Mercantes submarinos

El 9 de julio de 1916 los sorprendidos habitantes de Baltimore vieron entrar en el puerto de su ciudad un gran submarino alemán. Estados Unidos era todavía un país neutral, y como el sumergible no tenía ningún tipo de armamento fue considerado por las autoridades como un buque mercante y no tuvo ningún problema en amarrar en el puerto y descargar la mercancía que transportaba. Se trataba del Deutschland, que había zarpado el 23 de junio del puerto de Kiel con un cargamento de piedras preciosas, productos farmacéuticos y correo. El 2 de agosto el Deutschland zarpó de Baltimore de regreso a Alemania con sus bodegas repletas de minerales estratégicos: cobre, plata, níquel y zinc.

El Deutschland fue el primero de una serie de submarinos diseñados y desarrollados a partir de 1915, cuando los británicos endurecieron el bloqueo naval en el Mar del Norte que impedía a la marina mercante alemana salir al Atlántico. Los alemanes pensaron que la solución para burlar el bloqueo y mantener el comercio con los países neutrales podía ser la construcción de grandes submarinos oceánicos de carga. Se diseñó un sumergible con 65 metros de eslora y 9 de manga (unas dimensiones considerables para la época), con 1.700 toneladas de desplazamiento en superficie y 2.300 en inmersión. Tenía una tripulación de 29 hombres y carecía de armamento. Su velocidad no era demasiado alta (un máximo de 11,5 nudos en superficie y 8 sumergido), ni tampoco su autonomía en inmersión. El submarino viajaría la mayor parte del tiempo en superficie, y sólo tendría que sumergirse cuando avistase un buque que pudiese ser una amenaza. Su baja silueta, que le permitía avistar los buques de superficie antes de que éstos le descubriesen a él, y la imposibilidad de que los submarinos de la época pudiesen atacar a otros submarinos, le convertían en un buque teóricamente invulnerable. La capacidad de transporte de los submarinos no era tan grande como para que su entrada en servicio tuviese alguna influencia en el curso de la guerra, y a efectos prácticos la capacidad alemana de romper el bloqueo naval británico con sus sumergibles de carga fue algo anecdótico. Pero el hecho de que los alemanes demostrasen al mundo que podían burlar el bloqueo fue considerado una importante victoria propagandística.

El Deustchland hizo otro viaje a Estados Unidos en 1916, transportando nuevamente piedras preciosas y medicamentos. El 16 de noviembre, cuando abandonaba el puerto de New London, Connecticutt, colisionó accidentalmente con un remolcador. El accidente costó la vida de cinco tripulantes del remorcador, y obligó al Deustchland a regresar a puerto y retrasar su salida cinco días mientras se le efectuaban las reparaciones necesarias. Después de eso, el submarino alemán completó su travesía sin ningún problema, llevando a Alemania un cargamento de lingotes de plata.

El Deustchland en el puerto de New London:


Entre las dos travesías exitosas del Deustchland había entrado en servicio el Bremen, el segundo submarino de su clase. En septiembre de 1916, en su viaje inaugural, el Bremen desapareció sin dejar rastro en las proximidades de las islas Orcadas cuando se dirigía a Newport. Se cree que pudo hundirse al chocar con una mina británica. En 1917 estaban en construcción otros cinco submarinos de la clase Deustchland, pero al quedar definitivamente cortado el comercio con América por la entrada en la guerra de Estados Unidos el mercante submarino dejó de tener utilidad. El Deutschland fue reconvertido entonces en un submarino de gran radio de acción para atacar el tráfico mercante aliado en el Atlántico central. Fue armado con tubos lanzatorpedos y cañones y se le añadieron nuevas baterías para aumentar su capacidad de inmersión. Tan solo se completó uno de los sumergibles en construcción, el Oldenburg, ya con las modificaciones que lo convertían en submarino de ataque. Entró en servicio en julio de 1917 con la denominación U-151.

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