La soledad de un espía

El 1 de abril de 1941 la policía británica descubrió en el interior de un refugio antiaéreo de Cambridge el cadáver de un joven con un disparo en la cabeza. Cuando registraron sus bolsillos los policías encontraron un documento de identidad y un pasaporte sin sellar a nombre de Jan Willem Ter Braak, de nacionalidad holandesa. La muerte se había producido unos dos días antes, y junto al cuerpo había una pistola de fabricación alemana. Todo parecía indicar que se trataba de un suicidio.

Una muerte violenta, un extranjero natural de un país ocupado, un arma alemana… eran muchos los indicios que apuntaban a que podía tratarse de un caso relacionado con la actividad de agentes enemigos, así que las autoridades decidieron que la investigación continuase en secreto. Así fue como el servicio de contrainteligencia británico pudo reconstruir la historia del que se cree que fue el espía alemán que más tiempo operó en Gran Bretaña durante la guerra sin ser descubierto.

La verdadera identidad de Willem Ter Braak fue un misterio durante décadas. Hoy se sabe que se llamaba en realidad Engelbertus Fukken y que había nacido en Holanda en 1914. En la noche del 2 al 3 de noviembre de 1940 Ter Braak / Fukken saltó en paracaídas sobre Buckinghamshire, al noroeste de Londres (casualmente cerca de Bletchley Park, uno de los lugares que más secretos guardaba de toda Inglaterra). Al día siguiente se descubrió el paracaídas y la policía comenzó una intensa búsqueda por los alrededores. Sin resultados. Ter Braak se había movido rápido, y cuando los policías peinaban la zona en la que había aterrizado, él estaba ya camino de Cambridge. Llegó a la ciudad universitaria al día siguiente. Lo primero que hizo fue buscar alojamiento. A la casera le explicó que era holandés, que había llegado al país durante la evacuación de Dunkerque, y que trabajaba en un periódico que las fuerzas holandesas libres publicaban en Londres.

Como extranjero, Ter Braak estaba obligado a comunicar su presencia a las autoridades, pero no lo hizo. Fue el dueño de la casa en la que se hospedaba quien informó al servicio de Extranjería que tenía a un ciudadano holandés viviendo con él. La policía no hizo ninguna comprobación.

En Cambridge Ter Braak vivía del dinero que le había proporcionado el Abwehr, una importante cantidad de libras y dólares estadounidenses. Pasaba la mayor parte del día fuera de la casa, aunque regresaba todas las noches. Entre sus pertenencias se encontraron numerosos billetes de autobús por los que los investigadores dedujeron que se dedicaba a recorrer la región para localizar campos de aviación e instalaciones militares.

En enero de 1941 Ter Braak recibió un aviso de la Oficina de Alimentación, que aseguraba que los datos de su cartilla de racionamiento correspondían a otra persona. La cartilla se la había proporcionado el Abwehr con la información que les había enviado Johnny, un agente alemán que operaba en Inglaterra. Johnny era el nombre en clave por el que el Abwehr conocía a Arthur Owens, un nacionalista galés que se había ofrecido voluntariamente para trabajar para el servicio secreto alemán. Pero Owens era en realidad un agente doble, conocido por el MI5 como Snow (“nieve”, y casi un anagrama de su apellido), que enviaba a los alemanes datos falsos, de forma que los documentos preparados con ellos contuviesen errores obvios para quien estuviese habituado a manejarlos.

Ter Braak se dio cuenta de que corría un grave peligro y podía ser descubierto en cualquier momento. Dejó la casa, contándole a la dueña que tenía que marcharse a Londres. Pero en realidad no se movió de Cambridge, y se limitó a buscar una casa de huéspedes en otro barrio de la ciudad.

En marzo se le acabó el dinero británico, y tuvo que recurrir a uno de los huéspedes que vivían con él, que trabajaba en un banco, para cambiar los dólares que le había proporcionado el Abwehr. A final del mes ya no le quedaba dinero para pagar a su casera. Se cree que nunca llegó a contactar con Alemania, debido a un problema en el transmisor de su radio. Había logrado permanecer cinco meses en Inglaterra sin ser descubierto, pero su misión había fracasado.

El 29 de marzo Ter Braak depositó una gran caja en la oficina de equipajes de la estación de Cambridge, y a continuación fue al refugio antiaéreo. Allí se suicidó de un tiro en la cabeza. Dos días después encontraron su cadáver. En la caja de la estación había guardado su equipo de radio.

Fuentes:
James Hayward: Mitos y leyendas de la Segunda Guerra Mundial
Jefferson Adams: Historical Dictionary of German Intelligence
http://en.wikipedia.org/wiki/Willem_Ter_Braak


2 comentarios:

  1. Hola.. ¿no hay datos de por qué razón se pegó el tiro?... si no lo habían atrapado, aún pudo tratar de llegar por ejemplo a Irlanda. Con los datos conocidos, no se entiende la razón de su acto.

    Saludos

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    1. Hola, Heitai. Es imposible saber las razones que le llevaron al suicidio, pero hay que pensar que normalmente no es una decisión que se tome de forma racional. Yo me imagino que le pudo la presión. Estaba completamente solo en un país enemigo, sin dinero ni ayuda de ningún tipo y con la sospecha de que podían estar ya tras él.
      Un saludo.

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