Operación Salto de Longitud

Entre el 28 de noviembre y el 1 de diciembre de 1943 Churchill, Roosevelt y Stalin se reunieron en Teherán para decidir la estrategia general aliada y coordinar sus políticas. Fue la primera de las grandes conferencias aliadas, y la primera vez que los tres dirigentes coincidían en persona (no lo volverían a hacer hasta febrero de 1945 en Yalta). Aprovechando la celebración de la conferencia, los servicios de inteligencia alemanes pusieron en marcha una operación secreta con el objetivo de asesinar a los líderes aliados. El plan fue diseñado por el gran experto alemán en operaciones especiales, Otto Skorzeny, y recibió el nombre en código de Operación Salto de Longitud.

Irán había sido ocupado conjuntamente por tropas soviéticas y británicas en agosto de 1941, con el objetivo de asegurar la ruta del Golfo Pérsico, una de las que se utilizaban para transportar los suministros estadounidenses enviados a la URSS por la Ley de Préstamo y Arriendo. Los soviéticos controlaban el norte del país, lo que incluía la capital Teherán. Por consiguiente, fueron los servicios de seguridad soviéticos los que estuvieron a cargo de la seguridad durante la conferencia. Y se lo tomaron en serio.

Las reuniones de la conferencia se celebraron en la Embajada de la URSS, una extensa finca que incluía varios edificios. En uno de ellos se alojó el presidente Roosevelt, ya que la embajada estadounidense estaba en un suburbio alejado y por motivos de seguridad se pensó que había que evitar los desplazamientos a través de la ciudad para acudir a las reuniones. En cambio la embajada británica era vecina a la soviética, por lo que Churchill pudo permanecer en su legación diplomática, aunque también por razones de seguridad se habilitó un pasadizo cubierto entre ambas embajadas para que se pudiese cruzar de una a otra sin necesidad de pisar la calle. El recinto estaba protegido por cuatro perímetros de seguridad concéntricos, que incluían nidos de ametralladoras y baterías antiaéreas.

Guevork Vartanian era un joven teheraní de 19 años, hijo de un rico comerciante armenio que se había exiliado en Irán huyendo del régimen de Stalin. O eso se suponía, porque tanto el padre como el hijo eran agentes de la inteligencia exterior soviética. Guevork Vartanian y un pequeño grupo de compañeros tan jóvenes como él trabajaban para los soviéticos desde antes de la invasión de 1941. En la época de la conferencia de Teherán las redes de espionaje alemanas en Irán estaban tan infiltradas por los servicios de inteligencia soviéticos que la llegada de un nuevo grupo de agentes no podía pasar desapercibida. Y eso fue lo que ocurrió. El grupo de Vartanian identificó a los hombres que los alemanes habían enviado de avanzada para preparar el magnicidio. Los agentes alemanes fueron capturados y el grupo principal, que incluía al propio Skorzeny, nunca fue enviado a Irán. Esta es la historia contada por el propio Vartanian:

Moscú recibió la advertencia sobre el futuro atentado contra los líderes de las potencias aliadas desde los bosques de Rovno donde actuaba el destacamento guerrillero al mando de Dmitri Medvédev y del que formaba parte el legendario agente de inteligencia soviético Nikolai Kuznetsov. Haciéndose pasar por el primer teniente alemán Paul Siebert, Kuznetsov logró caer en gracia al Sturmbahnfuhrer de las SS, Ulrich von Ortel quien hasta le prometió a Kuznetsov presentarlo a Otto Skorzeny. Cuando estaba bebido, a Ortel se le escapó: "Viajaré junto con Skorzeny a Irán donde va a reunirse el "Gran Trío". Repetiremos el salto a Abruzzo (se refería a la liberación de Mussolini). ¡Pero este será un ‘Salto Largo’! ¡Eliminaremos a Stalin y Churchill e invertiremos el curso de la guerra! Secuestraremos a Roosevelt para que nuestro Fuhrer se ponga de acuerdo con América. Partiremos formando varios grupos. Ahora ya se entrenan agentes en una escuela especial de Copenhague". 

