¡Vacaciones!

He comenzado mis merecidas vacaciones anuales, y voy a hacer todo lo posible por estar incomunicado las próximas semanas. Pero el blog no va a quedar abandonado, porque he dejado programadas varias entradas que se publicarán automáticamente cada tres días (incluyendo esta misma). Así que si alguien escribe un mensaje que no se extrañe de que no le responda.

Volveré a finales de agosto. Hasta entonces.

Judy, prisionera de guerra

Judy era una pointer inglesa nacida en un criadero de perros de Shanghai en 1937. Comenzó su carrera militar como mascota en dos cañoneras de la Royal Navy con base en Shanghai, el Gnat y el Grasshopper.

Judy en la cubierta del Grasshopper:


Cuando los japoneses invadieron China, el Grasshopper fijó su base en Singapur. El 14 de febrero de 1942 la colonia británica estaba a punto de ser conquistada también por los japoneses, y el Grasshopper zarpó con rumbo a Batavia (la actual Yakarta) abarrotado de refugiados y soldados en retirada. Al sur de Singapur la cañonera fue torpedeada por un submarino japonés. El buque se incendió y comenzó a hundirse, y Judy saltó al agua para salvar su vida.

Los supervivientes del Grasshopper llegaron a una isla deshabitada. Dos días más tarde, Judy apareció en la playa cubierta de petróleo. Los náufragos lograron hacerse con una embarcación y navegaron hasta la costa de Sumatra. Continuaron a pie, en una agotadora marcha, tratando de llegar a Padang, que suponían que aún no había caído en manos japonesas. Pero a pocos kilómetros de alcanzar su destino entraron en una aldea ocupada por los japoneses y fueron capturados. Los soldados les hicieron subir en camiones y tras un viaje de cinco días llegaron al campo de prisioneros de guerra de Gloergoer, en Medan. Con ellos iba Judy, escondida debajo de unos sacos de arroz.

Frank Williams, un soldado de la RAF, se sorprendió a ver a Judy entre los prisioneros: “Recuerdo que pensé ¿qué diablos está haciendo esta hermosa pointer inglesa aquí, sin nadie que la cuide? Aunque estaba delgada, me di cuenta de que era una superviviente nata”.

En agosto de 1942 Frank comenzó a compartir con la perra su comida diaria, un puñado de arroz hervido, y desde entonces fueron inseparables. Muchos prisioneros debían su vida a Judy, que con sus ladridos daba la alarma cuando aparecían escorpiones, serpientes... o guardias. Cuando se llevaban a rastras a algún prisionero para darle una paliza, Judy reaccionaba ladrando y gruñendo, arriesgándose a recibir un culatazo o un tiro. Frank sabía que la vida de Judy pendía de un hilo. Un día aprovechó que el comandante del campo estaba borracho y consiguió convencerle para que la perra fuese reconocida como prisionera de guerra. Oficialmente, Judy se convirtió en el prisionero de guerra "81A Gloergoer, Medan".

En junio de 1944 llegó la orden de trasladar a los prisioneros a Singapur. Frank metió a Judy en un saco de arroz, se la echó al hombro y la embarcó como polizona en el Van Warwyck, un vapor holandés capturado por los japoneses. Las condiciones a bordo eran terribles, con más de setecientos hombres hacinados en la oscuridad bajo la cubierta, soportando un calor abrasador. Por desgracia para los prisioneros, aquella tortura duraría solo unas horas.

El 26 de junio el Van Warwyck fue torpedeado por un submarino estadounidense. Frank quiso salvar a Judy y la tiró al mar a través de un ojo de buey. Él sobrevivió al naufragio y los japoneses le enviaron a otro campo de prisioneros. Allí llegó a oídos de Frank la historia de un heroico perro que había salvado la vida de varios de los prisioneros del Van Warwyck permitiendo que se aferrasen a él para continuar a flote. Pero pasaban los días y no había ni rastro de Judy. Cuando ya había perdido la esperanza de volverla a ver, un día apareció en el campo: “No podía creer lo que veía. Al entrar en el campo de prisioneros, un perro flaco se abalanzó sobre mi tirándome al suelo. Nunca había estado tan contento de ver a la vieja. Y creo que ella sentía lo mismo”.

