor resistencia la encontró en el cuartel general de las SS. Allí, en un enfrentamiento con ocho oficiales, Leo tuvo que matar a cuatro de ellos e hizo huir a los otros cuatro.

Al fin, hacia las cuatro y media de la madrugada, varios miembros de la resistencia holandesa le salieron al paso en medio de la calle y le informaron de que el resto de la guarnición alemana había huído abandonando la ciudad. Leo estaba exhausto, y no era para menos. Él solo, sin ayuda de nadie, había liberado Zwolle.

Leo Major, a la derecha, junto a su amigo Willy Arseneault:


Por su acción a Leo le fue concedida la Medalla a la Conducta Distinguida, la segunda en importancia destinada a la tropa en los ejércitos de la Commonwealth. Al terminar la guerra, regresó a Canadá y comenzó a trabajar montando canalizaciones. Unos años después estalló una nueva guerra, en Corea, y Leo volvió al ejército como francotirador de élite. En Corea ganó su segunda Medalla a la Conducta Distinguida (es el único soldado canadiense que ha recibido dos veces esa condecoración) después de recuperar una estratégica colina que había sido tomada por los chinos. Pero esa es otra historia.

Tengo que confesar que he dudado mucho si publicar esta historia, y es que incluso a mí me costaba creerla. La explicación que se me ocurre es que los defensores alemanes de Zwolle no tuviesen demasiado interés en arriesgar sus vidas cuando el final de la guerra era cuestión de días, y estuviesen dispuestos a rendirse al primer soldado aliado que pasase por allí. Lo que puedo asegurar es que Leo Major fue un personaje real, que las condecoraciones que recibió fueron auténticas, y que al menos en Zwolle están seguros de que fue él quien les liberó. Y como prueba, este fue el recibimiento que le dieron en 1995, cincuenta años después de su hazaña, cuando Leo visitó la ciudad:


Leo Major, considerado un héroe en Holanda y uno de los mejores soldados de la historia de Canadá, murió en octubre del 2008.

8 comentarios:

  1. Vaya Tio!! Menuda historia la suya. Esta la tengo que contar un día por mi blog, con tu permiso claro.

    Saludos!!

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  2. Este es un tuerto de lujo, no como ese "caballero legionario" que tuvimos por aquí y que se apellidaba Millán- Astray.
    Un saludo.

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    1. Para ser justos tendríamos que conocer la opinión que tenía Leo sobre la cultura, por ejemplo.
      Un saludo, Cayetano.

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  3. Otra increible historia contada en tu blog.... y van.....

    Me gusta mucho como las narras. Un saludo.

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  4. Las situaciones extraordinarios suelen dar hombres excepcionales. Leo Major sea uno de esas personas normales que duarnte los conflictos crecen.

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    1. Es verdad. Cuando la gente normal y corriente tiene que hacer frente a una situación extraordinaria, la persona más inesperada se puede convertir en héroe.
      Gracias por el comentario, Llorenç.

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