Documentos británicos desclasificados recientemente...

Las informaciones sobre "documentos británicos desclasificados recientemente" constituyen un género periodístico que consiste en convertir en noticia la divulgación de un secreto que nunca lo fue. Es admirable la habilidad que demuestran los servicios de inteligencia británicos para generar titulares casi a diario sin necesidad de descubrir nada interesante. Supongo que ese es el secreto (nunca mejor dicho) de las ejemplares leyes de transparencia de las que disfrutan los súbditos de Su Graciosa Majestad.

Vale, estoy exagerando. Pero hay algo de verdad en lo que digo. No sé si se debe a una brillante política de comunicación de los servicios secretos británicos, a unos historiadores deseosos de soltar bombazos informativos a la mínima oportunidad, a una prensa acostumbrada a adornar las informaciones con titulares llamativos, o a una combinación de todos estos factores, pero lo cierto es que cada poco tiempo aparecen noticias sobre "documentos británicos desclasificados recientemente" que prometen dar un vuelco a todo lo que se conoce de algún episodio de la historia contemporánea pero que al final no añaden nada nuevo a lo ya conocido.

Como esta noticia, que se publicó el pasado jueves:

Reino Unido habría sobornado a militares españoles para no entrar en la Segunda Guerra Mundial
Salen a la luz unos documentos que revelan que el MI6 pagó una fortuna a generales y oficiales del entorno del Caudillo en un intento por detener la participación de España en el conflicto del lado de Hitler, según «The Guardian»


El problema en este artículo está en el “revelan” de la entradilla. No dudo que los documentos desclasificados sean auténticos, y es casi seguro que aportan datos nuevos a la historia, aún con muchos puntos oscuros, de los pagos del servicio secreto británico a personalidades del régimen franquista para asegurarse la neutralidad de España en la guerra. Pero lo cierto es que todo lo que se dice en el artículo se sabía ya desde hace mucho tiempo, incluyendo detalles como las presiones del gobierno británico a los estadounidenses para que no bloqueasen ciertas cuentas de ciudadanos españoles en Nueva York. Por tanto, mientras no se hagan públicos nuevos datos, los documentos no “revelan” nada, como mucho “confirman” lo que ya se sabía.

La misma noticia se puede dar de una forma más correcta, como demuestra otro diario:

Desclasificados los papeles sobre sobornos del MI6 británico a militares de Franco
Los documentos revelados confirman que se pagaron 200 millones de libras al círculo de generales


Es la ventaja de tener de colaborador en el periódico a un experto en el tema, Jorge Martínez Reverte. Se ve que el redactor se tomó la molestia de consultarle. En el artículo queda claro cuál es la auténtica noticia:

Esta información publicada hoy por el diario The Guardian en su web ha sido un asunto ya mencionado por historiadores británicos y españoles pero ahora parece que por fin se muestran detalles inéditos.

Esta historia de sobornos me recuerda a otra “revelada” hace algunos años:

Mussolini, agente secreto británico
El MI5 contrató al dictador en 1917 cuando era periodista para hacer propaganda a favor de la guerra


Se trata de los pagos que hizo en 1917 el servicio secreto británico, a través de Samuel Hoare (casualmente el mismo que más de veinte años después, siendo embajador en Madrid, organizó los sobornos a militares franquistas) a Benito Mussolini para que hiciese propaganda antipacifista a través del periódico que dirigía, Il Poppolo d'Italia. Y sí, también en este caso la noticia no es noticia, porque era algo que se sabía hacía tiempo.

En estos temas tan complejos, llenos de cifras y nombres, es difícil saber por una información publicada en un periódico si realmente se revelan nuevos datos o no. Pero a mí lo que me gustan son las pequeñas historias anecdóticas, como ya saben los lectores habituales de este blog. Y en ese tipo de historias no hay posibilidad de duda: o un episodio se conocía o no se conocía. El mismo día que apareció la noticia de los sobornos a personalidades franquistas, también se hizo pública otra información proveniente de “documentos británicos desclasificados recientemente”. De hecho se menciona en los dos artículos que cité:

Un espía británico fue detenido vestido de mujer en Madrid en 1941
Un espía británico que se hacía pasar por corresponsal de guerra del diario "The Times" abochornó a su embajada en España cuando la policía lo detuvo en Madrid en 1941 vestido de mujer, según documentos oficiales desclasificados hoy.