Aún faltaba lo peor, un año trabajando en la construcción de un ferrocarril a través de la selva de Sumatra. Las condiciones de vida de los prisioneros eran inhumanas, obligados a trabajar hasta la extenuación, mal alimentados y sufriendo enfermedades endémicas como disentería, malaria, cólera, beriberi... La ración diaria de comida era un puñado de tapioca lleno de gusanos, pero Frank seguía compartiendo la suya con la perra: "Todos los días di gracias a Dios por Judy. Ella me salvó la vida de muchas maneras, la mayor de ellas dándome ganas de vivir. Todo lo que tenía que hacer era mirarla, con sus ojos inyectados en sangre por el cansancio, y no podía evitar preguntarme ¿qué sería de ella si yo muriese? Tuve que seguir adelante. Incluso si eso significaba esperar un milagro”.

Frank ocultó a Judy en la selva para ponerla a salvo de los guardias, que se habían cansado de sus ladridos y gruñidos y estaban decididos a matarla. Allí tuvo que alimentarse de serpientes, ratas y monos, y sobrevivió al ataque de un cocodrilo que la dejó gravemente herida.

Al fin terminó la guerra y los prisioneros fueron liberados. Frank regresó a Liverpool llevándose consigo a su inseparable Judy. También le acompañó cuando años después se marchó a África para trabajar en un plan de alimentos financiado por el gobierno británico. Judy murió en Tanzania en 1950.

Judy luciendo la Medalla Dickin, una condecoración británica que se otorga a animales que han destacado por su servicio en las Fuerzas Armadas:

El héroe desertor

Jacklyn Harrell Lucas nació en Plymouth, Carolina del Norte, el 14 de febrero de 1928. Cuando tenía 11 años murió su padre, un cultivador de tabaco, y su madre le inscribió en una academia militar. Jack se acostumbró pronto a la disciplina y a la vida en la academia. Cuando los japoneses atacaron Pearl Harbor no era más que un cadete de 13 años, pero ya entonces tomó la decisión de unirse a los Marines. El 6 de agosto de 1942, falsificando la firma de su madre y mintiendo sobre su edad (tenía 14 años, y la mínima era de 17), se alistó en la reserva del Cuerpo de Marines. Con más de 1,70 de altura y más de 80 Kg de peso, era un chico muy musculoso y alto para su edad, con una estructura corporal que podía engañar a cualquier reclutador. Además, gracias a su formación en la academia militar, destacó sobre la mayoría de sus compañeros durante el periodo de entrenamiento, entre 1942 y 1943. Embarcó con destino a Hawai el 4 de noviembre de 1943. Una semana más tarde llegó al campamento de Catlin, en Oahu. El 29 de enero de 1944 fue ascendido a soldado de primera clase.

En Catlin los censores militares descubrieron por una carta que escribió a su novia que Jack tenía 16 años. Al saberlo sus superiores le alejaron de las unidades de combate y le destinaron a conducir camiones en Pearl Harbor. Enojado por haber sido apartado de aquella manera, Jack se metía continuamente en peleas con otros marines. Se pasó arrestado un total de cinco meses de los catorce que estuvo en Hawai, y siempre con la amenaza de que le enviasen definitivamente a casa.

El 10 de enero de 1945 el soldado Lucas salió del campamento y no regresó. En Pearl Harbor se unió a otros infantes de marina que se preparaban para embarcar con destino a Iwo Jima. Sabiendo que la Policía Militar le estaba buscando, permanecía escondido, alimentándose de lo que le daban sus compañeros. Consiguió embarcar como polizón a bordo del Deuel, un transporte que llevaba unidades de la 5 ª División de Marines. El 8 de febrero, cuando la flota estadounidense había zarpado, Jack salió de su escondite y se entregó a un oficial. Ya no había vuelta atrás, y los mandos le permitieron unirse a los Marines que iban a desembarcar en Iwo Jima.