Después de recibir el informe de Nikolai Kuznetsov, el Centro nos dio la orden de prepararnos para garantizar la seguridad de esta conferencia. 

En aquella época Teherán estaba llenó de refugiados venidos de la asolada Europa. Eran en su mayoría personas acomodadas que quería ponerse a salvo de los peligros de la guerra. En aquel entonces en Irán residían unos 20 mil alemanes. Entre los refugiados se ocultaban también espías nazis que tenían muchas oportunidades gracias al amparo que en los años de preguerra les ofrecía el Sha Reza Pahlavi que simpatizaba expresamente con Hitler. La estación de inteligencia alemana en Irán era muy fuerte y estaba encabezada por Franz Maier. 

Mucho antes de que se celebrara la conferencia - desde febrero hasta agosto de 1941- nuestro grupo de siete hombre había logrado identificar a más de 400 agentes de la Alemania nazi. Cuando nuestras tropas entraron en Irán detuvimos a todos estos agentes. Pero Franz Maier pasó a la profunda clandestinidad. Le buscamos mucho tiempo y por fin le encontramos: se había dejado y teñido la barba. Trabajaba de sepulturero en el cementerio armenio. 

Nuestro grupo fue el primero en detectar un grupo de agentes alemanes que saltaron en paracaidas cerca de la ciudad de Kum, a 60 kilómetros de Teherán. Se componía de seis paracaidistas radiotelegrafistas. Acompañamos este grupo hasta Teherán donde la estación de inteligencia nazi les había preparado una finca como residencia. Tenían muchas armas, y todos los bultos los cargaron sobre camellos. Todo el grupo se mantenía bajo nuestra vigilancia. Supimos que habían establecido comunicación con Berlín e interceptamos todos sus mensajes. Logramos descifrarlos, y supimos que los alemanes se proponen enviar otro grupo de comandos encargados de eliminar o secuestrar al "Trío". Este grupo debía estar al mando del propio Otto Skorzeny que ya había estado en Teherán y analizaba la situación sobre el terreno. Ya entonces vigilábamos todos sus desplazamientos en la capital iraní. 

Detuvimos a todos los agentes del primer grupo y los obligamos a trabajar bajo nuestro control, enviando mensajes falsos al servicio de inteligencia alemán. Teníamos la gran tentación de atrapar al propio Skorzeny pero el "Gran Trío" ya se encontraba en Teherán y, por lo tanto, no podíamos permitirnos correr mucho riesgo. Dimos deliberadamente al radiotelegrafista la posibilidad de enviar un mensaje sobre el fracaso de la operación. Ello surtió efecto, y los alemanes renunciaron a enviar a Teherán al grupo principal con Skorzeny al mando. De modo que el éxito de nuestro colectivo en detectar el primer grupo de sabotaje, acompañar y detenerlos e intercambiar mensajes falsos con la Abwehr previno el atentado contra el "Gran Trío".

Stalin, Roosevelt y Churchill durante la conferencia de Teherán:


Tengo que añadir que hay razones para tomarse esta historia con escepticismo. Durante la conferencia el general del NKVD Dimitri Arkadiev avisó a Mike Reilly, jefe de seguridad de Roosevelt, de que agentes alemanes habían saltado en paracaídas los días anteriores y todavía no habían sido detenidos, También le informó de que el NKVD tenía conocimiento de un plan alemán para sabotear la conferencia. Por su parte el ministro de Asuntos Exteriores Molotov, sin dar demasiados detalles, dio un aviso urgente a los embajadores estadounidense y británico en Moscú sobre el peligro que corrían los líderes aliados en Teherán. Sin embargo, los servicios de inteligencia estadounidense y británico no dieron mucha credibilidad a las informaciones soviéticas.