El espía británico era nada menos que el teniente coronel Dudley Clarke, comandante de la Fuerza A, responsable de las operaciones de distracción y engaño en el Mediterráneo y Oriente Medio. Y es triste, tratándose de un brillante oficial de inteligencia, pero la historia de su arresto en Madrid es uno de los datos más conocidos de su biografía. Incluso aparece en su entrada en la Wikipedia en inglés (donde da como fuente un libro publicado en 2004 e incluye unas palabras sobre el episodio de Guy Liddell, director del contraespionaje británico). Si queréis otro ejemplo, también aparece en MI-6: Historia de la Firma, de Eric Frattini, un libro publicado en español hace unos años. Lo podéis comprobar en Google Books.

Una característica curiosa de los "documentos británicos desclasificados recientemente" es precisamente que siempre son británicos. ¿Quién ha oído hablar de documentos franceses desclasificados recientemente, por ejemplo? Y no digamos españoles... Para que una desclasificación se convierta en noticia la fuente tiene que ser el servicio secreto británico, aunque sea una historia de saboteadores alemanes en Estados Unidos:

Cuatro nazis en Nueva York
Varios documentos desclasificados del espionaje británico, el MI5, dados a conocer hoy por el diario 'The Times', revelan un plan de los alemanes para provocar el pánico en el estado de Nueva York mediante operaciones de sabotaje.


Y yo me pregunto: ¿Qué pintaba el espionaje británico en esta historia?

Lo cierto es que los detalles de la operación Pastorius se conocen desde hace décadas. Yo mismo le dediqué una entrada en este blog en noviembre del 2010, varios meses antes de que se publicase esta noticia, y os aseguro que no tengo acceso a información clasificada. Es verdad que los detalles del caso fueron confidenciales... durante unos meses. Como cuento en el post, las sentencias a los saboteadores se hicieron publicas y se les dio mucha publicidad en la prensa en su momento. No había ningún secreto, y menos aún secreto británico.

A veces los secretos revelados por los "documentos británicos desclasificados recientemente" consisten en algún dato que posiblemente no se había conocido antes porque era totalmente irrelevante:

Revelan que el servicio secreto británico investigó a a Agatha Christie durante la II Guerra
La escritora fue investigada en 1941 por la coincidencia de nombre entre uno de sus personajes y un ex oficial del ejército indio.


Aquí hay un error: en realidad Agatha Christie fue investigada por la coincidencia de nombre entre uno de sus personajes, un oficial del ejército indio, y Bletchley Park, la sede del CG&CS. Es algo que queda claro al leer el resto del artículo, lo que nos lleva a suponer que el redactor de la entradilla no lo hizo. Pero eso es lo de menos. La cuestión es que, por lo que cuentan, el servicio secreto se tomó tan en serio la amenaza a la seguridad nacional que representaba la novelista que recurrió a... preguntar a un amigo suyo. Toda una metódica investigación de inteligencia.

Si a vosotros también os parece exagerado que una anécdota como esa pueda dar lugar a una información de prensa, os sorprenderéis más al ver cómo se puede convertir a Tolkien en un espía:

Tolkien, el señor de los espías
J.R.R. Tolkien, el creador de «El señor de los anillos», se puso al servicio de los servicios de inteligencia británicos en la Segunda Guerra Mundial. Así lo revelan una serie de documentos de la época que acaban de ser desclasificados.


Lo único que se dice en la información es que Tolkien estuvo a prueba por el CG&CS durante tres días en marzo de 1939, seis meses antes del comienzo de la guerra. Por cierto, por entonces aún no estaba en funcionamiento Bletchley Park, un pequeño error de los redactores. En aquella época era habitual que los servicios de criptografía buscasen a sus expertos entre los lingüistas, así que no tenía nada de extraño que intentasen reclutar a un profesor de lengua de Oxford. Pero Tolkien nunca fue ningún espía ni nada que se le pareciese, ya que tras estar tres días de prueba rechazó el trabajo que le ofrecían. En fin, al menos la no-noticia sirvió para redactar un titular ingenioso.