Jack Lucas celebró su decimoséptimo cumpleaños en el mar, en ruta hacia Iwo Jima. En Pearl Harbor, mientras tanto, como seguía sin dar señales de vida, fue declarado desertor de forma oficial y degradado a soldado raso. Las autoridades militares ofrecieron una recompensa por su captura.

El 19 de febrero de 1945 comenzó una de las batallas más sangrientas de la guerra con el desembarco de los marines en Iwo Jima. Al día siguiente Jack se encontraba luchando por su vida, bloqueado con otros tres marines por un grupo de japoneses que frenaban su avance en dirección al aeródromo situado en la base del monte Suribachi. Los cuatro marines habían buscado protección en un hoyo en la arena volcánica, librando un feroz combate contra enemigos situados a escasos metros de ellos. De repente una granada cayó en el agujero en el que se refugiaban. Para salvar a sus compañeros, Jack la cubrió con su cuerpo para amortiguar la explosión. Cuando cayó una segunda granada, Jack la cogió y se la colocó también bajo su fusil. Por suerte para él solo estalló una de las granadas. Sus compañeros creyeron que había muerto y continuaron su avance dejándole allí. Pero Jack había sobrevivido milagrosamente a la explosión, aunque con graves heridas en el pecho y en el brazo y la pierna derechos. Incapaz de moverse y cubierto de sangre, tuvo que permanecer en aquel agujero hasta que otros marines le encontraron y le proporcionaron atención médica.

Jack fue evacuado al buque hospital Samaritan. Llegó a San Francisco el 28 de marzo de 1945. En los siete meses en los que estuvo hospitalizado fue sometido a 21 operaciones. Como recuerdo de Iwo Jima, el resto de su vida tendría el brazo derecho parciamente paralizado y más de doscientos fragmentos de metal incrustados en su cuerpo.

Jacklyn Lucas se había convertido en un héroe que había arriesgado su vida para salvar a sus compañeros. En agosto de 1945 el cargo de deserción fue retirado de su hoja de servicios, junto con otras diecisiete faltas y condenas que figuraban en su historial. En septiembre recuperó su rango de soldado de primera clase al tiempo que le daban de baja del Cuerpo de Marines por incapacidad. El 5 de octubre de 1945 recibió la Medalla de Honor del manos del presidente Harry Truman en una ceremonia celebrada en la Casa Blanca. Jack Lucas es el marine más joven que ha recibido esta condecoración, la más alta que conceden las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos. Y el único en la historia que la recibió por una acción realizada cuando oficialmente era un desertor.

Fuentes:
Derrick Wright: La batalla de Iwo Jima
http://en.wikipedia.org/wiki/Jacklyn_H._Lucas
http://www.anb.org/articles/06/06-00892-print.html

De Corea a Illinois pasando por Normandía

El 6 de junio de 1944, después de saltar en Normandía, el teniente estadounidense Robert Brewer, del 506º Regimiento Paracaidista de la 101ª División de Infantería Aerotransportada, informó que sus hombres habían capturado a cuatro asiáticos en uniforme alemán y que no tenía a nadie que pudiese comunicarse con ellos. Para llegar hasta allí, aquellos prisioneros "alemanes" que llamaron la atención del teniente Brewer habían atravesado medio mundo, sirviendo en el Ejército Imperial Japonés, en el Ejército Rojo y en la Wehrmacht.

Yang Kyoungjong nació en Shin Euijoo, en la actual Corea del Norte, el 3 de marzo de 1920. En 1938, cuando tenía 18 años, Yang fue reclutado por el Ejército Kwantung, el ejército japonés en Manchuria. Un año después, durante el conflicto de Khalkhin Gol (la guerra no declarada entre la Unión Soviética y Japón en la frontera manchú-mongola), fue capturado por el Ejército soviético y enviado a un campo de trabajo. En 1942 la Unión Soviética necesitaba con urgencia hombres para hacer frente a la invasión alemana, y Yang y otros miles de prisioneros fueron presionados para que se alistasen en el Ejército Rojo.

