Veinte historias del desembarco de Normandía

- Los aliados tomaron todo tipo de medidas para mantener el secreto de la operación Overlord. El general Eisenhower ordenó que nadie que tuviese algún conocimiento de los planes aliados interviniese en operaciones que implicasen el más mínimo riesgo de ser capturado. A estos hombres se les conocía como Bigots ("fanáticos"). Este curioso nombre tenía su origen en la inversión de las palabras To Gib ("a Gibraltar"), que figuraba en la documentación de los oficiales destinados a los desembarcos en el norte de África en noviembre de 1942.

- Pese a todas las precauciones, no se pudo evitar que se cometiesen algunas peligrosas indiscreciones. La más grave de todas, por el rango del protagonista, se produjo durante un cóctel celebrado en el elegante hotel Coleridge de Londres. El general Henry Miller, jefe de logística de la Novena Fuerza Aérea de los Estados Unidos, se quejaba ante el resto de invitados de las dificultades que estaba teniendo para obtener suministros. Añadió que las cosas mejorarían a partir de la primera semana de junio. Cuando Eisenhower se enteró, le degradó a coronel y le envió a un destino administrativo en Estados Unidos. Poco después Miller abandonó el Ejército. Un alto mando británico tuvo un desliz similar, pero su caso no se hizo público ni afectó a su carrera militar. Al parecer después de la guerra llegó a ser miembro del Parlamento. Sin duda estaba bien relacionado.

- La operación Taxable fue probablemente la primera operación de guerra electrónica a gran escala de la historia. El objetivo era simular con falsas imágenes de radar los movimientos de una gran fuerza naval dirigiéndose a Pas de Calais durante la noche del 5 al 6 de junio de 1944, al mismo tiempo que la flota de invasión aliada se dirigía hacia las costas de Normandía. Durante tres horas y media, dieciséis bombarderos Avro Lancaster de la RAF volaron en círculos, en formación muy cerrada y a muy baja altura, lanzando grandes cantidades de window (tiras de aluminio utilizadas para interferir las señales de radar), creando la ilusión de que una gran flota se acercaba a la costa francesa a una velocidad de siete nudos.

- Charles Schmelze, un soldado de la Novena Fuerza Aérea natural de Pittsburg, Pensilvania, era uno de los encargados de hacer las últimas revisiones a los planeadores que iban aterrizar en Normandía. Aprovechando un rato libre, se metió en uno de los planeadores para descansar un momento y se quedó dormido. Cuando despertó estaba sobrevolando el Canal de la Mancha. Iba a participar involuntariamente en una de las mayores operaciones aerotransportadas de la historia.

- El soldado Robert Hillman, de la 101ª División Aerotransportada de los Estados Unidos, dedicó parte del vuelo a hacer una última revisión a su paracaídas. Se sorprendió al darse cuenta de que el equipo había sido fabricado en Manchester, Connecticut, su ciudad natal. Pero la sorpresa fue aún fue mayor al ver que en la etiqueta que firmaba el inspector encargado de revisar el equipo figuraba el nombre de su propia madre, que trabajaba en la fábrica de paracaídas.

- La operación Titanic consistió en el lanzamiento de cientos de maniquíes en paracaídas con el objetivo era engañar a los alemanes sobre las auténticas zonas de salto de las tropas aerotransportadas. Los falsos paracaidistas, apodados "Ruperts", eran sencillos muñecos de trapo equipados con petardos, cohetes de señales, grabaciones de sonidos de batalla e incluso frascos de esencias para producir olores. Seis hombres del SAS saltaron con los Ruperts con la misión de hacer todo el ruido posible y ayudar a que los ataques pareciesen verdaderos. Los Ruperts crearon una enorme confusión en las fuerzas alemanas. Un regimiento de la 352ª División de Infantería recibió orden de abandonar sus posiciones, cerca de la playa Omaha, para lanzar un contraataque contra los muñecos que habían tomado tierra a decenas de kilómetros de distancia.

- El primer combate terrestre de la operación Overlord no tuvo lugar en Normandía, y sus protagonistas no fueron británicos, ni estadounidenses... ni alemanes. Poco después de la medianoche del 6 de junio unos comandos franceses encuadrados en el SAS británicos, que habían saltado en Morbihan, Bretaña, tuvieron un enfrentamiento con una compañía de cosacos de la Wehrmacht. En Francia se suele decir que el primer soldado aliado muerto el día D fue el cabo del SAS Emile Bouetard, aunque murió más de una hora después de haber sido herido, y para entonces ya había tenido lugar el asalto al puente Pegasus.

