Fuego amigo

Louis Curdes fue un as de la USAAF, y uno de los tres únicos pilotos estadounidenses que durante la guerra lograron derribar aviones de cada una de de las tres potencias del Eje (Alemania, Italia y Japón). A comienzos de 1943 obtuvo su primer destino de combate en la 12ª Fuerza Aérea, en el norte de África. El 29 de abril de 1943 logró sobre Túnez sus primeras victorias, tres Messerschmitt Bf-109 alemanes. El 19 de mayo derribó otros dos Bf-109 en Cerdeña, y el 24 de junio, también en Cerdeña, un caza italiano Macchi Mc.202. El 27 de agosto, sobre Benevento, cerca de Nápoles, añadió a su lista de víctimas otros dos Bf-109, pero en el transcurso de aquel combate su avión fue alcanzado y cayó a tierra. Curdes fue hecho prisionero por los alemanes, pero poco tiempo después (el 8 de septiembre) logró escapar del campo al que le habían trasladado. Se mantuvo oculto durante casi nueve meses hasta que a finales de mayo de 1944 logró cruzar a territorio aliado. De regreso en Estados Unidos, Curdes se presentó voluntario para un nuevo periodo de servicio. En noviembre de 1944 fue destinado al 4º Escuadrón de Caza del 3º Grupo Aéreo, desplegado en las Filipinas. Allí comenzó a volar en un P-51 Mustang (hasta entonces lo había hecho en P-38 Lightning), al que bautizó con el apodo de Bad Angel. El 7 de febrero de 1945, volando unas treinta millas al suroeste de Formosa, se encontró con un bimotor de reconocimiento japonés Mitsubishi Ki-46. Al derribarlo se convirtió en el primer piloto estadounidense en lograr victorias contra aviones de las tres potencias del Eje (el primer piloto de las fuerzas armadas estadounidenses, habría que aclarar, ya que el aventurero Albert Baumler lo había logrado antes que él volando con la Fuerza Aérea de la República durante la Guerra Civil Española y con los Tigres Voladores en China).

Fotografía del capitán Curdes en su Mustang, el Bad Angel:


Bajo la carlinga están pintadas las marcas de sus victorias aéreas, en orden cronológico. Se pueden ver siete esvásticas, un fascio, una bandera del Sol Naciente y... un momento... ¿eso no es una bandera estadounidense?

El 10 de febrero de 1945 Lou Curdes participó en una incursión contra un campo de aviación japonés en Batán, al oeste de la isla filipina de Luzón. Durante el ataque su compañero de ala, el teniente La Croix, fue alcanzado por el fuego antiaéreo y cayó al mar. Esperando que un hidroavión de rescate Catalina llegase antes de la noche, Curdes se mantuvo volando en círculos sobre el pequeño bote de goma en el que permanecía su compañero. Entonces vio un avión de transporte norteamericano C-47 dirigiéndose al aeródromo enemigo, aparentemente con la intención de aterrizar en él. Trató de comunicarse por radio con el piloto utilizando diversas frecuencias, pero no obtuvo respuesta. Se aproximó y le hizo señas, e incluso disparó unas ráfagas delante del morro del otro avión, pero todo fue inútil: el piloto parecía decidido a tomar tierra a toda costa. Al final, lo único que se le ocurrió para evitar que fuese capturado fue abrir fuego sobre el C-47 y obligarle a amerizar cerca de donde La Croix esperaba su rescate. Curdes disparó contra los dos motores del transporte, inutilizándolos y haciendo que el avión cayese al mar. Cuando vio que todos los tripulantes abandonaban el aparato y se subían a dos balsas, regresó a su posición inicial, sobrevolando la zona para protegerles. Al caer la noche aún no había llegado la ayuda, y Curdes tuvo que volver a su base. Al amanecer regresó y se mantuvo patrullando sobre los náufragos hasta que fueron recogidos por un Catalina. Los doce tripulantes del C-47 estaban sanos y salvos. Y libres, gracias a Curdes. El piloto había perdido el rumbo durante el vuelo y había confundido la base aérea japonesa con una estadounidense. Agobiado porque se estaba quedando sin combustible, se disponía a aterrizar en el aeródromo enemigo cuando Curdes se lo impidió.

Unas semanas más tarde Louis Curdes recibió la Cruz de Vuelo Distinguido por aquella acción. Casi con toda seguridad, es el único piloto de la historia condecorado por el derribo de un avión propio.

Yo no descartaría que algunos de los detalles de este episodio fuesen producto de la propaganda estadounidense. Es posible que Curdes ametrallase el C-47 por un error de identificación y se diese cuenta a posteriori, pero derribarlo conscientemente arriesgándose a matar a sus ocupantes... a mí al menos me resulta chocante. No olvidemos que Curdes, tras su servicio en el Mediterráneo y su fuga del campo de prisioneros alemán, ya era un as y un héroe de guerra. Después de todo, si no se podía ocultar el incidente, qué mejor que convertirlo en una acción heroica. En la prensa el episodio apareció con un llamativo añadido que sí me parece claramente un invento de los propagandistas: entre los pasajeros del C-47 había dos enfermeras, y una de ellas era... la novia de Louis Curdes.

6 comentarios:

  1. Le salió bien la jugada, aunque el riesgo de que se mataran todos los que iban en el C-47 era evidente. Antes matar con fuego amigo a que les hicieran picadillo los enemigos. Lo que verdaderamente pasé por su mente es difícil que lo sepamos. Le salió bien la cosa y eso es lo importante.
    Un saludo.

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    1. Yo creo que le ayudó haber derribado un avión japonés unos días antes. Se había convertido en el primer piloto estadounidense en lograr victorias aéreas contra las tres potencias del Eje, y no iban a estropear la noticia informando al mismo tiempo de un derribo por fuego amigo. Así que los responsables de la propaganda (posiblemente más que el propio piloto) decidieron echar un poco de imaginación a la historia.
      Un saludo, Cayetano.

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  2. Perfectamente lo pudo haber confundido con un Nakajima L2D (la copia bajo licencia del DC-3). Cuadraría bastante más que arriesgarse a matar a todos los tripulantes; no se de que habría mas posibilidades de sobrevivir al cautiverio japonés o a un derribo.

    P.D: Felicidades por el blog

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    1. Cierto, el Nakajima L2D, la versión japonesa del DC-3 era el avión de transporte más utilizado por los japoneses. Habría sido un error comprensible. Si vio que se dirigía tranquilamente hacia el aeródromo, lo lógico habría sido pensar que se trataba de un avión enemigo.
      Gracias por comentar.

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  3. Muy curiosa la historia de este piloto estadounidense. Me inclino a pensar que, derribó el C-47, creyendo que era un avión japonés, y que después la propaganda oficial se encargó de "vender" el episodio como un acto de heroicidad.
    Buena historia, Nonsei
    Saludos

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    1. Pues somos de la misma opinión, Gluntz. Yo también creo que fue eso lo que pasó.

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