En 1943, durante la batalla de Jarkov, en Ucrania, Yang fue hecho prisionero por soldados de la Wehrmacht. La guerra había cambiado de signo, y ahora eran los alemanes los que necesitaban soldados desesperadamente. Para salir del campo de prisioneros aceptó alistarse en los Ostbataillone, formados por voluntarios de los territorios ocupados en el este de Europa. Yang fue destinado a un batallón desplegado en la península de Cotentin, en Normandía, en las cercanías de la playa que los aliados conocían con el nombre en clave de Utah, uno de los puntos donde iban a desembarcar las fuerzas estadounidenses el Día D.

Yang fue capturado por paracaidistas estadounidenses y enviado a un campo de prisioneros de guerra en Gran Bretaña. Tras su liberación emigró a Estados Unidos. Se estableció en Illinois, y allí llevó una vida tranquila hasta su muerte en 1992. Nadie conocía su pasado, ni siquiera sus hijos, hasta que en 2002 su historia apareció en la prensa coreana.

Yang Kyoungjong con uniforme de la Wehrmacht tras ser hecho prisionero por paracaidistas estadounidenses:


Fuentes:
http://newsgroups.derkeiler.com/Archive/Soc/soc.history.war.world-war-ii/2008-02/msg00421.html
http://en.wikipedia.org/wiki/Yang_Kyoungjong
Foto:
http://www.ww2incolor.com/gallery/albums/black_and_white/japanese_dday.jpg

Roosevelt y el coche de Al Capone

Había pensado titular esta entrada con algo parecido a “El presidente cuya seguridad dependía de un mafioso en prisión por delitos fiscales”, pero me lo pensé mejor al darme cuenta de que un título como ese puede confundir a los lectores españoles.

Horas después del ataque japonés a Pearl Harbor el Servicio Secreto de Estados Unidos se encontró con un problema inesperado. Al día siguiente el presidente Franklin Delano Roosevelt iba a acudir al Capitolio para hablar ante el Congreso (sería el famoso "discurso de la infamia"), y, aunque el viaje desde la Casa Blanca era corto, las medidas de seguridad tenían que adaptarse a la nueva situación de estado de guerra. La limusina presidencial no era a prueba de balas, y el Servicio Secreto contaba con unas pocas horas para conseguir un vehículo blindado que la sustituyese. Además, según las normas vigentes en aquel momento, el límite de gasto para cualquier vehículo oficial era de 750 dólares. Así que el nuevo coche tenía que estar acondicionado para servir al presidente en sus desplazamientos, contar con un buen blindaje, estar disponible de forma inmediata... y ser barato.

Entonces alguien cayó en la cuenta de que el gobierno federal ya tenía en su poder un coche de aquellas características: Entre los bienes incautados por el Departamento del Tesoro al ganster Al Capone (que había sido arrestado en 1931 y condenado por evasión de impuestos) se encontraba su automóvil, un Cadillac Town Sedan de 1928. Estaba pintado de verde y negro, los colores utilizados en los vehículos de la policía de Chicago, contaba con transmisor de radio, y lo más importante: tenía un blindaje de más de mil kilos de planchas de acero y cristales a prueba de balas de una pulgada de grosor.


El Cadillac había estado parado durante años en un estacionamiento del Departamento del Tesoro, y los agentes del Servicio Secreto tuvieron que trabajar aquella noche para dejarlo a punto, limpiándolo y revisando todos los detalles. Al mediodía del 8 de diciembre todo funcionó a la perfección en el traslado de Roosevelt al Capitolio. Se dice que cuando se enteró del origen de su nuevo coche, el presidente bromeó: "Espero que al señor Capone no le importe".

Fuente:
http://forgottenhistoryblog.com/president-roosevelt-used-to-ride-around-in-al-capones-limousine/
Foto: http://hotcarstv.net/blog/2012/07/23/al-capones-cadillac-headed-for-the-auction-block/