También puede ocurrir que los "documentos británicos desclasificados recientemente" sirvan para apoyar teorías más que dudosas, y de paso ayudar a la venta de un libro:

Un héroe de la Segunda Guerra Mundial inspiró el personaje de James Bond
Unos documentos desclasificados recientemente desvelan la relación entre el espía británico, conocido con el nombre en clave de «Conejo blanco», y el escritor Ian Fleming


El tema de los agentes de los servicios secretos británicos en los que se basó Ian Fleming para crear a James Bond es un auténtico filón. De hecho, el título correcto del artículo tendría que ser algo así como: Una docena de héroes de la Segunda Guerra Mundial inspiraron el personaje de James Bond. También yo he dedicado varias entradas a la cuestión, así que en principio no puedo criticar que alguien proponga algún nombre nuevo a los muchos que ya se han dado. Pero en este caso no me parece que esté muy fundamentado:

En un dosier recientemente desclasificado, Jackson encontró un documento fechado el 15 de mayo de 1945 en el que Fleming, que también trabajó en el departamento de Inteligencia durante la guerra, hace una breve referencia a su relación con el agente y su exitosa fuga de los Nazis.

Es decir, que un único documento y una breve referencia al protagonista de su libro sirven a la autora para afirmar que:

«...Fleming estaba muy interesado en el caso de Yeo-Thomas y (...) le hizo un seguimiento. Recogió su historia y le atrapó»

Me atrevo a suponer que cuando la señora Jackson se estaba documentando para escribir el libro sobre Yeo-Thomas se encontró con un documento en el que se le mencionaba y que casualmente estaba firmado por Ian Fleming. Era una oportunidad que no podía dejar de aprovechar.

Me imagino la conversación de Jackson con sus editores:

- Es una biografía del comandante de ala Edward Yeo-Thomas, un oficial del SOE que saltó en paracaídas sobre la Francia ocupada, fue capturado y torturado por la Gestapo, y protagonizó media docena de fugas de un par de prisiones francesas, del campo de concentración de Buchemwald y de un campo de prisioneros de alta seguridad en Alemania.

- Pues no me suena de nada.

- Ehhh... Mmmm... Es el agente que inspiró el personaje de James Bond.

- ¡Haber empezado por ahí! Eso sí que se puede vender... siempre que añadamos lo de “documentos británicos desclasificados recientemente”.


4 comentarios:

  1. Muy interesante esto de los documentos desclasificados.
    Y lo del espionaje a Agatha Cristie no tiene desperdicio. Serán memos.
    Un saludo.

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    1. En las informaciones sobre los servicios secretos británicos se suele destacar su profesionalidad. Evidentemente este no es el caso.
      Un saludo, Cayetano.

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  2. Excelente blog, artículo y análisis.

    Lo que me parece decepcionante en grado sumo es que la práctica totalidad de las noticias analizadas a excepción de la 2ª pertenecen a diarios del mismo grupo editorial y uno de ellos destaca sobremanera. Qué tristeza da el observar como se "amarillean" y tergiversan los temas en busca del titular impactante y tendencioso, en lugar de divulgar y comunicar.

    Por suerte tenemos blogs como el tuyo, es un privilegio leerte.

    Saludos y enhorabuena de nuevo

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    1. Gracias por los elogios, Kastigator.
      Yo recordaba las noticias, las busqué y enlacé las primeras que encontré. Si la mayoría son del ABC o Vocento puede ser simplemente porque son las que mejor aparecen en las búsquedas de Google. Lo cierto es que la mayoría de las veces son informaciones de agencias o de la prensa británica que normalmente se publican con pocas diferencias entre unos periódicos y otros. A veces sí se trabajan un poco más la noticia, como en la que puse de El País, pero lo habitual es que se limiten a traducirla.
      Un saludo.

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