- El primer soldado de las fuerzas de invasión muerto en tierra el día D fue el cabo de 29 años Fred Greehald, del Regimiento Oxfordshire y Buckinghamshire de la 6ª División Aerotranportada británica, que se ahogó al salir de su planeador tras tomar tierra en las inmediaciones del puente sobre el canal del Orne en Benouville (renombrado tras la batalla como Puente Pegasus, por el caballo alado que figura en la insignia de la división británica). El primer estadounidense muerto fue el teniente Robert Mason, del 508º Regimiento Paracaidista de la 82ª División Aerotransportada. Fue alcanzado en el pecho por un trozo de metralla cuando se disponía a lanzarse de su C-47 sobre el pueblo de Sainte-Mère-Église. Pese a estar herido, saltó del avión para dar ejemplo a sus hombres. Encontraron su cadáver poco después, con el paracaídas todavía enganchado.

- El primer muerto en combate terrestre fue un soldado alemán de 17 años llamado Helmut Romer, que aquella noche estaba de guardia en el Puente Pegasus. Romer fue alcanzado por una ráfaga del subfusil Sten del teniente Den Brotheridge, del Regimiento Oxfordshire y Buckinghamshire de la 6ª División Aerotranportada. A su vez, Brotheridge fue el primer militar aliado muerto en combate. Recibió un balazo en el cuello cuando dirigía a su pelotón de veintiún paracaidistas en el asalto al puente.

- Un error de cálculo de los pilotos de varios aviones de transporte hizo que una treintena de paracaidistas estadounidenses del 505º Regimiento de la 82ª División Aerotransportada saltasen directamente sobre la población de Sainte-Mère-Église. Cuando descendía sobre el centro del pueblo, el paracaídas del soldado John Steele se enganchó en la torre del campanario de la iglesia. El cuchillo se le cayó al suelo cuando trataba de cortar las correas, y Steele se quedó colgado del campanario a varios metros del suelo. Allí permaneció durante más de dos horas, haciéndose el muerto y viendo horrorizado cómo sus compañeros eran aniquilados por los alemanes bajo sus pies. Finalmente fue descubierto y hecho prisionero, aunque pocas horas después los paracaidistas del 505º tomaron definitivamente el pueblo y Steele se unió a ellos. Sainte-Mère-Église fue la primera población francesa liberada por las tropas aliadas.

- Bill Millin, de 21 años, era el gaitero personal de Lord Lovat, comandante de la 1ª Brigada de Servicios Especiales británica. Fue uno de los primeros hombres en desembarcar en la playa Sword, tocando su gaita, ataviado con un kilt (falda) y armado únicamente con su sgian-dubh, el cuchillo tradicional escocés. Tras conquistar la playa, y sin que Millin dejase de tocar, los commandos avanzaron hacia el interior hasta reunirse con los paracaidistas que habían tomado el Puente Pegasus. Lord Lovat recuperó así la tradición escocesa de entrar en batalla a toque de gaita (lo que por, cierto, estaba totalmente prohibido por la normativa del Ejército británico, que mantenía a los gaiteros únicamente para usos ceremoniales). Según Millin, unos prisioneros alemanes le confesaron más tarde que no le habían disparado porque pensaron que estaba loco.

- El famoso fotógrafo Robert Capa desembarcó en la playa Omaha con la primera oleada de asalto, junto al 16º Regimiento de Infantería. Se arriesgó más que ningún otro reportero, y las fotos que tomó bajo el fuego fueron sin duda las mejores de aquel día histórico. Pero, con las prisas por tenerlas cuanto antes, el empleado de cuarto oscuro en la oficina londinense de la revista Life aplicó demasiado calor al poner a secar los negativos. El resultado fue que casi todas las fotografías se perdieron, y las once que se salvaron salieron corridas. Cuando se publicaron, los pies de foto decían que “a Capa le temblaban mucho las manos”. El ayudante de revelado se llamaba Larry Burrows. Con los años se convirtió en uno de los mejores reporteros gráficos de la historia. Hoy se le considera una leyenda en su profesión, igual que a Capa.