Ciertamente hay algunos puntos oscuros. En primer lugar, todo lo que se conoce de la Operación Salto de Longitud es a través de fuentes soviéticas. Al parecer en 1966 Skorzeny confirmó que el plan había existido, sin embargo no lo mencionó en sus memorias. Otra cuestión es cómo se pudieron enterar los alemanes del lugar, las fechas y los detalles de la conferencia. Vartanian afirma que fue después de que los servicios de inteligencia alemanes hubiesen descifrado el código naval norteamericano, incluso le pone fecha, mediados de septiembre de 1943. A mí me extraña. Se supone que la ruptura del código naval estadounidense habría tenido una gran importancia en otras operaciones militares, pero yo no he oído hablar de ello en ningún otro tema aparte de la Operación Salto de Longitud. En algunos sitios se menciona la posibilidad de que el espía Cicerón diese a los alemanes información sobre los preparativos de la conferencia. Eso es muy posible, aunque teniendo en cuenta que Cicerón comenzó a enviar información a finales de octubre de 1943 y la conferencia se celebró apenas un mes después, habría dado muy poco tiempo a los alemanes para preparar la acción. A su favor tiene el hecho de que Cicerón era un agente del SD, la misma organización que supuestamente iba a ejecutar el plan (y no el Abwehr, por cierto, como afirma erróneamente Vartanian). A mí personalmente también me mosquea que se haya incluido en la historia a dos personajes míticos, Otto Skorzeny y Nikolai Kuznetsov. Es un punto que le resta cierta credibilidad, al meter en ella a personajes demasiado conocidos.

Hay quien piensa que la Operación Salto de Longitud no fue más que una invención creada por los servicios secretos soviéticos para apuntarse el tanto de haber salvado la vida de los líderes occidentales. Incluso que pudo tratarse todo de un plan ideado por Stalin y Beria para ganarse la gratitud de Roosevelt, desarticulando un falso complot para asesinarle, y conseguir de ese modo una mayor receptividad a las propuestas soviéticas en las discusiones de la conferencia.

Fuentes:
http://www.a-ipi.net/article152382.html
https://www.cia.gov/library/center-for-the-study-of-intelligence/csi-publications/csi-studies/studies/vol47no1/article02.html
http://rbth.rg.ru/articles/lion_and_bear.html
http://en.wikipedia.org/wiki/Operation_Long_Jump
http://en.wikipedia.org/wiki/Gevork_Vartanian


3 comentarios:

  1. La verdadera historia quizás no la sepamos nunca. La historia oficial rusa puede estar teñida con tintes exagerados. En todo caso, es una historia apasionante. Nunca habría imaginado que hubiera tanta "cocina" detrás de la famosa Conferencia de Paz, en la que se decidió algo tan decisivo para la vistoria aliada como dónde hacer un masivo desembarco de tropas. Sin Normandía difícilmente se habría acabado, al menos tan rápido, con el Reich.
    Un saludo

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  2. Al conseguir que Roosevelt se alojase en la embajada soviética para evitarle desplazamientos (aparte de por motivos de seguridad también a causa de su salud) Stalin impidió tener que enfrentarse a un bloque anglosajón. Stalin y Roosevelt hicieron muy buenas migas y mantuvieron muchos contactos aparte de la agenda oficial, mientras que Churchill se quedó casi al margen.
    Quién sabe, puede que la amenaza de seguridad fuese parte de un plan soviético para conseguir exactamente eso.
    El caso es que hace unos años la nieta de Churchill conoció a Vartanian y le agradeció haber salvado la vida de su abuelo. Y ella tendrá más información que nosotros.
    Un saludo.

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  3. Ayer murió Guevork Vartanian en Moscú, a los 87 años de edad. La prensa le define como "el espía ruso que salvó la vida de Roosevelt, Stalin y Churchill en Teherán":
    http://www.elmundo.es/elmundo/2012/01/11/obituarios/1326304144.html

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