La Mafia y la Operación Husky

Ayer vi de casualidad parte de un documental que estaban emitiendo en La 1 de TVE sobre las relaciones de la Mafia con las fuerzas armadas estadounidenses durante la operación Husky, el desembarco aliado en Sicilia. Un poco después estaban hablando de Dusko Popov, así que imagino que era un programa sobre "grandes secretos de la Segunda Guerra Mundial", o algo así. Y es que en realidad no sé ni de qué trataba el documental, porque solo pude ver unos minutos, pero me pareció que se daba por buena la teoría de que la Mafia había colaborado con el ejército estadounidense durante la invasión de Sicilia. Pues yo no lo tengo tan claro.

En febrero de 1942 el transatlántico Normandie se incendió, volcó sobre su costado de babor y acabó posado en el lodo del fondo del río Hudson, en la terminal de pasajeros del puerto de Nueva York. El Normandie estaba siendo reconvertido en un transporte de tropas. Más tarde las investigaciones concluirían que había sido un accidente fortuito, pero en aquellos primeros meses de la guerra era inevitable que se sospechase de la acción de saboteadores enemigos. La inteligencia naval norteamericana pensó en pedir ayuda a los sindicatos de estibadores que controlaban los muelles para prevenir nuevos actos de sabotaje. Y no era ningún secreto que detrás de los sindicatos estaba la Mafia. Así que los servicios de inteligencia se pusieron en contacto con Lucky Luciano, el capo de la Mafia neoyorkina.

Luciano había sido arrestado en febrero de 1936 por proxenetismo, y cumplía una condena de 30 a 50 años en Dannemore, la penitenciaría de máxima seguridad del Estado de Nueva York. De allí fue trasladado a una prisión más confortable a cambio de la colaboración de su organización en la vigilancia de los muelles. Es posible que negociase también una rebaja de su condena. En 1946 fue liberado y expulsado de los Estados Unidos. Su puesta en libertad fue aprobada por el gobernador del Estado de Nueva York, Thomas E. Dewey, que en 1935, como fiscal especial, había iniciado una campaña para limpiar la ciudad de gansters que acabó con el propio Luciano en la cárcel, y que por tanto no era nada sospechoso de connivencia con la Mafia.

Hasta aquí los hechos probados. En cuanto a la operación Husky, no hay ninguna prueba de que los estadounidenses contasen con ayuda de la Mafia en las operaciones militares. Y a mí me parece poco probable. Después de todo la Mafia era una organización criminal, y no habría sido muy inteligente confiarles secretos militares. Además, no se aclara cómo habrían hecho para comunicarse entre sí los mafiosos de ambos lados del océano, con sus países en guerra. La comunicación con agentes en territorio enemigo era muy difícil incluso para los servicios de inteligencia. En Sicilia circulan leyendas de militares estadounidenses que presentaban a los capos locales pañuelos dorados con una L negra grabada, para hacer saber que estaban allí en nombre de Lucky Luciano. Incluso hay quien cree que el mismísimo Luciano estuvo en Sicilia durante la guerra. Pero no son más que eso, leyendas, fomentadas por el propio Luciano, que llegaba a afirmar que gracias a él se había ganado la guerra. Lo más probable es que exagerase su papel en la vigilancia de los puertos y se inventase la historia de su colaboración en la operación Husky.

Otra cosa es que los estadounidenses se sirviesen de la Mafia durante la ocupación. Eso era casi inevitable. Había que llenar el vacío de poder dejado por la caída del fascismo. Lo normal era recurrir a personajes locales con influencia entre la población, y no había personas más influyentes que los capos mafiosos. Es difícil saber hasta qué punto los estadounidenses sabían o imaginaban que los nuevos alcaldes eran "hombres de honor". Pero seguramente, aunque tuviesen sus sospechas, o sus certezas, los preferían a los antifascistas militantes, peligrosamente izquierdistas.

2 comentarios:

  1. Sí, es un buen documental, lo han repetido ya varias veces.

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  2. Pues no lo he visto, solo unos minutos de pasada. Y aun así me atrevo a hacer una crítica.
    Ya parezco un critico profesional.

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