- El alto mando aliado habían prometido a los corresponsales de guerra que podrían utilizar las radios para enviar sus crónicas desde las playas de desembarco, pero a la hora de la verdad los oficiales se negaron a interrumpir las comunicaciones militares y ceder los equipos a los periodistas. La solución llegó cuando alguien se acordó de las palomas mensajeras. La primera crónica recibida en Gran Bretaña informando del inicio de los desembarcos fue escrita por el corresponsal de Reuters Montague Taylor y transportada por una paloma gris macho de la RAF llamada Gustav. La paloma recorrió en cinco horas, con fuerte viento en contra, los doscientos cuarenta kilómetros que la separaban de la base aérea de Thorney Island. Gustav murió después de la guerra en un accidente, cuando uno de sus cuidadores la pisó involuntariamente mientras limpiaba su palomar.

- El militar de mayor edad que participó de la primera oleada de desembarco fue el general de brigada estadounidense Theodore Roosevelt Jr., adjunto al comandante de la 4ª División de Infantería, e hijo del que fuera presidente de los Estados Unidos Theodore Roosevelt. Tenía 57 años. Fue también el único general aliado que desembarcó en Normandía el primer día de la invasión. Y con su hijo Quentin Roosevelt formaba la única pareja padre-hijo que combatió en la batalla de Normandía. Quentin, capitán en la 1ª División de Infantería, desembarcó con la primera oleada en la playa Omaha (el padre lo hizo en Utah). Ted Roosevelt murió un mes más tarde en Sainte-Mère-Église, de un ataque al corazón.

- El sector asignado a la 3ª División de infantería canadiense era la playa conocida con el nombre en clave de Juno. Al amanecer del 6 de junio desembarcó el regimiento de los Queen's Own Rifles, y con él una pareja de hermanos de Toronto, Tommy y Albert Westlake, de 27 y 26 años respectivamente. Un tercer hermano, George Westlake, de 23, desembarcó unas horas más tarde con los North Nova Scotia Highlanders. George cayó en combate la mañana siguiente, haciendo frente a un contraataque del 25º Regimiento Panzergrenadier SS del coronel Kurt "Panzer" Meyer. Albert y Tommy murieron el 11 de junio en una emboscada en Mesnil-Patry. En un plazo de cuatro días, tres hermanos Westlake habían perdido la vida en Normandía.

- El sargento Fred Niland, del 501º Regimiento de Infantería Paracaidista, es el personaje real en el que se basa el argumento de la película Saving Private Ryan. Pocos días después de haber saltado sobre Normandía recibió la noticia de la muerte de sus tres hermanos. Bob Niland, sargento paracaidista igual que él, murió el día D en Sainte-Mère-Église. El 7 de junio cayó en combate el alférez Preston Niland, que había desembarcado en la playa Utah con la 4ª División de Infantería. Y el 8 de junio se recibió la noticia de la desaparición de Eddie Niland, tripulante de un B-25 derribado sobre la jungla birmana. El teniente coronel Francis Sampson, sacerdote católico y capellán de militar del 501º, solicitó que Fred fuese retirado de primera línea para asegurarse de que que los Niland no perderían al único hijo que les quedaba. Fred fue trasladado a la Policía Militar de Nueva York y volvió a casa. Pero la burocracia militar trabaja con calma, y la concesión del traslado tardó varios meses. Cuando se aprobó, Fred Niland estaba ya de regreso en Inglaterra con su regimiento después de haber combatido durante toda la batalla de Normandía.

- El 5 de junio el coronel de la Jagdgeschwader 26 Josef Priller vio encolerizado cómo los últimos aviones a su mando abandonaban el aeródromo de Lille con orden de trasladarse al oeste de Francia. Sus protestas por lo que consideraba una decisión absurda de sus superiores no habían servido de nada, así que Priller decidió que lo único que podía hacer era emborracharse en compañía del otro piloto de caza que quedaba en la base, el sargento Heinz Wodarczyk. A la mañana siguiente recibió la noticia de que la invasión había comenzado y la orden de enfrentarse a ella con todos los medios a su alcance. Priller y Wodarczyk despegaron en sus dos Fw 190 con una resaca tremenda y con la convicción de que se dirigían a una muerte segura. Sorprendentemente se colaron bajo la cobertura de cazas aliados e hicieron una pasada en vuelo rasante ametrallando las playas Juno y Sword. Ambos salieron ilesos. Su historia fue recogida en el libro de Cornelius Ryan The Longest Day y en la película del mismo nombre, e hizo creer a muchos que el ataque de Priller fue la única aparición de la Luftwaffe sobre las playas de Normandía. Lo cierto es que hubo algunas incursiones más, a pesar de la aplastante superioridad aliada en el aire.

- Guy de Villardi, conde de Montlaur, era descendiente de una de las familias más antiguas de la nobleza francesa, además de un cotizado pintor impresionista. Pero en junio de 1944 no era más que un sargento del 4º Commando (más conocido como Commando Kieffer, por el nombre de su comandante), una unidad de operaciones especiales del ejército británico formada íntegramente por hombres de las Fuerzas de la Francia Libre. Tras desembarcar en Sword, el 4º Commando sería el encargado de ocupar la localidad de Ouistreham. Según The Longest Day, cuando el capitán Kieffer explicó a Villardi que su misión era dirigir un pelotón para tomar el casino de la ciudad, donde se creía que estaba situado un puesto de mando alemán, el sargento se llevó una gran alegría: "Será un placer, en ese sitio he perdido auténticas fortunas". En la película se narra el espectacular asalto al casino de los comandos franceses. En realidad en junio de 1944 el casino de Ouistream aún no había sido construido.

- Los prisioneros más "exóticos" de Normandía probablemente fueron cuatro soldados coreanos del ejército alemán capturados el 6 de junio por el 506º Regimiento de Infantería Paracaidista. Para llegar hasta allí habían recorrido medio mundo sirviendo a tres potencias distintas: Su historia comenzó en 1938, cuando se alistaron en el ejército japonés de Manchuria. Un año más tarde cayeron prisioneros de los soviéticos en Khalkhin Gol, durante la guerra no declarada entre la URSS y Japón en la frontera mongola. En 1942 fueron liberados a cambio de alistarse en el Ejército Rojo, y en 1943 fueron capturados de nuevo, en esta ocasión por los alemanes, durante la batalla de Jarkov. Para salir de los campos de prisioneros aceptaron alistarse en los Ostbataillone de la Wehrmacht, formados por voluntarios de los territorios ocupados en el este de Europa. Su batallón fue destinado a la península de Cotentin, cerca de la playa Utah, donde les encontraron los paracaidistas estadounidenses.

- La noche del 5 de junio el Neutralia, un viejo buque de línea indio reconvertido en transporte de tropas, estaba fondeado junto a otros muchos barcos de la flota de invasión en Spithead, junto a la isla de Wight. Las tropas que transportaba a bordo, de la 7ª División Acorazada británica (las "Ratas del Desierto"), aplaudían y agitaban los brazos desde la cubierta para despedir al resto de embarcaciones a medida que iban saliendo al Canal. Poco a poco los gritos cesaron, y los soldados comenzaron a extrañarse al ver que su buque se estaba quedando solo en el fondeadero. Los oficiales del Ejercito fueron a preguntar al capitán del Neutralia por qué no se movían. Este les respondió que no había recibido órdenes, y que no podía hacer nada sin ellas. Alguien se había olvidado de enviar al Neutralia la orden de zarpar. La ausencia de sus tropas pasó inadvertida hasta cinco días después del Día D. Solo entonces se descubrió que el transporte perdido permanecía aún anclado en Spithead, junto con su cargamento de soldados frustrados.

3 comentarios:

  1. Imagino qué sentimiento de orgullo -y de confianza sobre todo- embargaría al soldado Hillman cuando leyó el nombre de su madre en su propio paracaídas. Seguro que le hubiera gustado conservarlo. No sé si le sería posible.
    Un saludo.

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    1. En la serie Hermanos de Sangre, basada en historias reales, un paracaidista que saltó en Normandía guardaba su paracaídas para el vestido de boda de su novia. Cargar con él tendría que ser un incordio, pero si alguien quería conservarlo imagino que podría hacerlo.

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  2. Muy buen artículo. Les dejo link a unas cuantas curiosidades de la Segunda Guerra Mundial interesantes y poco conocidas: Curiosidades de la Segunda Guerra Mundial poco conocidas

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